—Difícil comienzo, nací y crecí en Grecia, específicamente en Esparta... aunque podría jurar que mi madre era Ateniense— dice concentrándose en recordar. Me quedo sorprendida, ¿tan viejo es?, decido evitar mis comentarios y dejar que prosiga —tenía una esposa... Kassandra, una mujer de mirada dulce, piel canela, ojos verdes y un cabello negro como el carbón, era fuerte... decidida, en Esparta tanto hombres como mujeres eran adiestrados para la pelea, era un lugar donde tu género no te deslindaba de las obligaciones hacia tu pueblo.
—¿Ella fue la madre de tu hijo?—, le pregunto con algo de miedo por incomodarlo.
—Sí, de nuestro Alexios, mi pequeño— su voz es apenas audible, como si hablara solo para él —tenía todo, una mujer buena, un hijo que era mi orgullo, pero en ese entonces las guerras eran crueles, san
Corremos hacia dentro, abrimos las puertas de un solo golpe, vemos al padre de Pierre sobre el altar tratando de no ser devorado, sin dudar levanto mi revólver y apunto con el brazo firme, se mueven mucho y escucho a Pierre intentando disuadirme de mejor acercarnos, pero no hay tiempo, todo pasa en segundos, el tiempo se vuelve carente de sentido y dirección, jalo el gatillo, siento como el percutor golpea iniciando la detonación, la bala sale del cañón y se impacta contra el cráneo del vampiro que tenía la boca bien abierta y los colmillos expuestos hacia Dean, antes de que el cuerpo caiga se vuelve polvo que se alza con el viento y se dispersa por el templo. Pierre corre hacia su padre mientras este trata de levantarse del altar, se ve cansado y herido, pero nada de gravedad.—¿Dónde está mi padre?—, es lo único que soy capaz de decir mientras me acerco a ellos, Dean me ve fijamen
Apunto mi pistola hacia un lobo grande y rubio que queda justo debajo de mí, disparo el gatillo dos veces antes de caer con las rodillas sobre sus hombros, cada bala impacta en su cráneo, cuando su cuerpo toca el piso sirve como colchón para evitar que me lastime, apoyo mi mano libre sobre su pecho y cuando recobro la compostura él se sacude y se convierte en humano. El lobo más grande me ve con odio, su pelaje es castaño y sus ojos irradian ira, me enseña todos sus dientes mientras que los otros dos lo flanquean imitando su postura, yo no dudo en apuntarles.—¿Hablamos?—, pregunto sabiendo que pueden escucharme aunque dudo que quieran negociar.El líder retrocede mientras que los otros dos se ponen frente a él, el primero, un lobo gris se lanza contra mí, doblo mis rodillas, me flexiono hasta que mi espalda queda plana sobre el piso, él pasa por encima de mí si
—¿Quécarajos se traen ustedes dos?, mejor hubiera venido con Armand— escucho una tercera voz, es una mujer, cuando entra se sorprende de mi presencia y ve a los dos hombres frente a mi esperando una respuesta.—No me veas así, ya buscamos y lo único que encontramos fue a esta mujer y no tiene pinta de lobo malvado— dice el tal Luis disculpándose, me llama la atención sus palabras.—¿Lobo?—, los veo fijamente, ¿será que buscan lo mismo que yo?—Je, no hagas caso— dice Germán disculpándose nerviosamente, pero ya es demasiado tarde.—Creo que buscamos lo mismo señores— regreso al sillón y me siento de nuevo con más confianza.—¿Perdón?—, dice la chica acercándose molesta.—¿Que hacen un lobo, un vampiro
