Evite a la jefa y me tomé mi tiempo para responder el mensaje de Adriel lo que ocasionó que muchas enfermeras estuvieran expectantes a mis gestos. — ¿Qué? Por Dios parecen viejas chismosas. Me reí y me marché de ahí, mis colegas eran sumamente agradables y lograron ganarse mi confianza en poco tiempo. — No estaba molesta solamente que no tenía tiempo de contestar — le escribí mintiendo — a la hora que me escribió estaba ejerciendo presión sobre el pecho de un hombre para que no se desangrara, ni siquiera he tenido chance de tomar un café y Dios sabe que me muero por probarlo. La respuesta a mi mensaje no se hizo esperar una vez que lo envié, mis manos abrieron la respuesta y yo sonreí solo con leer el inicio. — ¿Usted? ¿De que habíamos hablado Lucía? ¿Acaso quieres que te recuerde las veces que te toque, que me pedías que aumentará la velocidad, que hiciste que tuviera una erección dolorosa pero cuando explotaba dentro de ti se sentía sumamente placentera? Ok ya lo último de
— No soy quién para juzgar, muchas veces hacemos cosas que no nos gustan pero que no tenemos otra opción que tomar — le sonreí — así que no te preocupes que en mí vas a encontrar a una persona que te va a comprender y jamás te va a juzgar.Rea se marchó del hospital agradeciendo y pidiendo disculpas, mientras anotaba en el expediente su alta se asomó Adriel. Demonios lo había olvidado por completo.— Al parecer te olvidaste de mí — me dijo sonriendo mientras se acercaba — ¿Cómo se encuentra la chica?— Ya le dieron el alta, ¿Qué haces aquí a todo esto?— ¿Quién es él Lucía?— preguntó la jefa mientras lo miraba descaradamente — deberías presentarlo.— Oh es cierto, jefa él es un amigo se llama….— ¿Adriel Lund?Cuando escuchamos esto volteamos a ver y ahí se encontraba el doctor Fernández quien se acercó a nosotros, las enfermeras junto con las doctoras se reunieron alrededor de los dos hombres y habían algunas que lanzaban miradas lascivas a ellos.— Que gusto verte Thiag
— Te dije que sí vendría, fui al hospital pero Thiago me dijo que te acababas de ir.— Si, el doctor Fernández tiene turno de 24 horas hoy.— ¿Nos vamos?— ¿Trajo su carro?— ¿Trajo? Es en serio Lucía— Disculpa es la costumbre, ¿Trajiste tú carro?— No, vine en taxi por lo tanto tú eres mi medio de transporte.— Entonces sube, supongo que vas a la casa.— Supones bien.Nosotros nos subimos al jeep y en el camino llamé a la chaparrita para decirle que iba a llegar tarde porque me encontraba con Adriel. Llegamos a su casa y pasamos a la cocina en donde él preparó algo de comer y me lo extendió.Estuvimos conversando sin embargo mis pensamientos me traicionaban y lo miraba descaradamente de arriba hacia abajo, él se dio cuenta entonces se aprovechó y se acercó a mi.— Que miradas tan descaradas me lanzas, me siento abusado.— Eres un tonto — dije riendo y él se acercó a mi cuello respirando mi esencia — deja de aprovecharte.— Bien que quieres que me aproveche, no me aleja
— ¿Cómo te llamo entonces? — pregunte riendo.— Por mi nombre gran tonto, te agradezco el gesto que tuviste con el chocolate caliente y Dios junto con mi panza saben lo mucho que lo amo, sin embargo, no iré al hospital hasta la noche.— Bueno no importa porque en otra ocasión tomarás una taza muy grande de chocolate caliente junto con galletas.— Me apetece mucho, ¿Vas al trabajo?— Sí, me había desviado para ir al hospital pero ya que no te encuentras pues me voy al hotel.— Vale, te dejo entonces y me voy a los brazos del hombre que me recibe gustoso cada día.— ¿Morfeo?— ¡Exacto! — dijo divertida — me agrada que pienses tan rápido y sin nada de mentalidad sucia.— No me preocupo en absoluto que estés con otro hombre, te cojo lo suficientemente duro para dejarte satisfecha, así que estoy tranquilo.— ¡Adriel! — me gritó y la imaginé sumamente roja — ya maneja y no hables lascivamente. Yo reí y ella me colgó, no le llamé nuevamente ya que debía descansar y yo manejar
