Ya había pasado un mes y me estaba preparada para partir a la universidad, aún no empezaban las clases pero era una regla de la fraternidad que los miembros nuevos se presentaran antes para poder organizar todo con anticipación, no cabía en mí de tanta felicidad, sin duda era la mejor decisión que había tomado en mi vida, pero desafortunadamente había personas que estaban empeñados a destruir mi felicidad.
—Señorita Thomson —pronuncia mientras toca la puerta de mi habitación Fany, la mujer encargada del servicio—. Su madre ha venido a verla —agrega y yo detengo lo que hago.
Puedo negarme y decirle que le diga que no puedo atenderla, pero me iré por mucho tiempo y no sé cuándo nos volveremos a ver, es costumbre para las dos estar separadas, pero en esta ocasión es diferente, nunca me he ausentado de casa más de dos meses y esta vez serán seis meses en los cuales no la veré.
—Dejala pasar —le ordeno a Fany y en pocos minutos mi madre abre la puerta con tanta violencia como si de un terremoto se tratara.
—¿Cómo puedes ser tan irresponsable jovencita? —dice sin siquiera saludarme, me apunta con su dedo indice en forma de amenaza y luego continúa—. No me cabe en la cabeza que quieras dejar todo lo que has construido con tanto esfuerzo por irte ahora a la universidad —remarca cada sílaba de la última palabra y coloca 1sus dedos en forma de comillas.
—Mamá no voy a dejar mi carrera —le aclaro tratando de no perder la paciencia—. Además, a tí lo único que te preocupa es que no te mande dinero para mantener a mi padre feliz —digo tajante—, sabes que si no les doy dinero el se irá, aunque pensandolo bien —coloco una de mis manos en mi barbilla—. No sería tan mala idea —se lleva sus manos al pecho y coloca su típica expresión falsa como si mis palabras le hubiesen dolido, puedo ver el horror en la cara de mi madre por mis palabras y de cierta manera me divierte—. Pero tranquilízate, no lo haré por piedad a ti —agrego acercandome a ella para palmearle la espaldacon y con eso zanjo la conversación que mantenía con mi madre.
Ella abre su boca para replicar algo, pero sabe que todo lo que le he dicho es cierto y opta por dejarla cerrada, toma su bolso que lo ha puesto sobre mi cama y sale de la habitación asotando la puerta y ni siquiera tiene la desencia de despedirce, me iré por varios meses y a ella eso no le importa, lo único que vino a hacer aquí fue a asegurarse de que le iba a seguir enviando su mensualidad.
Me centro en hacer mi maleta cuando el tono de mi teléfono invade cada rincón de mi habitación, lo tomo y veo que es Arthur, no tengo muchas ganas de contestar, en estás últimas semanas el más que nadie ha tratado de frustrar mis planes, pero la decisión está tomada, algo que si me enseñó mi padre y creo que es lo único que he aprendido de él, es que cuando tomamos una decisión con firmeza, no nos debemos echar para atrás ni para tomar impulso, también él me enseñó a ser orgullosa y no dejarme pisotear de nadie, pero en el mundo del espectáculo a veces el orgullo queda de lado con tal de triunfar y aunque en muchas ocaciones no estuve de acuerdo con eso; me tuve que reprimir muchas veces, pero ya no será más así.
Miro de nuevo mi teléfono y veo que ya son más de treinta la llamadas perdidas, ¿pero quien carajos hace tantas llamadas, si sabes que no quieren hablar contigo? Pienso para mis adentros, doy un suspiro resignada y tomo la llamada para saber que rayos es lo que quiere.
—Estoy un poco ocupada, así que dime lo que me tengas que decir rápido —espeto en un tono frío.
—Solo quería despedirme —pronuncia Arthur al otro lado de la línea y en su voz se puede escuchar la burla.
—No estoy de humor para tus mamadas, di rápido lo que tienes que decir y ya déjame en paz —digo tajante mientras sigo metiendo en la maleta, la ropa que considero que encajará a la perfección con mi nueva personalidad.
—¿Todavía sigues molesta por lo de hace algunos días? —me pregunta el en tono de voz más calmado y suave, pero sobre todo muy cauteloso.
Qué cínico de su parte al preguntarme eso. ¡Gilipollas..!
