44.

Siguen sus besos por el borde de mí mandíbula, hacia mi cuello, deseo a cada centímetro que no pare, sus manos se posan en mis muslos y de una sola intención me levanta y hace que rodee su cintura con ellos mientras él sigue besando mi piel, dando pequeñas mordidas, baja hasta mi hombro y sucumbo ante cada figura que dibuja con su lengua en mi piel.

Por un momento regresa su rostro hacia el mío, sus ojos rojos como la sangre, arden en deseo, aprieta sus dientes con fuerza, como intentando contenerse al mismo tiempo que aprieta mis muslos, noto desesperación en él. De manera inconsciente, casi automática acaricio su rostro con mis manos, jamás me creí capaz de brindar caricias tan llenas de compasión y cariño y menos a un vampiro. Intento calmar su dolor, intento calmar su desesperación, él simplemente cierra los ojos dejándose llevar por ellas, disfrutan

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP