Fabio apretó los puños y alcanzó la toalla, la estiró frente a la bañera y cerró los ojos. Sabía que ella había querido decir “nadie”, nadie la ataba a Córcega, y le agradeció que tuviera el tacto suficiente como para no intentar herirlo.
Valentina escuchó el sonido de las motos de nieve y se apresuró a vestirse mientras empujaba a Fabio con la fuerza suficiente para hacerlo caer de la cama estruendosamente.— ¡Los chicos!
ESTA NOVELA ES PARTE DE UNA SERIE QUE TIENE SU CONTINUACIÓN EN:"LOS LABIOS DE AITANA"CAPÍTULO 1.
Puede parecer una locura pero esta pareja todavía tiene mucho que resolver, así que las cosas con ellos están lejos de terminarse. En Gaia Naciendo del mar tendrás oportunidad de saber cómo Stefano, que ya es un niño más grande, enfrenta la verdad acerca de la muerte de su madre, y cómo esta familia lucha por mantenerse unida a pesar de los golpes que la vida les da.En Helena Muriendo, Carlo tendrá un papel fundamental en la redención de su hermano, y en su papel de médico y de mejor amigo de Marco, se hará responsable de una parte importante de su historia, esperemos logre salvarlo incluso de sí mismo.Además, todavía quedan algunos retoños por conocer.
CAPÍTULO 1Que era la mujer más sensual que había conocido en su vida resultaba indudable, pero que era la peor bruja, manipuladora y perversa, también. Fabio pensó que si en el diccionario hubieran podido reunirse los conceptos de Fatal, Calculadora, Arrogante y Despreciativa, todos aparecerían bajo la fotografía de Valentina Lavoeu.
Valentina sintió un nudo en el estómago y se puso lívida, pero aun así la sonrisa no escapó de su rostro. Si algo había aprendido a lo largo de los años era a ocultar sus reacciones y sus sentimientos como si fuera una tumba; y ya había cedido demasiado terreno dejando que Fabio se percatara de que lo deseaba.— Mi padre no tiene nada que ver en esto. — dijo como al descuido — Mis decisiones no son asunto suyo.
Fabio dio dos, tres, cuatro vueltas en la cama y se incorporó de golpe. El reloj marcaba las cinco treinta de la mañana y apenas había logrado dormir un par de horas en toda la noche, era imposible dormir sabiendo que tenía la tentación tan cerca. Había esperado ese momento durante tanto tiempo, que no podía echarlo todo a perder por un calentón momentáneo. Si Valentina se quedaba, se quedaba muy en serio y sin opción de escape.Ocho horas antes no hab&
Cuando una voz risueña pero firme le contestó al teléfono Fabio dio gracias a Dios, porque Malena era justo la persona con quien necesitaba hablar.— ¡Hola cuñadita! — canturreó contra el auricular mientras conducía a
Valentina levantó la cabeza despacio para mirar al cielo, pero no encontró allí la respuesta que necesitaba. Había estado en muchas situaciones difíciles pero aquella resultaba sin dudas la más descabellada de todas. Había logrado destrozar la boda de su hermana y, con ello, la poca salud que le quedaba a su madre, pero no podía decir con sinceridad que eso le importara.Ahora solo tenía que resistir unas pocas semanas, seguirle el juego a aquel loco de atar q