— Así es, ¿Aceptas el trabajo?
Fui feliz, no lo pude negar, finalmente podía trabajar y ya no tendría que estar escuchando la misma cantaleta de Lina sobre esto. Llegué a la casa y en el momento que anuncié que obtuve el trabajo solamente fui felicitada por mi nani y la chaparrita.
— ¿Acaso no piensas felicitarme? — le pregunté a Lina — pensé que te ibas a alegrar.
— No veo porque felicitarte por algo que simplemente es tu responsabilidad, ahora deja de hacer tanto alboroto por un simple trabajo de enfermera y déjame ver las redes sociales.
— Por cierto Lina — habló Carlos — necesito unas cosas para la universidad, dame dinero.
— Lucía — habló Lina — dale dinero a tu hermano.
— ¡¿Qué?! ¿Acaso es una m*****a broma lo que estás diciendo? Apenas hoy fue que conseguí trabajo, no tengo dinero para darle a Carlos además eso no es mi responsabilidad.
— Yo no tengo dinero tampoco, mañana mismo pides un adelanto y le das a Carlitos la plata que necesita para su universidad.
Me molesté tanto que preferí irme de donde estaba, empecé a llorar como siempre solo que esta vez no sabía si era de rabia o de dolor. Al día siguiente me fui a trabajar con completa normalidad, la niña Anayanci quién era mi jefa me presentó al joven Jorge que es su hermano mayor.
— Niña, disculpe que la moleste desde ahorita pero necesito un pequeño adelanto, hay algunas cosas que debo cubrir.
— No te preocupes, hoy mismo iré a sacar dinero del cajero para darte el pago de la quincena.
Le agradecí mucho y ella se fue a trabajar, el joven Jorge fue muy amable conmigo a un punto que pude sentir como si fuera parte de la familia. Le di los cuidados necesarios a la señora Amalia y su hijo terminó por felicitarme debido al buen desempeño.
La niña Anayanci llegó y me dio el adelanto de mi quincena, después de darle el reporte del día terminé por irme a la casa en donde le di lo suficiente a Carlos para que pudiera comprar las cosas que necesitaba para la universidad.
Al día siguiente fui a trabajar con completa normalidad, seguí la rutina de siempre y las horas transcurrieron tan rápido gracias al joven Jorge quién empezó a hacerme preguntas un poco personales pero siempre en el margen del respeto.
— ¿Qué me cuentas de ti? — el joven tomó café — vamos, no seas tímida y cuenta.
— Nada interesante, soy la hija menor, tengo 22 años, vivo con mi abuelita, mi mamá, mi tía y mi hermano.
— ¿Tienes novio?
— No, dígame, ¿Quién se va a fijar en mí?
El joven Jorge me miró de pies a cabeza y sus ojos reflejaron duda en ese momento
— No veo que tienes de malo
— Es todo un caballero pero es imposible que alguien con este físico pueda tener un noviazgo
— ¿De qué hablas? Yo miro una mujer con unos ojos hermosos, dos pies, dos manos y una sonrisa hermosa además de que trabajas y ganas tu propio dinero
— Mis dientes están chuecos, joven y tengo que trabajar para vivir.
— Deja de ser tan dura contigo misma, si tienes razón al decir que tienes que trabajar para vivir, pero muy pocas mujeres piensan de esa manera, muchas chicas buscan un noviazgo o un matrimonio para que las mantengan, sin embargo, tú eres todo lo contrario.
Terminé de tomar mi café y comer el pedazo de pastel de galletas de limón que me ofrecieron y fui al cuarto de la señora Amalia, el joven Jorge llegó a la habitación para ver a su madre, ella en esos momentos se encontraba dormida así que no pude darle el pastel.
Luego de unas horas se despertó pero se puso agresiva cuando el joven Jorge le negó otro pedazo de pastel, me vi obligada a sedarla ya que estaba demasiado violenta, una vez que se lo puse ella se quedó profundamente dormida.
El joven Jorge me dijo que me curaría, no me di cuenta de que tenía un rasguño en mi rostro y se derramaba una gota de sangre.
