Al hombre casi le da un ataque al corazón verme parada en la puerta con los ojos bien abiertos y sin rechistar mando al suelo a Alicia que hasta pude escuchar su chillido y la voz de otro hombre en aquella habitación a quien no le di ni las más mínima importancia.—¡Ay, Alexander! ¡Oye, no me tires así, yo no hice nada malo! —Grito ella a todo pulmón y esta vez tenia completa razón.—¡Cállate, Alicia! ¡Todo esto es tú culpa! —Le respondió él en un grito aún más alto que el de ella mientras corría detrás de mí—. ¡Espera Lucia, puedo explicarte que sucedió!Frene en seco mi caminata que aun con tacones era rápida y me gire rápidamente asentando una bofetada en su mejilla.—¡Ni se te ocurra tocarme Alexander! ¡Esta es la segunda vez que metes la pata hasta el fondo y con la misma mujer!—¡No Lucia, te lo juro, yo no…!—¡No me digas nada más! ¡Estoy harta de ti y de esta mierda! ¡Encontré un cabello de esa mujer en uno de tus trajes!—No… digo sí, pero no es lo que crees, de verdad créeme
La cara de la chica fue monumental al escucharlo decir “mi pequeño” e inmediatamente se levantó rápidamente de aquel sofá, tomó su bolso y salió de la casa dejándonos a los dos con la boca abierta.—¿Qué demonios acaba de pasar? —Le pregunté acercando mi pequeño un poco más a mí—. ¿Te buscaste acaso una loca por amor de tu vida?—Yo… realmente no tengo ni idea… —se encogió de hombros y abrió un poco más la puerta para invitarnos a pasar—. Sigue adelante déjame meter las maletas mientras tú te sientas con el niño en algún sofá.—Ok. Pero te lo digo en serio Mike, no quiero verte solo, ¡Sí! Aun así, tampoco elijas locas para tu vida.—No… es decir, entiendo tú punto y ella no es así, pero no sé qué sucedió.Una idea paso por mi mente, tan fugaz como las estrellas del cielo y si o si debía decírselo.—¿Y si pensó que Mike era hijo tuyo? —comenté con una ceja ocurrente levantada.—¿¡Cómo se te ocurren semejantes cosas, Lucia!?—¡Oye, yo no fui quien dijo: mi pequeño!—¡Aun así no me refer
Esa noche fue la más pesada del mundo para mí, desde las llamadas de Alexander hasta las palabras de Mike que resonaban continuamente en mi cabeza.Por suerte el sol salió rápido, aunque no pude descansar nada después de las vueltas y vueltas del niño por todos lados de la cama y sus continuas patadas. Le agradecí al cielo que al menos pudiera descansar media hora después de quedarme dormido.Y cuando pensé que podía cerrar los ojos para dormir un poco más, Mike llamó a la puerta y al escuchar mi suspiro me abrió.—¿Están listos…? Bueno… parece que no.Me di la vuelta en la cama y tiré de la manta hasta mi cuello. Si Mike planeara ir a la empresa tan temprano hoy, definitivamente no iría.—¡No voy a ir allí, Mike, y mucho menos hoy! Realmente no podía dormir en absoluto.—Ya hice la cita con mi padre y tiene la agenda apretada —Mike frunció los labios y sonrió amablemente con un poco de picardía—. Sabes que siempre tiene una cita en alguna parte.Puse los ojos en blanco y él caminó ha
La chica arrugó la nariz y resopló de mala gana. Entonces pensé que había acertado en mis sospechas sobre su comportamiento aquella noche en que vio a su pareja llamar a un niño al que apenas veía “mi pequeño”.—Eres directa...—Me gusta que pienses de ese modo después de verte salir de la casa así.La mujer dejó su cuerpo completamente rígido e incluso la mano que Mike sostenía con tanto placer se tensó ante mis palabras, haciéndome notarlo sin problema.—¿Cómo… de qué modo hablas?—El modo que tiene una mujer cuando ve un hijo que no sabe que es de su pareja. Huiste tan pronto como lo viste decir esas palabras a un niño que nunca viste y del que no sabías, después de estar juntos durante tanto tiempo, ¿y no sabes de ese niño? Querida, créeme que te entiendo perfectamente, por eso te explico que no es de él. —¡No puede ser! ¿Por eso me pediste que hablara con ella?Asentí y senté a mi pequeño en mi regazo, estaba cansado y algo molesto, calmarlo era mi misión actual, además de hacer
