Siguen sus besos por el borde de mí mandíbula, hacia mi cuello, deseo a cada centímetro que no pare, sus manos se posan en mis muslos y de una sola intención me levanta y hace que rodee su cintura con ellos mientras él sigue besando mi piel, dando pequeñas mordidas, baja hasta mi hombro y sucumbo ante cada figura que dibuja con su lengua en mi piel.
Por un momento regresa su rostro hacia el mío, sus ojos rojos como la sangre, arden en deseo, aprieta sus dientes con fuerza, como intentando contenerse al mismo tiempo que aprieta mis muslos, noto desesperación en él. De manera inconsciente, casi automática acaricio su rostro con mis manos, jamás me creí capaz de brindar caricias tan llenas de compasión y cariño y menos a un vampiro. Intento calmar su dolor, intento calmar su desesperación, él simplemente cierra los ojos dejándose llevar por ellas, disfrutan
—Sé... que... tal vez no es buena idea... pero... quisiera hacerlo— no tengo fuerzas para verlo a la cara —no quisiera que regresara a ese orfanato... no se lo merece.—Oye... si estás tratando de compensar alguna culpabilidad, esa no es la forma... lo sabes, ¿verdad?—, séque no se trata de compensar nada, simplemente quiero hacer algo bueno por ese niño.—Cliff... en verdad deseo adoptarlo.—Mira... yo que sepa... se necesita de una pareja estable y lo más estable que has tenido es... Tristán... pero después de lo de ayer quien sabe cómo siga eso— dice con rostro sorprendido y a la vez molesto. Suspira con fuerza antes de continuar —no tenemos problema por el nivel socioeconómico, pero... estás enferma... y no hablamos de una simple gripe y lo sabes... ¿qué pasará con esa criatura el día que mueras?
—Bien... yo... yo me tengo que ir, tengo que ver lo de la adopción... con permiso— dice Cliff disculpándose.—¿Adopción?—, voltea a verme Raúl con alegría y brillo en la mirada —¡ey!, ¡espera!, ¡yo voy contigo!—, sale corriendo tras de Cliff mientras este aprieta el paso.—¿Qué?, no... vete niño, esto es serio— alcanzo a escuchar a Cliff repelando, pero no logra deshacerse de Raúl, me da gracia el ímpetu que tiene.—Bueno... yo me llevo al nuevo guardián... le mostraré el lugar ya que ayer no fue posible— dice Pierre mientras le da un golpe en el brazo a Germán y ambos caminan hacia la puerta.—Creo que solo quedamos tú y yo— dice Tristán con una sonrisa en los labios, se acerca demasiado y siento que me empiezo a poner nerviosa.&m
Tristán me da un beso en la frente antes de regresar por las puertas por las que entramos, dejamos a todos los forjadores y sus medidas de seguridad detrás de nosotros. El día aún comienza, así que lo pasamos juntos, paseando como una pareja normal, creo que es algo que me hacía falta últimamente, caminamos entre las calles, compramos dulces, vamos al cine. Platicamos de todo excepto de cualquier tema que tenga que ver con los cazadores o su padre.Hace mucho que no pasaba algo así en mi vida, algo normal y no es que me queje de mi forma de vivir, es solo que no conocía otra cosa, todo era pasar de cazar vampiros a lobos, infiltrarme, buscar, perseguir, ser perseguida y aunque no podría vivir de otra forma, no lo concibo, de repente tener un día normal con mi prometido, tener una cita de novios, sin pensar en monstruos, es lindo, incluso por un momento me doy cuenta que Kronos no se mete en mi mente,