— No se preocupe que yo puedo curarme
Yo fui al baño y ahí me cure el rasguño que doña Amalia me había hecho, me querían sacar temprano pero no quise, aún faltaba media hora, sumando a eso tenía que dejarle el medicamento preparado a la niña Anayanci.
Me puse a preparar el medicamento para la señora Amalia y luego me puse a revisar que todo estuviera en orden.
El joven Jorge insistió en sacarme temprano así que no tuve más opción que irme, estando en la parada de buses mire el carro de la niña Anayanci, vaya hasta que hay un día que ella viene temprano.
Se ofreció a llevarme a casa, así que accedí y ella me llevó. Al llegar la hice pasar, entonces se la presenté a todos, la acompañé a su coche en donde me dijo que el día de mañana estaría conmigo debido a que fumigarán el despacho.
Ella se marchó y yo fui a cambiarme de ropa, Lina se encontraba jugando en la computadora como siempre y yo decidí mirar televisión. Cuando la cena estuvo lista comimos mientras mirábamos un programa cualquiera y luego nos fuimos a dormir, me levanté temprano para ir a trabajar y comenzar a prepararme.
Llegué a la casa y entré directamente al cuarto de la señora Amalia, ahí se encontraba la niña Anayanci. Doña Amalia seguía dormida debido a la inyección que le puse ayer por lo que aproveche en bañarla y en lavarle los dientes
Yo hice mis cosas y luego me senté pero la niña Anayanci me acompañaba mientras platicábamos, tocamos el asunto del día de ayer, me encargué de explicarle todo, me preguntó por mi herida con mucha preocupación así que la tranquilice.
El día pasó sumamente rápido, el joven Jorge llevó a su novia, una mujer muy guapa además de amable, ella no me hizo menos debido a lo que soy y al físico que tengo…
Oscuridad, eso era lo único que veía, mi cabeza dolía a un punto muy grande y podía sentir que estaba húmeda una zona de esta parte, una voz masculina me llamaba angustiada, al abrir mis ojos miré al joven Jorge que tomaba mis manos, él se miraba sinceramente preocupado.
— ¿Qué me ha pasado? — toqué mi cabeza — ouch, ¿Qué sucedió, joven?
— Mi madre te golpeó, por suerte iba pasando por ahí y miré todo.
— ¡La señora Amalia!
Me impulse para levantarme sin embargo un dolor en la parte de atrás de mi cabeza hizo que me pusiera la mano en la zona afectada y pude sentir una gasa.
— Shhh no te levantes, vamos recuéstate a la cama.
Me recosté a la cama y al ver a mi alrededor me di cuenta que me encontraba en el cuarto del joven Jorge
¡No puedo estar aquí!
Me levanté pero un mareo se posesionó de mí, dos manos me sujetaron fuertemente, al ver, se trataba del joven Jorge.
— Realmente eres terca mujer.
Me sentó en su cama, la niña Anayanci entró a la habitación, ella me toco la mano y pude ver que tenía lágrimas en el borde de sus ojos.
— Tenemos que hablar….
Siempre que alguien iniciaba con esa frase en definitiva no era algo bueno, suspire y la mire para esperar que hablara.
— Lamentablemente tendremos que prescindir de tus servicios, vamos a internar a mamá en un psiquiátrico por recomendación del psiquiatra.
— Pero niña, solamente fue un accidente y nada más.
— Tienes 7 puntadas en tu cabeza por el golpe que te dió mamá y dices que no fue nada más, comprendo que necesitas el trabajo pero no puedo poner en riesgo ni tu vida ni la de nosotros.
Suspiré pesadamente y accedí, ellos me liquidaron, el psiquiatra ya había hecho las llamadas correspondientes para el psiquiátrico y se encontraban afuera.
— ¿Acaso ya se la van a llevar? — preguntó el joven Jorge — pensé que sería dentro de unos días.
— Si — respondió el psiquiatra — Amalia ya no puede permanecer aquí ya que es demasiado arriesgado para ustedes.