—Solo vine porque Mike me dijo que lo hiciera.—¡Ay! Me parece bien, pero también sé que viniste porque quisiste y porque se lo dijiste, de lo contrario no hubieras venido, querida, porque solo te dije a ti sobre la cena.—Esto me huele a estratagema, Lucia. ¿Qué estas planeando?—No estoy planeando nada, Mike. Solo quiero platicar y compartir una cena exquisita, la verdad que me esforcé mucho.—¿Cocinaste?Mike arrastró a la mujer dentro de la casa rápidamente mientras caminaba hacia la mesa que estaba adornada con platos exquisitos por todos lados.—¿Ella preparó todo esto? ¿Eres un chef profesional de cinco estrellas? —murmuró la chica al oído de Mike quien estaba petrificando viendo todo lo estaba servido.—No, pero si se me da muy bien la cocina…—No sabía que eras tan buena Lucia, me ayudaste esa vez con eso, pero veo que la cocina te quiere.—O quizás yo la quiero a ella, quien sabe cuál de las dos será.—Quizás las dos… ¿Qué tanto preparaste? —pregunto tomando asiento de buena
—También quiero disculparme por venir a molestarlos, no quería hacerlo, solo confió plenamente en Mike y quería pedirle que me ayudara a desaparecer para que Alexander no me encontrara nunca más.—¡No se diga más, ya tienes lo justo y necesario para que no te encuentre!—Creo que lo ves de otra forma, pero pareces muy convencida así que te hare caso.—A mi aun no me termina de convencer…—¿Por qué? El plan es perfecto, solo tienes que apegarte a él y todo resultara perfectamente bien —lo animo Carmen pero a Mike no acababa de convencerle sus palabras.—Cuéntame todo sobre tu plan y tal vez me anime a participar. Porque cariño, te recuerdo que sin mí no puedes avanzar en ese feliz plan que te traes entre manos.Carmen dejó escapar un suspiro de fastidio, echó la cabeza hacia atrás y comentó todo el plan de principio a fin, que al final parecía más que estudiado. Esta mujer era un demonio vestida de ángel, su cabello rubio y lacio la hacía lucir como el ángel mismo, hasta la forma en qu
La llamada de Alexander entró cuando apenas entré en la habitación. El bebé dormía cómodamente mientras las ojeras llegaban a mis pómulos, mis ojos hinchados y cansados solo decían que ser madre era un trabajo duro. Especialmente cuando se trataba de poner a dormir al pequeño, que se estaba convirtiendo cada vez más en una batalla campal.Finalmente silencié el celular y a la cuarta llamada respondí de mala gana, pero ahí empezó el primer asalto.—¿Hola? —¡Lucia! ¿¡Dónde demonios estas metida!? —Por ahí… ¿y tú dónde estás? —¿Qué quieres decir con dónde estoy, Lucia? Llevas dos días desaparecida con mi hijo, no contestas mis llamadas ni mis mensajes y me estás preguntando ¿Te volviste loca?—Estoy totalmente lucida o al menos lo que debería para una persona a la que despiertas a las 3:00 AM, creo estar bastante normal para estar en esta situación, Alexander. —Tienes razón, lo siento Lucía. Estaba muy preocupado, te fuiste, te llevaste a nuestro hijo cuando me dijiste que hab
Decidida —Quisiera saber que pasa por la cabeza de Alexander. Pequeños ronquidos se escucharon alrededor de la habitación después de esas palabras que eran casi un murmullo, dirigiendo mi mirada hacia quien las estaba diciendo hace un instante, seguido de hacerme sonreír.—Eres todo un caso serio Mike Fiore.—¡Y sí que lo es! ¿Qué hacen aquí ustedes dos? —¡Carmen, bienvenida a la manada! Solo mira por ti misma lo que está en medio de los dos. —¿No puede dormir otra vez? Debe ser cierto lo que me contaba Mike sobre aquellas noches que dormía junto a ti por él.Carmen caminó hasta el borde de la cama y se sentó allí para mirar toda la escena frente a las dos. Soltó una risa ahogada y se llevó una mano a la boca, parecía que muchas más se salían aparte de esa risa y quería evitarlas a toda costa.—¿Verdad que es lo más lindo y gracioso que se puede ver en la vida? —Parecen dos tontos durmiendo… sueltan baba por todos lados y roncan como tractores obstruidos. —Al principio