Avanzamos a gran velocidad por las calles y avenidas sin ser capaz de hablar sobre lo que pasó y sinceramente no sé si quiera hablarlo, estaba a punto de morderme y yo a punto de dejar que lo hiciera. En cuanto llegamos a la mansión entramos en silencio, sin siquiera vernos a la cara, tanto Cliff como Pierre no se encuentran, supongo que han de estar ocupados, yo de inmediato subo las escaleras hasta que su voz hace congelarme por completo.—Artemisa— volteo a verlo, me aferro al barandal, noto sus ojos azules intensos clavados en mí. —Yo... yo...— parece que no sabe por dónde empezar, parece apenado, parece confundido.—No... es necesario que digas nada... en serio— le digo intentando que simplemente olvidemos lo ocurrido, creo que no hay otra opción. Él me ve fijamente y empieza a subir los escalones.—Solo quiero aclarar que yo jamás te lastimaré— pa
Seguimos comiendo tranquilamente, cuando voy por mi cuarto waffle tocan a la puerta del comedor, se levanta Cliff a abrirla y una de las chicas de servicio entra haciendo una ligera reverencia, volteamos a verla fijamente.—Señorita Artemisa... viene el señor Iron acompañado de dos personas... esperan verla— todos se quedan contrariados por la noticia, me ven fijamente esperando a que diga algo.—Voy... llévalos al despacho, no tardo— le digo y mientras ella desaparece detrás de la puerta yo me limpio los labios y me levanto de la silla rápidamente.—¿Señor Iron... de Seguridad Privada Iron?—, dice Pierre pensativo antes de tomar otro bocado.—Sí... ayer conocí a su hija, es una historia larga, después se las cuento— les digo con una sonrisa mientras doy media vuelta y me dirijo hacia la puerta.—¿Después?
—Claro, puedo volverlo un guardián de la casa Stoneblack mientras salimos de esta duda— dice Claire apoyando el argumento de su compañero mientras que yo no puedo fingir mi cara de estrés.—Yupi... otra bestia en la casa Stoneblack— dice Cliff en respuesta a mi cara. Caigo de nuevo en mi asiento, algo frustrada y molesta.—¿No hay otra forma?—, noto que todos me voltean a ver, algunos sorprendidos otros riendo, pero tengo toda su atención.—Solo será en lo que confirmamos lo de Stoneblack... además... serála excusa perfecta, iremos de nuevo a su mansión para que presentes a tu guardián nuevo y en ese momento Germán podrá identificar al lobo— dice Pierre y suena bien, después de todo pareciera que puede funcionar.—Entonces que así sea— le digo mientras intento resignarme
—Pues... tiene una infección en vías respiratorias bastante complicada— dice Tristán algo contrariado y nervioso —con los medicamentos que le inyectéespero que mañana recobre la consciencia y sobre todo empiece a mejorar— ve a Cliff directamente a los ojos, parece que el pronóstico es malo.—Bueno, pero... se salvará— dice Pierre tratando de ser optimista.—Cliff... ¿podemos hablar a solas?— pide a Tristán esperando que Pierre y yo salgamos, pero claramente yo no pienso hacerlo, el único que hace caso es Pierre, es el único que sobra. Tristán me ve molesto esperando a que yo también salga, Cliff se interpone entre los dos.—No es necesario que Kronos salga— alega por mí Cliff, noto la frustración en la mirada del doctor, cosa que no me importa, al contrario me alegra que mi presencia lo i
Desde los ojos de ArtemisaNoto que Tristán se pone rojo, solo espero que no esté confundiendo las cosas, no tengo tiempo de tratar con celos enfermizos, Kronos se levanta de la cama y acomoda su camisa mientras Tristán no le quita la mirada de encima, Cliff pareceesperarlo mismo que yo, el momento en que estos dos empiecen a pelear, si de por si no se llevan muy bien. Cuando la mirada de Tristán se dirige a mí noto la confusión y la desaprobación. Intento levantarme, pero de inmediato él me detiene, se acerca y me toma por los hombros.—¿Cómo te sientes?—, me dice tratando de hacer a un lado su molestia —¿se controló la fiebre?—Sí, pero... no de manera muy rápida... ahorita ya me siento mucho mejor... ¿qué me diste?—, le pregunto con curiosidad mientras se sienta a mi lado.—Anti