Gabriela vio por el retrovisor después de estar con los ojos cerrados por unos minutos intentado darse fuerza para poder comprobar el estado de los hombres, parecían estar inertes hasta que vio que Víctor caminaba hacia ella decidido a terminar su trabajo.

El cuerpo ensangrentado de Luis permaneció en el suelo le hizo entender con rapidez que su condición era grave pues estaba visiblemente herido pues de su abdomen fluía el líquido rojo de manera incesante, ella estaba más frustrada que nunca pues no podía ayudarle.

No podía ser que Dios o el destino la obligara a pasar de nuevo por lo mismo, el ver morir a un ser amado estando apenas a unos escasos pasos de ella, pidió en silencio que no le quitara a Luis como había pasado con su padre.

Un golpe seco quebró el espejo de la puerta del conductor y el cañón frio de un arma fue apoyada en su cien, en ese momento las sirenas de unas patrullas anunciaron la llegada de la policía, quienes se detuvieron apenas a unos centímetros y dieron la