—¡¿MOLESTA?! —Chillo con ira—. Es poco para describir lo que siento. ¿Cómo pudiste? —le reclamo—. ¿Cómo pudiste autorizar otro contrato para otro disco, si apenas y pudimos terminar este? —inquiero molesta—. Solo te digo una cosa, no me interesa lo que tengas que hacer, ni a quien te tengas que coger, pero si quieres que sigamos trabajando juntos; anula ese maldito contrato —grito histérica y creo que mis gritos se oyen hasta la recepción del edificio de lo fuertes que son.
—Para eso te llamaba —suelta un suspiro y continúa—. Me di cuenta que no darás tu brazo a torcer y por eso tomé la decisión de anularlo, puedes irte tranquila a tu universidad —me informa y tengo que controlarme para no gritar de la emoción—. Pero eso si te advierto, como llegues a fallar a tu contrato lo pagarás muy caro, ¿entendido? —inquiere y yo le respondo un rotundo, si.
No puedo sentirme más aliviada y es tanta la emoción que suelto un chillido que casi lo dejo sordo, escucho a Arthur quejarse del otro lado y se ofrece a llevarme al aeropuerto, pero declino su propuesta, después de dejar el tema zanjado, Arthur se despide de mi y antes de colgar; me recuerda que debo tener mucho cuidado. Reconozco cierta nostalgia en su voz al despedirse, pero el al igual que mi madre, lo único que extrañará de mi es no poder seguir ganando dinero mientras yo me encuentro ausente.
Todo ya está preparado y lo único que me falta, es irme al aeropuerto para comenzar con esta nueva etapa de mi vida.
Es mi primer día en la fraternidad y estoy muy emocionada, la casa en donde está ubicada se compone de dos plantas, es muy enorme en lo que se alcanza a very de un color rosa que se me antoja extravagante, cualquiera pensaría que de ahora en adelante iba a vivir en una réplica de la casa de Barbie era imposible no pensarlo al observar el lugar.En el jardín de la casa, nos espera una chica de piel oscura y su melena es tan enorme como la de un León, su complexión atlética y los rasgos finos de su rostro demuestran lo hermosa que es, agita sus manos en forma de saludo mientras sonríe excesivamente, se nota que es enérgica y muy carismática, amplia más su sonrisa en cuanto me acerco junto a las otras dos chicas que me acompañan y ella también camina hacia nosotras para saludarnos.—Las estábamos esperando, mucho gusto mi nombre es Brenda —se presenta mientras nos tiende la mano—. ¡¡BIENVENIDAS!! —exclama ella con mucha efusividad mientras nos planta un beso en la
Desde hace una semana comenzaron las clases, se me había olvidado lo estresante que podía llegar a ser el regreso a la escuela y más para mí que tengo años que no tomo un libro para estudiar.Debo admitir que todo esto es más difícil de lo que me imaginé y no es para nada parecido a la preparatoria, me siento agotada y ni siquiera he tenido tiempo de ir a conocer los alrededores de mi nuevo hogar. Es un poco abrumador volver a acostumbrarme a un ritmo de vida que hace tiempo ya había dejado atrás, a pesar que en el mundo de la fama se trabajan largas jornadas y a los artista casi no nos queda tiempo para nosotros mismos, siento que es más llevadero.Tomo el libro de matemáticas aplicada y me siento en el pequeño mueble, de color rosa que hay adaptado en el alféizar de la ventana, debo repasar lo que hemos dado en clases si no quiero reprobar en el futuro y se me hace necesario aprovechar todo el tiempo libre que tengo disponible para estudiar el doble. Tantos años
Después del suceso vergonzoso que viví aquella noche, no he vuelto a toparme más con el estupido de la otra fraternidad de al lado.No vale la pena recordar como le hace falta aprender modales a un troglodita subdesarrollado como lo es el tal Leiner Baxton. Centro toda mi atención en la organización del evento, ya que la fiesta es este viernes y siento que aún nos falta mucho por terminar, no puedo creer lo rápido que ha pasado este mes y todas aun estamos llenas de trabajo.De cierta manera ya teníamos cubiertas la mayoría de las tareas, lo unico que faltaba era el DJ y unos detalles menores para la decoración, pero eso no quería decir que fuera tan sencillo, jamás me imaginé lo que implicaba la organización de un evento de esta magnitud y ser una de las líderes que dirige a las demás me resulta un poco estresante.Me siento en mi cama con
