Taolath y Gideon se encontraban de camino hacia la casa del rizado como ya era costumbre, solo que esta vez se llevarían una gran sorpresa. Una vez que estaciono el auto, frunció el ceño cuando vio en la casa de Harry muchos hombres de trajes negros parados con armas.
— Pero... ¿Qué mierda? —soltó el moreno.
— No pueden estar aquí, jóvenes —se les acercó uno de los gorilas.
— Nosotros solo hemos venido a buscar a Harry Hamilton —dijo Gideon y el hombre asintió.
— Sus nombres, por favor —miró a Taolath y viceversa.
— Gideon Labrot y Taolath Praz —respondió el morocho.
Liam estaba furioso, estaba bastante enojado con él y con el mundo. Harry no se podía ir como así, no lo podía dejar y más ahora que lo necesitaba,era imposible.Él ya ni quería ir a la escuela, su plan se fue a la mierda, de eso no había duda. Su oficina estaba hecha un asco total, los papeles importantes estaban esparcidos por el piso, los cuadros estaban rotos.El timbre de su casa sonó con insistencia y él solo suspiró con frustración.—Espero que sea bueno lo que nos tengas que decir —dijo Daldon, entrando al igual que Josh.— Harry se fue, su maldito padre descubrió todo lo que le hacía o mejor dicho sabe que me acostaba con él —pas
El día de la graduación había llegado, al fin los chicos podían salir de ese infierno al que llamaban escuela. Muchos desearían salir de ese lugar al que llaman escuela, instituto o secundaria, al igual que yo, pero ese no es el punto.A lo largo de estos meses pasaron muchas cosas, nadie nunca supo que dos profesores tenían un romance con alguno de sus alumnos o mejor dicho con dos de ellos. Nadie se podría imaginar eso. Pero lo más importante de todo eso es que paso con Liam. Pues bien.Liam hizo lo pedido por su padre en la carta, fue directamente a los Ángeles - California. Allí encontró a la persona que menos se imaginaría atendiendo los negocios de su padre.Michael Clifford: si no se acuerdan de él. Es el mismo que lo a
Desmond se encontraba de camino hacia la reunión más grande de su vida. Se reuniría con el magnate en este aspecto, con el hombre del que las personas tanto hablan.Salió de su casa con el rostro serio como siempre, iba sólo por petición de su próximo socio. El hombre misterioso le había indicado que debía de ir solo porque él ya le tenía un acompañamiento con otras mujeres.De algo estaba seguro y es que le era infiel a Caandil desde hace más diez años, poco antes de que Danna muriera. El hombre que lo había citado le dijo que se divertiría bastante con él como nunca antes había hecho.Nadie sabía cuál era su nombre, nadie sabía dónde atacaría, nadie sab&ia
Dosañosy medios después.Ya habían pasado más de dos años desde que Harry había desaparecido, como si se hubiese esfumado.Las cosas iban bien para Josh y Taolath. El mayor había renunciado a su trabajo poco después de que Taolath se había graduado en la escuela, tenía dinero de sobra para mantenerse a él y a Taolath sin necesidad de trabajar.Josh portaba una fortuna, o sea, la de su padre quien había muerto hace un tiempo antes de que él conociera a Taolath, pero eso no impidió que entrara a trabajar en la escuela y no se arrepiente de eso.Por otro lado, estaba la pareja
Tresdíasantes. La Habana- Cuba.— ¿Estás seguro de que quieres ir? Sabes que cuentas conmigo en todo —dijo Michael, acomodándose en el sillón.— Sí quiero ir, es momento de arreglar los problemas de una vez por todas, al fin y al cabo llegaría el día en el que tenga que enfrentarme a él —susurró, mirando a su hijo con un chupete en la mano.— Es muy hermoso tu bebé, tiene algo de ambos —admiró al pequeño niño que estaba muy entretenido.— Si, es así. Mi hijo es mi todo —murmuró.— Lamento lo que pasó hace años, no pensé en las co
La ropa desapareció de sus cuerpos y ambos desnudos se encontraban en la cama, sabiendo que deseaban eso desde hace mucho tiempo.Harry sentía que se derretía con cada beso que Liam le daba en cada parte de su cuerpo. Estaba seguro de que Liam no había estado con nadie más después de que él se fuera de Londres, Michael le había dicho que Liam los traía a la casa y en menos de dos minutos ya los estaba echando a la calle.— Espere tanto este momento para tenerte conmigo —susurró Liam, en su cuello antes de dejar una marca en ese lugar.— Yo también esperé tanto esto —concordó, gimiendo suavemente.Bajó sus besos por su mandíbula, por el pe
Harry Hamilton estudiante de dieciocho años, es inteligente, muy amigable sólo con sus amigos de la infancia Gideon y Taolath. Su vida cambia cuando conoce a su profesor Liam Jackson.Toda su vida se vuelve un caos total, ese hombre lo obligará a hacer cosas que nunca había experimentado en su corta existencia. Liam tiene una meta, tener a Harry debajo de él gimiendo de placer o de dolor, eso a él no le importa. Lo que le importa es que quiere tenerlo para él y solo para él.Pero detrás de esta historia se esconde un secreto por el cual Harry
Harry se levantó como todos los días como de costumbre, para ir a la escuela. Va al baño y dura en la ducha quince minutos.Se coloca el uniforme, peina su manta de rizos y sale de su habitación. Ve a sus padres desayunando como de costumbre, su madre viendo revistas de moda y su padre con el periódico. Eso no es nuevo para él.— Buenos días, padres —saludó, tomando un poco de jugo de naranja.— Buenos días, hijo —respondió su padre, bajando el periódico para observarlo.— Buenos días, hijo —contestó su madre, sin apartar la vista de la revista.—Ya me tengo que ir, ya es un poco tar