Suspire y fui yo quien hizo el vídeo llamado solo que desactive la cámara para que no me mirara en fachas, es algo ilógico dada la manera como nos conocimos sin embargo me daba pena que me mirara así. — Lucía activa la cámara — dijo irritado y yo lo miraba por la pantalla — no me hagas esto que quiero verte. — Usted se encuentra pulcramente arreglado en cambio yo estoy lista para ir a un cementerio y que me confundan con un alma en pena que vaga todas las noches en busca de una víctima ya que tengo sed de sangre y mató a todos los hombres debido a que mi amante me traicionó en la época colonial. — No seas exagerada — dijo riendo y mostrando sus perfectos dientes — vamos activa la cámara para que te pueda ver, ¿Acaso olvidas que ya te he visto recién levantada? Además de las cosas que....Yo activé la cámara y puse mi dedo sobre mis labios para que se callara, no deseaba que la chaparrita escuchara los enredos eróticos que tenía con el señor Lund. — Trate de ser prudente —
— Es un colega del trabajo, me ayudó mucho respecto a Castelo.— Si ese viejo asqueroso te vuelve a molestar me puedes decir a mí para que te defienda, estoy seguro que si Saúl se entera también se va a unir aunque lo más probable es que termines por recibirlo con un puñetazo.Me reí y Adriel cambió de tema, hablamos de cuando era un adolescente y tenía que hacerse cargo de su hermana entre otras cosas. Él se levantó y cuando miré me cargó entre sus brazos logrando que me sorprendiera.— ¿Qué piensas hacer?Apenas termine de preguntar él simplemente se lanzó a la piscina de golpe, mire las burbujas y el movimiento del agua además del abdomen marcado de Adriel. Salimos a flote y yo tomé una bocanada de aire mientras me aferraba a sus hombros.— Tus tatuajes son hermosos pero tú belleza los opaca — me dijo y me puse sonrojada — no tienes idea la falta que me hiciste Lucía.— No veo porque tome tanta importancia en tú vida si sabias que únicamente estaba ahí temporalmente.— Ni y
— Traje mi jeep así que no es necesario, gracias por la tarde tan maravillosa que me dieron.— ¿Cuándo entras a trabajar?— preguntó Aimee.— Me dieron 7 días contando a partir de hoy así que como puedes ver tengo bastante tiempo libre.— Ven más seguido al hotel o si deseas yo puedo ir a tu casa — dijo Adriel.— Quizás más adelante organice algo en mi casa para que lleguen pero déjenme pensar cuando hacerlo y yo les aviso.Finalmente me marché y al llegar a la casa saludé a la chaparrita, le conté como fue mi tarde y ella me miró contenta. Fuimos a dormir solo que yo no dejaba de pensar en lo que hice hoy con Adriel.Fui varios días al hotel y en varias ocasiones nosotros salimos de paseo, fuimos a diversos sitios en donde conversaba con Adriel y me daba cuenta de que era un gran ser humano. En una ocasión me acompañó al hospital para pagar la cuenta que tenía pendiente y aunque no encontré al doctor Fernández como había pensado supuse que estaba de guardia en el otro hospital.
