Jake se sentó en la cama con gesto serio.
Nina no era la clase de mujer a la que pudiera hacerle una promesa y salir impune de no cumplirla; pero sabía que de cualquier forma haría hecho lo que fuera por ella.
—¡Lo que quieras, cuando quieras! —fue la respuesta de Jake, y Nina pudo ver en sus ojos la determinación.
—Bueno… —Ni siquiera sabía por qué de repente se había puesto nerviosa, pero acabó tirando de una sábana y envolviéndose con ella—. Me gustaría… quisiera que tuviéramos más niños —soltó de golpe y vio cómo el rostro de Jake se ensombrecía.
Lo vio pasar saliva y desviar la mirada con ansiedad.
—Nina, después de… después de lo de nosotros… de tu embarazo, de Victoria… yo nunca más fui al médico —murmuró—. Yo no sé si la vasectomía solo… se deshizo de alguna forma, o si fue un golpe de suerte… —Cerró los ojos y se llevó dos dedos al puente de la nariz, antes de pasar la mano sobre su boca y suspirar—. Lo siento, yo no… no puedo promete
Dos semanas después. —¡Por supuesto que no! ¡Pero ni en broma! ¡Yo jamás le haría eso a mi dragoncita! —sentenció Jake hablando cada vez más alto, mientras Kolya le hacía señas con la mano para que siguiera—. ¡No habrá strippers, ni clubs, ni nada…! ¡Nos quedaremos aquí jugando póker y…!—Ya… ya pasaron. Creo que con eso debe bastar —le sonrió Kolya y casi todos los hombres en aquella habitación suspiraron aliviados. La boda era en dos días, y como reunir a aquel batallón de ataque no era sencillo, habían esperado para hacer las despedidas de solteros para cuando estuviera todos—. Ahora Leisy le dirá a Nina lo que escuchó, y seguro que no nos molestan esta noche.El Grillo levantó una ceja divertida y neg&o
Las bodas tienen un efecto especial sobre la gente, dependiendo de qué tan roto esté su corazón en ese momento. Para algunos es una celebración del amor, para otros simplemente un recordatorio de lo que jamás tendrán. Para Eric Hellmand, por más que se alegrara por la felicidad de sus amigos, fue como una patada en el estómago ver aparecer a Skyler del brazo de aquel hombre.—&ie
Seis meses despuésJake estaba nervioso, asustado, al borde del colapso mientras esperaban en aquel consultorio. El doctor Emerson lo había visto dos semanas atrás, le había indicado estudios para ver qué demonios
Siete meses después—Cariño… ¿no crees que es mejor si nos vamos al hospital ya? —Por loco que pudiera parecer, aquella voz dulce y masculina era nada menos que la de Joshua Wilson.Desde hacía meses el hombre había comenzado a hacer viajes esporádicos a Ucrania, intentando construir una relación con su hijo, y en poco tiempo se había convertido en el otro abuelo favorito de Victoria. Y como Nina además de respeto le había agarrado cariño, pues ahora lo mandaban a ver si aquella loca le hacía caso.—¡Espérate, papi suegro! Ya casi… —dijo Nina aferrándose al marco de la ventana y mirando afuera.—¡Pero hija, es que estás de parto! —la reconvino Joshua con dulzura y tras él Jake y Connor se encogieron de hombros porque no había forma de que
VALE TODO Una trilogía de Valeria Adams Bestseller del New York Times Número uno en el ranking de ventas por ocho semanas. Valeria levantó los pulgares hacia Victoria, que cargaba a su hija en las gradas del set de filmación. La pequeña estaba dormida como un tronco y aunque Valeria no lo sabía, Victoria no pudo evitar pensar que la nena era exactamente igual a su hermano cuando había nacido, solo dormía todo el día. Muy pronto la periodista ocupó su puesto y sonrió saludando a Valeria. Para cuando el director dio la orden de grabar, ya las dos estaban más que listas. —¡Valeria Adams, damas y caballeros! —la anunció su amiga—. ¡Val, qué gusto tenerte aquí de nuevo! Y esta vez con tu nena y nada menos que una trilogía. Te lo dije, te dije que esa preciosura te iba a dejar escribir. —Sí, l
Queridas lectoras: Estos extras son para complacer a las que los pidieron. A mucha insistencia, poca resistencia. Disfrutenlos!Tres años despuésJake ni siquiera tenía que preguntarle si estaba segura de lo que iban a hacer, porque el nerviosismo de Nina estaba retratado en todo su rostro, pero era más que evidente que ninguno de los dos iba a echarse atrás. Caminaron por los jardines de aquel orfanato, donde se celebraba algo parecido a una pequeña feria, pero en realidad solo era una exhibición de los niños para ver si los querían adoptar.Nina y Jake habían estado hablándolo durante un tiempo, y después de Victoria y Noah, habían decidido que era hora de agrandar la familia.El orfanato no era muy grande, así que el recorrido que les
Dos años después.—Esto es tan injusto… —suspiró Jake mientras intentaba equilibrarse después del puñetazo que Aaron le había dado en plena nariz.—¡Papá, concéntrate! Tú querías ayuda ¿no? —rezongó su hijo y él hizo una mueca.—¡¿Y no me la podías cambiar por otra cosa?! —se escandalizó Jake—. ¡Tienes catorce años, por amor de Dios…! ¡Pídeme dinero!—De ese ya tengo, la abuela me ayuda a ganar todas las apuestas —rio Aaron y le lanzó una patada que Jake encajó con un gruñido.—¡Te compro un auto! —lo sonsacó.—Solo tengo catorce, pá, no puedo conducir…—¿Y sí puedes golpear a tu padre? —Jak
Un año después—¡Levántalo, levántalo! —apuró Caleb a su hermano—. No podemos dejar que mamá lo vea así, ¡lo mata!—Oigan, oigan… su mamá puede verme como quiera…—¡Papá estás borracho! —lo regañó Aaron.—¡Claro que no! —se defendió Jake, pero tenía tanto mareo que no podía enfocar para caminar derecho.—¿Cómo que no? ¡Acabas de vomitar el hígado en las jardineras de la entrada! —gruñó Caleb.—¡Pero te juro que no estoy borracho! ¡Tu abuela puede dar fe de eso! ¡Estaba con ella planificando…!Los gemelos lo soltaron cuando lo vieron girarse hacia el jarrón más cercano y acabar de devolver todo el contenido de su