— Se llama Lucía, es una chica fantástica — le dije sabiendo que negarlo era absurdo — como puedes suponer fue la chica que traje al hotel y pase con ella en la suite real.— Ya veo, me alegra verte bien y si necesitas algo solo dime.Yo asentí y entré a mi cuarto, le envié un mensaje a Lucía y ella respondió rápidamente.— ¿Qué tal te fue?— Bien pero todavía me encuentro en el hotel, descansaré un poco y luego me iré de regreso — le escribí — tengo antojos de algo pero no sé de qué.— ¿Cómo así? Se supone que cuando tienes antojos sabes perfectamente que es lo que quieres, yo por ejemplo en estos momentos me encuentro con unas ganas tremendas de chocolate.Bingo, había logrado mi objetivo, escribimos un rato pero luego me dijo que tenía que arreglar su cuarto ya que lo tenía hecho un Jumanji según sus palabras. Pensé en el chocolate que le llevaría y cuando supe cual le fascinaría pero que era imposible de conseguir fue que llamé a la mujer que hacía que lo imposible fuera
— No es nada — le dije — ve que te necesitan.Ella asintió y se fue entonces yo me puse la camisa, al salir la mire hablando con una pequeña que tenía una gran herida en su frente y le decía que todo iba a estar bien.— ¿Quieres tomar mi mano?— le pregunto y ella asintió — bien es hora de la anestesia, no te preocupes que solo va a doler un poco, el doctor Fernández es un buen médico así que tranquila.Lucía no dejaba de mirar a la pequeña y cuando le colocaron la anestesia aunque le dolía sus ojos se clavaron en los de ella y el dolor pasó, la suturaron y luego se fue contenta ya que Thiago le dio una paleta.— Oh ya estás listo — me dijo mirándome — eso es bueno.— Lucía deberías ir a la lavandería para que te laven tu blusa, no puedes andar así.— Tiene razón doctor, enseguida vuelvo.Ella se fue a la lavandería y yo fui detrás, le tomé la mano lo que causó que se sorprendiera pero no rechazo este contacto. Llegamos y una mujer amable le extendió una bata entonces Lucía
Mi pelvis se movió más rápido ocasionando que la presión en su miembro aumentará y él se contuviera, sin embargo eso no duró mucho tiempo ya que yo llegué al orgasmo en el mismo momento que Adriel se corrió dentro de mí.Mire su abdomen y todo su cuerpo y se encontraba embarrado de chocolate, yo me incline un poco y lamí provocativamente uno de sus pectorales lo que ocasionó que él se pusiera nuevamente duro, mi lengua se fue al otro pectoral y gruño.— Lucía me estás matando, mi erección me duele.— No te preocupes que tú estás listo y yo quiero múltiples orgasmos, esos que solamente contigo experimento.Esta vez los papeles se invirtieron, yo me senté un poco ocasionando que su miembro saliera de mí quería entrar nuevamente sin embargo al ver su cuerpo reluciendo con el chocolate lamí mis labios y lo mire con los ojos lujuriosos.Mi lengua comenzó a lamer todo el chocolate que él tenía en el cuerpo, sabía mucho mejor en este momento que hoy más temprano. Adriel gruñía y su erecció
— Vale, nos vemos mañana.Aimee colgó y yo me fui a descansar ya que lo necesitaba, el día pasó volando y ya me encontraba lista para ir a la fiesta de Halloween. Fui al hotel en donde me recibieron únicamente Ai y Saúl, yo buscaba a Adriel estirando el cuello sin embargo este no se encontraba.— Le dije que no viniera ya que no deseas verlo — dijo Aimee sonriendo de lado — pero si tanto quieres verlo puedo llamarlo.— No gracias — le dije arrugando la boca — vamos a vestirnos.Aimee me llevó a su apartamento, este era lujoso a como lo había imaginado y una fotografía con Adriel se encontraba adornando una de las paredes y en la otra se encontraba con los que suponían eran sus padres.— Eres idéntica a tu madre, también Adriel, solo que él salió a su padre también…. Aimee se acercó a mí y sonrió con nostalgia, sus brazos se cruzaron y miró el retrato familiar con una sonrisa triste.— Esa fue la última foto familiar que tuvimos antes de que los mataran.— ¿Qué pasó con los