CAPÍTULO 20

Valentina no recordaba haber visto luces como aquellas, ondas como aquellas, y Fabio no recordaba haber visto a una persona tan extrañamente feliz lanzando rocas al agua. Le acarició la nuca con movimientos cíclicos y adormecedores. Estaba sentada sobre el entablado del muelle, con las piernas abrazadas y la cabeza recostada sobre las rodillas. El vestido celeste le

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