— Denme un tiempo — dijo la niña Anayanci — iré a empacar sus cosas…
— Solamente serán necesarias las cosas de limpieza, en el psiquiátrico se le pone uniforme.— Muy bien.La niña Anayanci trataba de mantenerse fuerte y el joven Jorge igual pero cuando la sacaron ella estaba consciente.— ¿Me llevan a pasear? — preguntó ilusionada — ¿Adónde vamos?Al escucharla no pude contener las lágrimas entonces me acerqué a ella y le di un beso en su cabeza blanca.— La quiero mucho señora Amalia.— Yo también mi niña y perdóname por lo que te hiceElla me abrazó pero de repente cambió y me estaba ahorcando, los muchachos la sostuvieron fuertemente y ahí fue cuando el joven Jorge se desmoronó.— Joven…Él me abrazó fuertemente mientras sus lágrimas caían por mi cuello, yo correspondí el abrazo y no pude evitar llorar.— Shhh todo va a estar bien, joven.— No quiero que se vaya.— Es lo mejor para ustedes, créame.Una vez que se la llevaron mire como la niña Anayanci se puso peor que el joven Jorge, sin embargo logró reponerse.— Tenemos que ser fuerte
Terminé siendo contratada de manera temporal al cuido de dos nenas y me esforcé al máximo, mi jefa se encontraba contenta de mi desempeño pero como no todo es para siempre termine siendo despedida debido a que el esposo de la señora se quedó sin trabajo.— ¿De nuevo te corrieron? — preguntó Lina con desprecio — ya me tienes harta, ¿Acaso no puedes mantener el empleo al menos por un año? — Comprende que no fue culpa mía, llamaré a los lugares donde metí papeles para ver si todavía están solicitando personal.— Por tu bien espero que sí, porque yo ya no puedo mantenerte.— No te preocupes que no te daré molestias — le contesté molesta — se supone que eres mi mamá pero eres peor que una enemiga.La relación entre nosotras había empeorado ya que ella se empeñaba en fastidiarme la vida y desde que empezó a utilizar las redes sociales solamente sabe estar metida ahí, a excepción de cuándo va a su trabajo.Llamé a todos los lugares pero me dijeron que ya habían contratado a alguien
— Eso sí que no — le arrebate su cartera — ese dinero me lo dió un señor muy amable, lo escondí porque necesito unas cosas de aseo personal y no pienso dártelo para tu macho.Terminé por sacar el dinero así que lo guardé en mi bolsa, Lina intentó quitarlo pero en el momento que no pudo hacerlo empezó a pegarme en repetidas veces, me lanzó al suelo y ahí me pateo hasta que se quedó cansada.— Eres lo peor que me ha pasado — ella escupió — maldita sea la hora que te parí.Un charco de sangre se formó en el sitio donde estaba, Carlos llegó hasta donde estaba y en el momento que me miró fue como si no hubiera visto nada así que simplemente se fue a su cuarto. — ¡Lucía! — gritó la chaparrita — pero qué te ha pasado, niña mía.Ella junto con mi nani me ayudaron a levantarme y me llevaron a la cama, Lina en el momento que me miró fue como si hubiese visto una bolsa de basura que simplemente esperaba el tren de aseo para ser arrojada.— Ya no quiero seguir durmiendo aquí — hablé —
Cuando Lina fue a verme y me miró con una lágrima rodando en mi mejilla, sus ojos se dieron vuelta en un gesto de frustración.— ¿Qué pasó? Ve adentro, si no quieres estar al lado de mi nani voy a ir yo.— Mi mamá va a ser trasladada a cuidados intensivos, ya lo van a hacer, realmente no quería quedarme aquí pero no tengo otra opción ya que tú no tienes la autoridad para tomar decisiones, ni en eso eres buena.No quise decirle nada porque no era el momento o el lugar para discutir. Después de unos minutos la sacaron para llevarla a ese lugar, ella estaba con sus ojos cerrados y yo movía mis pestañas para no llorar.Las normas prohíben que nosotros estuviéramos ahí por lo que nos quedamos en el pasillo con otras personas que tenían a sus familiares en el mismo lugar que mi nani. Fui a comprar unas cosas que nos pidieron y una vez que las tuve se las entregué a la enfermera. Tuve que irme a la casa porque no me había bañado por todo el movimiento que hubo tan temprano, al llegar le di