—No es un mal nombre... ni tosco— escucho la voz de Kronos detrás de mí, entra con paso seguro y quitado de la pena con su copa en la mano, se sienta a lado de Pierre y ve al niño fijamente.—Es un nombre genial— le digo a Raúl quien parece emocionarse.—Supongo que podemos empezar a llamarte así... Travish... suena bien— dice Cliff sentándose a su lado.Una vez que queda establecido el nuevo nombre de Raúl empezamos a comer, Kronos se limita a tomar de su copa, nos ve a veces con curiosidad, pasa su mirada por la comida y participa en nuestra plática con comentarios sarcásticos, no deja de lado su encantadora forma de ser, pero por lo menos creo que cada día interactúa con nosotros de una manera más sana.—Señorita Artemisa— escucho la voz de una de las chicas detrás de mí. Me lev
Cuando llegamos a recibidor veo a Kronos quien ya estávestido para la ocasión, un traje negro con chaleco del mismo color, corbata negra y camisa azul marino, casi del tono de mi vestido, tiene una mano guardada y en la otra una copa de vino, su cabello estárecogido en una cola de caballo baja, me quedo sin aliento, en verdad es un hombre muy guapo, en cuanto levanta su mirada mi corazón se acelera, sale de sus casillas y empieza a azotarse sin control en mi caja torácica, intento mantener mi rostro serio, que no se note que estoy colapsando, desvío mi mirada y termino de bajar las escaleras. Una vez ahí veo a Travish correr hacia mí, me sorprende de cómo me veo y sonríe.—Te ves muy bonita— dice emocionado viéndome de arriba a abajo.—Gracias— le guiño un ojo y noto que detrás de él viene Germán terminando de arreglarse las manga
—Bien, si... aquí está— el primer ministro revisa unas hojas —aquí está la declaración que me entregó su mayordomo, el señor Burtón— levanta la mirada de nuevo hacia nosotros y después hacia Stonethunder —bien... entonces incendiar el Hospital G. A. fue innecesario... señores... no tengo problemas con sus actividades, pero ese era patrimonio del gobierno destinado a los ciudadanos, no pueden destruir así como así las cosas... de ahora en adelante la destrucción de edificios está prohibida y será sancionada, donde se haya presentado un evento de esta magnitud solo serásitiado hasta la completa erradicación de los neófitos y la desinfección pertinente, evitando que las bestias salgan y lastimen a los ciudadanos, pero ya no se permitirá el uso de fuego, misiles o lo que sea que quieran usar o se imaginen para des
—Son los pacientes del hospital... los que lograron salir antes del problema— levanto la vista de nuevo y noto como Germán ve el frasco con recelo —son las cápsulas que usan en ellos, tienen sangre de vampiro.—Era esto lo que olía— dice con angustia y voltea a verme lentamente. Noto que ha decidido usar su voz para expresarse —Claire y otros más, incluidos yo... robamos las camionetas que llevan sangre desde el hospital central para ayudar a alimentar al clan de su esposo, de Armand, para que no busquen atacar humanos... cada cierto tiempo lo hacemos, robamos la camioneta para que no parezca que su padre, Dieter, tiene algo que ver— regresa su mirada hacia el frasco —ayer... no regresé a tiempo porque les ayudé... mi olfato y el olfato de un compañero nos decía que había sangre en esa camioneta— lo veo apretar sus labios —cuando abrimos los contene
No pasa mucho tiempo hasta que Tristán hace público nuestro compromiso, me pide acercarme a él mientras da las buenas noticias, todos aplauden y gritan de emoción mientras Tristán me abraza emocionado, la fiesta se torna una cascada de felicitaciones y buenos deseos, no faltan los amigos más allegados a él que empiezan a dar su opinión sobre cómo debería ser la boda, o que incluso se ofrecen a organizarla, y claro, todos preguntan la fecha.—Lo más pronto posible— responde Tristán con educación mientras yo me pregunto ¿a qué se refiere con eso?—Cuando dices eso.... ¿a qué tan pronto te refieres—A lo más pronto... si fuera por mí, mañana mismo— lo dice con una sonrisa en el rostro, lo veo tan feliz y confiado, después de lo que vi en ese sótano no séqu&eac