Evite a la jefa y me tomé mi tiempo para responder el mensaje de Adriel lo que ocasionó que muchas enfermeras estuvieran expectantes a mis gestos. — ¿Qué? Por Dios parecen viejas chismosas. Me reí y me marché de ahí, mis colegas eran sumamente agradables y lograron ganarse mi confianza en poco tiempo. — No estaba molesta solamente que no tenía tiempo de contestar — le escribí mintiendo — a la hora que me escribió estaba ejerciendo presión sobre el pecho de un hombre para que no se desangrara, ni siquiera he tenido chance de tomar un café y Dios sabe que me muero por probarlo. La respuesta a mi mensaje no se hizo esperar una vez que lo envié, mis manos abrieron la respuesta y yo sonreí solo con leer el inicio. — ¿Usted? ¿De que habíamos hablado Lucía? ¿Acaso quieres que te recuerde las veces que te toque, que me pedías que aumentará la velocidad, que hiciste que tuviera una erección dolorosa pero cuando explotaba dentro de ti se sentía sumamente placentera? Ok ya lo último de
— No soy quién para juzgar, muchas veces hacemos cosas que no nos gustan pero que no tenemos otra opción que tomar — le sonreí — así que no te preocupes que en mí vas a encontrar a una persona que te va a comprender y jamás te va a juzgar.Rea se marchó del hospital agradeciendo y pidiendo disculpas, mientras anotaba en el expediente su alta se asomó Adriel. Demonios lo había olvidado por completo.— Al parecer te olvidaste de mí — me dijo sonriendo mientras se acercaba — ¿Cómo se encuentra la chica?— Ya le dieron el alta, ¿Qué haces aquí a todo esto?— ¿Quién es él Lucía?— preguntó la jefa mientras lo miraba descaradamente — deberías presentarlo.— Oh es cierto, jefa él es un amigo se llama….— ¿Adriel Lund?Cuando escuchamos esto volteamos a ver y ahí se encontraba el doctor Fernández quien se acercó a nosotros, las enfermeras junto con las doctoras se reunieron alrededor de los dos hombres y habían algunas que lanzaban miradas lascivas a ellos.— Que gusto verte Thiag
— Te dije que sí vendría, fui al hospital pero Thiago me dijo que te acababas de ir.— Si, el doctor Fernández tiene turno de 24 horas hoy.— ¿Nos vamos?— ¿Trajo su carro?— ¿Trajo? Es en serio Lucía— Disculpa es la costumbre, ¿Trajiste tú carro?— No, vine en taxi por lo tanto tú eres mi medio de transporte.— Entonces sube, supongo que vas a la casa.— Supones bien.Nosotros nos subimos al jeep y en el camino llamé a la chaparrita para decirle que iba a llegar tarde porque me encontraba con Adriel. Llegamos a su casa y pasamos a la cocina en donde él preparó algo de comer y me lo extendió.Estuvimos conversando sin embargo mis pensamientos me traicionaban y lo miraba descaradamente de arriba hacia abajo, él se dio cuenta entonces se aprovechó y se acercó a mi.— Que miradas tan descaradas me lanzas, me siento abusado.— Eres un tonto — dije riendo y él se acercó a mi cuello respirando mi esencia — deja de aprovecharte.— Bien que quieres que me aproveche, no me aleja
— ¿Cómo te llamo entonces? — pregunte riendo.— Por mi nombre gran tonto, te agradezco el gesto que tuviste con el chocolate caliente y Dios junto con mi panza saben lo mucho que lo amo, sin embargo, no iré al hospital hasta la noche.— Bueno no importa porque en otra ocasión tomarás una taza muy grande de chocolate caliente junto con galletas.— Me apetece mucho, ¿Vas al trabajo?— Sí, me había desviado para ir al hospital pero ya que no te encuentras pues me voy al hotel.— Vale, te dejo entonces y me voy a los brazos del hombre que me recibe gustoso cada día.— ¿Morfeo?— ¡Exacto! — dijo divertida — me agrada que pienses tan rápido y sin nada de mentalidad sucia.— No me preocupo en absoluto que estés con otro hombre, te cojo lo suficientemente duro para dejarte satisfecha, así que estoy tranquilo.— ¡Adriel! — me gritó y la imaginé sumamente roja — ya maneja y no hables lascivamente. Yo reí y ella me colgó, no le llamé nuevamente ya que debía descansar y yo manejar
— Se llama Lucía, es una chica fantástica — le dije sabiendo que negarlo era absurdo — como puedes suponer fue la chica que traje al hotel y pase con ella en la suite real.— Ya veo, me alegra verte bien y si necesitas algo solo dime.Yo asentí y entré a mi cuarto, le envié un mensaje a Lucía y ella respondió rápidamente.— ¿Qué tal te fue?— Bien pero todavía me encuentro en el hotel, descansaré un poco y luego me iré de regreso — le escribí — tengo antojos de algo pero no sé de qué.— ¿Cómo así? Se supone que cuando tienes antojos sabes perfectamente que es lo que quieres, yo por ejemplo en estos momentos me encuentro con unas ganas tremendas de chocolate.Bingo, había logrado mi objetivo, escribimos un rato pero luego me dijo que tenía que arreglar su cuarto ya que lo tenía hecho un Jumanji según sus palabras. Pensé en el chocolate que le llevaría y cuando supe cual le fascinaría pero que era imposible de conseguir fue que llamé a la mujer que hacía que lo imposible fuera