Tomy solía almorzar en su casa, como cardiólogo acostumbraba a cuidar al máximo su alimentación por lo que evitaba comer en exceso en restaurantes y como su apartamento quedaba cerca de la clínica tenía la oportunidad no solo de comer sano sino de descansar un poco antes de su jornada de la tarde, pero una vez se bajó del ascensor observo a Olivia sentada en el piso apoyada de su puerta y se asustó.

Caminó rápidamente hacia ella, estaba empapada y parecía dormir, se agachó a su lado para comprobarla, respiraba bien, colocó la mano en su frente y no tenía fiebre, el contacto la despertó, lo miró a los ojos y como si fuera algo totalmente normal comento, — Hola, venía a verte y la verdad no me había dado cuenta de que era muy temprano.

— ¿Qué ocurre?

— Nada, solo no podía dejar de pensar en ti, tuvimos un fin de semana difícil y no hemos hablado mucho del tema.

— Ven por favor hablemos adentro después de que te cambies la ropa por una seca y bebas algo de té

— No, quiero eso, prefi