PARTE SIETE: EL FUTURO QUE ES CRUELCAPÍTULO SEIS En la mansión de los Muriel, Andrea que caminaba de un lado a otro, buscando por sus cosas.— ¿Te verás con el chico otra vez? —Preguntó su abuelo ya casi listo para irse a la empresa.—Sí, tengo que ir al doctor. Quiero nunca perder el control de mi embarazo.—Así de preocupada estaba tu madre cuando te iba a traer al mundo. Nunca lo voy a olvidar. ¿Por fin sabremos si es una niña o un niño?—No lo sé, no creo que quiera saberlo aún.—Y, ¿qué hay del padre del bebé? ¿No crees que él tiene derecho a estar ahí? Hasta donde sé es una persona que se preocupa.—Abuelo, te recuerdo que se firmó un contrato.— ¿Y? No veo problema cuando es el corazón el que cambia.—Por favor, abuelo.—Por favor, tú Andrea. Aquel chico no merece que le des falsas ilusiones cuando ha estado para ti. Y ya que estamos hablando de esto, antes no había tenido oportunidad de decirlo pero…—Abuelo, hablamos más tarde —dijo Andrea cansada.— ¡Es momento de
PARTE SIETE: EL FUTURO QUE ES CRUELCAPÍTULO OCHO Hasta ese momento Andrea fue capaz de darse cuenta que cada palabra, cada gesto, cada frase que ella había dicho y que podía er de información así como tampoco podía serlo, Diego lo había aprendido por el solo hecho de que ella parecía ser inmensamente importante ara una persona. La persona que ella tenía frente a sus ojos.Y frente a a aquella tierna mirada de Andrea que estaba diciendo más de lo que debía, Andrea fue capaz de encontrar un mundo en aquella noche. Bajo las estrellas, al pie de un árbol, un mantel que había sido colocado en la misma tierra y que no tenía más que unos cuantos platillos que él buscaba compartir con ella.Inmediatamente y con la ayuda de Diego, ella se sentó en el suelo. El vientre ya comenzaba a incomodarle un poco más sabiendo también que tenía que ser cuidadosa con ello.Fue de esa manera en que una larga noche estaba por comenzar. La manera en la que Diego le hablaba del mundo al que solo la gente sen
PARTE SIETE: EL FUTURO QUE ES CRUEL CAPÍTULO OCHO Estando en su casa, sabiendo que Samuel había subido a la casa donde rentaba Diego para cuidar a la niña, la señora Leticia bebía de su taza de café mientras pensaba en lo que había visto la vez que intentó leer el destino de ese hombre. Era difícil de decir pero ella tuvo que haber leído mal. ¿Cómo se iba a encontrar con la muerte? ¿La muerte de quién?Por alguna extraña razón la señora Leticia sentía que esa noche no podía descansar, era como si a los lejos una fuerte tormenta se avecinara y ella no podía hacer nada porque no sabía de qué lado los iba a atacar.De pronto el viento comenzó a golpear la ventana de su casa, en su mesa, las fotos de Diego, la niña, Samuel y ella cuando había ido a la feria cayó haciendo que la señora Leticia se sobresaltara. Y no solo eso fue lo que le aterró, el vidrió donde justamente la niña aparecía se había roto.Dejando su taza a un lado, corrió fuera de la casa para ir a ver a Fernanda.Al
PARTE SIETE: EL FUTURO QUE ES CRUEL CAPÍTULO NUEVE Con una sonrisa en el rostro, perfumando el ambiente con su sola sonrisa, Andrea tomaba ese día como una nueva oportunidad para poder ir adelante. Teniendo su celular cerca se dio cuenta que Diego no había llamado, ¿y cómo? Si era muy temprano, seguramente todavía había llegado a casa a arropar a su hija, seguramente para ese momento él debía de estar durmiendo mientras ella ya comenzaba su día.Y de la misma manera que Diego había hecho, ella también tenía una sorpresa para él. Una sorpresa que quizá le diría que era momento de dejar el pasado atrás y comenzar a ir adelante a lado de alguien que valía la pena.La puerta de su habitación fue tocada.—Adelante.—Andrea, ¿cómo dormiste?—Abuelo, descansé bien, gracias.— ¿Llegaste muy tarde ayer? La verdad es que ya no te escuché llegar.—Sí, un poco tarde.—Y, por fin… ¿hablaste con Diego sobre lo que te dije? Andrea sonrió con orgullo. —Algo mejor que eso, abuelo y debo deci