Con los preparativos del evento listos y los asuntos pendientes zanjados, de cierta manera puedo decir que se me ha quitado un gran peso de encima.Tengo un poco más de tiempo para estudiar y Brenda al notar que hay cosas que se me dificultan mucho me ayuda en lo que puede, pero de toda forma debo recurrir a las tutorías.Al ver los problemas matemáticos del libro de cálculo, siento que la cabeza me estallará en cualquier momento. Siempre fui buena para el estudio, pero todos los años que llevo sin tomar ni un solo libro para estudiar me están pasando factura.Cierro mis cuadernos frustrada y miro mi reloj para corroborar la hora, maldigo en voz alta por lo tarde que es y me encamino a la oficina del profesor de matemáticas financieras, accedió a agrandar una cita porque sabe que necesito ayuda...y mucha.Bajo las escaleras casi corriendo y pido disculpas por cada chica que me llevo por delante. Al llegar a la
Ya es viernes y todas estamos entusiasmadas, así mismo como todo es un caos. Todas en la fraternidad nos estamos preparando para el gran evento siendo sabedora que asistiría mucha gente, ya que Brenda nos había notificado que por medio de una encuesta de confirmación que había hecho en la página web de la fraternidad, casi la mayoría de las personas habían confirmado su asistencia.La decoración es impresionante y las mesas estan en el fondo llenas de todos los platillos tradicionales de cada país latinoamericano, las luces que iluminan el escenario me encanta y debo admitir que me hace mucha falta subirme a uno.Tal vez suba solo por un momento y me atreva a cantar algo, pero de inmediato esa idea queda descartada al ver quién es el DJ.El chico sombrío del arcade de juegos es el que manipula la consola y si mi mente no me falla creo recordar que su nombre es Collins, la m
Brenda y yo llegamos al lugar en donde esta ubicada Amber, la chica está a punto de colapsarse en un ataque nervioso y jamás me hubiera imaginado lo paranoica que puede llegar a ser, me acerco a ella algo cautelosa y en cuanto me ve, me toma de los hombros y me sacude un tanto desesperada, haciendo que lo poco que he I herido rebote en mi estómago.—Si tienes un plan B creo que es el momento perfecto para que lo saques a relucir, porque esto se va a poner fuera de control —dice Amber sin dejar de sacudirme.No pude evitar colocar mis ojos en blanco, sé lo estresante que esto puede llegar a ser porque yo lo he vivido estos últimos días y no por eso ando que me quiero arrancar los cabellos.Ella debe aprender a calmarse y no desesperar a los demás, así que coloco mis manos sobre las de ella y las aprieto de golpe, ya había enfrentado a Angie y ahora no estaba de humor para las pendejadas de Amber, así que me alejé de ella sin d
Es sábado por la tarde y en vez de estar en mi habitación estudiando para el exámen del dis lunes, solo dejo que Brenda me sostenga del brazo y me arrastre de una tienda a otra. Ya no puedo con mis pies, así que me suelto de su agarre y me siento en la silla más cercana.—¿Pero que demonios haces? —me regaña.—Pues sentarme, ¿o es que no me estás viendo? —le respondo de mal humor.—¿Pero quién demonios te entiende? —refunfuña—. Primero me levantas temprano hoy sábado, el único día que me puedo dormir hasta tarde para que te acompañe a comprar un atuendo adecuado para tu ridícula cita —coloca sus ojos en blancos— ¿Y ahora te sientas quejándote de que estás cansada? —resopla.Es cierto, pero sino hubiera entrado en pánico por su culpa, no estar&iac
Ya es domingo, el día tan esperado de la dichosa cita había llegado y de cierta manera me sentía ansiosa porque no sabía que rayos sería lo que sucedería hoy.Después del día de compras salvajes que tuve ayer con Brenda no había pasado nada interesante, en dos ocasiones cuando vagabamos por los pasillos de la fraternidad nos habíamos encontrado con Elizabeth y como era de esperarsesiempre nos fulminaba con su mirada.Ya casi eran las siete de la noche y yo como de costumbre aún no estaba lista. Brenda me estaba ayudando a peinar y habia optado por hacerle unos rizos a mi cabello,de todas maneras no era que tenía muchas opciones, ella era la que había armadonpor completo mi look y se esforzó tanto haciéndolo que no fui capaz de decirle que no a nada.Después de haber terminado de manipular mi cabello, me levanto para ir al baño y me coloco el vestido, miro indecisa mis pies que aún siguen descalzos, sin estar s