— ¡He dicho que no! ¿Acaso te has vuelto loca? No pienso abandonar a mi nani solamente porque parezco un poco cansada.— Tienes que convencerla — ella miró a la chaparrita — tal vez a ti te haga caso.— Ven Lucía, tenemos que hablar — ella me tomó del brazo y me llevó aparte — escucha niña mía, es necesario que descanses, te miras demasiado agotada y no puedes seguir así ya que te puedes enfermar, sabes bien que en estos momentos no es conveniente.— Pero mi nani tiene que tener un familiar presente, no podemos dejarla solo con esa enfermera.Al final el doctor dijo que era necesario que un familiar se quedará presente incluso si estaba la enfermera, Lina decidió quedarse con la condición que mañana tendría que quedarme todo el día a pesar de que iba a llegar la señora que habían contratado.— Muy bien, yo me quedaré sin ningún problema pero por hoy te quedas tú.La chaparrita y Lina entraron a ver a mi nani, luego de que la visita fuera hecha me fui a la casa acompañada de m
— Carlos necesito que te regreses — le dije omitiendo la verdad debido a que iba en carretera porque ya trabajaba y justo hoy fue a su trabajo, si le decía esto probablemente ocurriría otra tragedia — por favor es urgente.— Ya Lina me dijo lo que pasó, voy en camino así que deja de fastidiarme la vida.Colgué ya que no era ni el momento, ni tampoco el lugar para discutir con Carlos. Al cabo de unos minutos me llamaron para que pasara a ver a mi nani, seguí todos los protocolos que me exigían y la fui a ver. Entre a la sala y estando ahí me fui sobre ella para llorar, quería llorar quizás el dolor aminoraba pero sinceramente por muchas lágrimas que había derramado no me sentía ni un poco mejor.— Nani, no me haga esto, usted no está muerta solo se encuentra dormida, vamos abra sus ojos — le intente ayudar pero no hubo respuesta por su parte y solamente pude ver que el brillo que tenía antes ya no lo poseía — señora bandida, vamos despiértese, no me haga esto por favor, ¿Qué voy
— Ven aquí — Lina me tomó bruscamente del brazo — tenemos que hablar. Ella me llevó a su cuarto, no me gustaba este sitio así que intenté irme pero fui detenida por mi cabello y Lina me jaló hacía atrás. — ¿Ya terminaste de hacer tu espectáculo? Las personas están viniendo y tienes que atenderlas porque yo no pienso hacerlo, me sentaré para recibir el pésame que me van a dar por la muerte de mi mamá. — ¿Acaso no tienes miedo de morderte la lengua y matarte con tu propio veneno? — ella me intentó dar una bofetada pero la detuve — ya me tienes harta con toda tu hipocresía, ambas sabemos muy bien que la muerte de mi nani no te duele en absoluto y podría jurar que hasta te encuentras feliz por esto. — Tu padre no solamente me dejó por tu culpa si no también por culpa de mi mamá, ella se negaba a darle la comida porque supuestamente no trabajaba. — Realmente tu cinismo me sorprende cada vez más, no mereces la madre que tuviste y no te lo digo por el aspecto positivo. Salí d
Ella se fue pero yo me quedé de donde estaba, luego de unos minutos se devolvió hecha una fiera y me tomó por el cabello para empezar a arrastrarme por todo el sitio, me dolía no lo negaba pero el dolor que tenía en el corazón por la ausencia de mi nani era peor. Al llegar a la casa comencé a arreglar, llegaron unas cuantas visitas a buscar a Lina así que decidí ir a su habitación para buscarla, toqué la puerta y ella abrió entonces le dije que la buscaban.— Ya voy, ve atendiendolas como la buena criada que eres y no protestes.Me quedé de pie mientras miles de pensamientos transcurrían por mi mente, al mirar a Lina me sorprendió el momento en el que ella utilizó lágrimas falsas, se puso una buena cantidad y dió la vuelta.— Si dices algo ten por seguro que lo que te hice en el cementerio te va a saber a gloria, ahora ve a atender a mis invitados.Fui a la sala y en el momento que miré como Lina se lanzó a los brazos de sus visitas para llorar de manera incontrolable solamente pud