PARTE SIETE: EL FUTURO QUE ES CRUEL CAPÍTULO DIEZ En la mansión de los Muriel. Sin haber podido dormir toda la noche, pensando una y otra vez en la razón que pudo haber hecho que Diego no contestara ninguno de sus mensajes, ninguna de sus llamadas. Tenía tantas ideas en la cabeza, sin poder pensar claramente en dónde podría estar aunque todo era obvio.Si tan solo ella pudiera ofrecerle un puesto de trabajo en su compañía, si tan solo pudiera saber en lo que él era bueno, él no estaría sufriendo de esa manera pero el contrato era claro, hasta el momento en que ella quedara embarazada sería cuando él tenía que marchar. Le tenía una sorpresa, una sorpresa para la que no había contestado, como si no quisiera recibirla.Y con esa idea en mente, volvió a dormir por un par de horas más. Pronto el amanecer iba a llegar. Ella tenía que estar lista para verse con la persona que le daría la sorpresa a ella.Y mientras ella dormía en su cama plácidamente, mientras ella se entrega a aque
PARTE OCHO: ENTRADA AL VALLE DEL DOLOR CAPÍTULO UNO —Señora Leticia, la verdad es que no creo que la señorita hubiera sido capaz de golpearlo de esa manera. El último día que él vio a la señorita Muriel él estaba muy contento. La verdad se me hace difícil de creer que ella haya sido cuando Diego ha sido muy bueno con ella. —Dijo Samuel pensando en las palabras que le había dicho Diego cuando estuvieron en su habitación. — ¡Por supuesto que no fue ella pero fue su mundo, al mismo que le dije a Diego que no se metiera! Samuel no dijo más. Eso realmente tenía algo de cierto. Diego y aquella mujer no eran iguales, quizá fue eso lo que hizo que le dieran a Diego la golpiza que nunca antes en su vida le habían dado. —La verdad es que todo esto se me hace tan difícil de creer. Por un lado tenemos a la pequeña Fernandita y por el otro… ¡Ay, ¿qué vamos a hacer, Samuel?! De pronto, sin que ellos lo pensaran, la habitación de la que no tenía n más de media hora de haber salido, alguien má
PARTE OCHO: ENTRADA AL VALLE DE DOLOR CAPÍTULO DOS — ¡Okay! Dime la razón por la que estamos aquí. — Peguntó Andrea en el momento en que él la había ayudado a sentar en aquella mesa de un restaurante lujoso.—Solo quería que comieras bien y no te atrases, comas a tus horas por tì, por tu hijo y por todo lo que viene.Andrea solo suspiró. La verdad era que ya estaba harta de la misma situación. Era cierto que había dicho que iba a hacer todo para que ellos pudieran llevarse bien al menos como compañeros de trabajo pero la verdad era que ella no aseguraba que fuera a verlo como una persona común después de todo lo que había pasado.—Bueno, pues si es así, gracias.— ¿Quieres que te pida algo en especial? ¿Hay algo en especial que debas de comer? Dímelo, quiero saberlo todo.Una vez más Andrea suspiró. No era tiempo de perder la cordura cuando él se estaba portando bien genuinamente. Lo más que ella podía hacer era seguir el juego e intentar verlo como la persona más común.—Solo
PARTE OCHO: ENTRADA AL VALLE DEL DOLOR CAPÍTULO TRES Un auto color negro que se detenía en las puertas de aquel hospital que no parecía tener todo el equipo para atender a sus pacientes como debían.. Ni iquiera Mandira había podido comprender la razón por la que su madre había preferido ir a ese hospital.— ¿Ves cómo toda la gente se nos queda viendo? —Preguntó Mandira al darse cuenta que las miradas de la gente estaba sobre ellas al verlas bajar de un auto tan lujoso como ese.—Tranquila, Mandira, sé que esto es lo que tu papá hubiera querido y aquí estamos ayudando a la gente que en verdad lo necesita.— ¿Por qué no solo damos el dinero y ya?—Ya te lo dije antes. Esta es la manera en la que vamos a hacer las cosas y asegurarnos de que los doctores no se queden con nada. Nada es nada.Y de esa manera la señora Lourdes entró en aquel hospital. Tanta gente que lloraba, tanta gente que solo necesitaba una esperanza para poder seguir adelante, una esperanza que les dijera que