—¿Pero que demonios haces? —me regaña.
—Pues sentarme, ¿o es que no me estás viendo? —le respondo de mal humor.
—¿Pero quién demonios te entiende? —refunfuña—. Primero me levantas temprano hoy sábado, el único día que me puedo dormir hasta tarde para que te acompañe a comprar un atuendo adecuado para tu ridícula cita —coloca sus ojos en blancos— ¿Y ahora te sientas quejándote de que estás cansada? —resopla.
Es cierto, pero sino hubiera entrado en pánico por su culpa, no estar&iac
Ya es domingo, el día tan esperado de la dichosa cita había llegado y de cierta manera me sentía ansiosa porque no sabía que rayos sería lo que sucedería hoy.Después del día de compras salvajes que tuve ayer con Brenda no había pasado nada interesante, en dos ocasiones cuando vagabamos por los pasillos de la fraternidad nos habíamos encontrado con Elizabeth y como era de esperarsesiempre nos fulminaba con su mirada.Ya casi eran las siete de la noche y yo como de costumbre aún no estaba lista. Brenda me estaba ayudando a peinar y habia optado por hacerle unos rizos a mi cabello,de todas maneras no era que tenía muchas opciones, ella era la que había armadonpor completo mi look y se esforzó tanto haciéndolo que no fui capaz de decirle que no a nada.Después de haber terminado de manipular mi cabello, me levanto para ir al baño y me coloco el vestido, miro indecisa mis pies que aún siguen descalzos, sin estar s
Cuándo atravesamos las puertas del lugar me quedo impactada, es muy impresionante la estructura del sitio y está muy lejos de ser el simple bar que me imaginé, he ido a muchos lugares lujosos, pero ninguno se compara con el ambiente familiar y acogedor que este desprende. Desde que estoy en la universidad de cierta manera he podido ser libre, puedo andar en las calles sin que me acosen los paparazzis, puedo ir a lugares públicos sin que me estén acosando los fans que a veces tienden a ser un poco molesto a la hora de insistir por una foto.La chica de la recepción nos indica en que lugar está nuestra mesa y algo se remueve en mi cuando nos sentamos en una de las mesa que está en todo el frente del escenario. La mesera nos entrega la carta para ordenar, y después de un rato de ojear el menú opto por escoger una hamburguesa. Dejo la carta del menú en la mesa y enfoco mi vista en el
Es lunes por la mañana y abro mis ojos para posar mi mirada, sobre el reloj que se encuentra sobre la mesita de noche. Me levanto de golpe y salto de la cama en cuanto veo la hora que es.Corro al baño para darme una ducha rápida y salgo del baño lo más a prisa que puedo, me visto con lo primero que encuentro en el clóset que son unos jeans y una sudadera azul, peino mi húmedo cabello para después dejarlo suelto y dejar que se seque por si solo no me da tiempo de usar el secador, me coloco mis lentes para dar el toque final y salgo a toda prisa de la fraternidad para dirigirme a mi salón de clases.A penas coloco los pies en el campus los pasillos se encuentran desiertos, eso hace que apresure aún más el paso y por ende me angusties más, llego hasta la puerta del auditorio en que me toca y cuando trato de abrir la puerta del salón, noto que est&aacut
Leiner conduce a toda velocidad y no sé a donde nos dirigíamos, pero se ha tomado en serio lo de llevarme lo más lejos posible. Mis pensamientos aún siguen en el campus y es inevitable sentir furia con Arthur, pero todo eso se esfuma cuando el chico rubio de ojos verdes estaciona el auto y no tengo ni la remota idea en que lugar nos encontramos, debo admitir que fue impulsivo de mi parte meterlo en mis asuntos personales y ahora que estoy más calmada creo que ha sido una pésima decisión...como las últimas que he tomado, toda mi vida se había basado en tomar malas decisiones, pero sin duda esta había sido una de las peores.—¿Dónde estamos? —le cuestiono mirando a mi alrededor y sintiéndome totalmente perdida.El me mira de manera maliciosas y eso no me ayuda de mucho, sin duda creo que haber venido a quien sabe donde, con un chico al que
Me dispongo a insertar la llave en la cerradura en la puerta de la entrada de la fraternidad cuando alguien me toma con fuerza por mi muñeca, sus ojos inyectados por la furia y su pecho sube y baja por su respiración violenta. Sus orificios nasales se ensanchan por cada resoplido que sale de su nariz y no hay que ser un genio para saber que su ira está elevada a niveles cósmicos.—Te advertí novata que no te acercaras a Leiner —Angie me mira con furia y aprieta más su agarre sobre mi brazo—. Él aun es mío y ni tu, ni nadie impedirá que regrese a mi lado. —refunfuña entre dientes.En un movimiento rápido suelto mi muñeca de su agarre, me acerco a ella de forma amenazante y la señalo con mi dedo indice.—Que sea la última vez que me pones un dedo encima —siseo, he pasado muchas mierdas hoy y n
Después de todo el drama vivido por la culpa de Angie, subo a mi habitación y me encuentro con Brenda, y por la cara que tiene sé que está muy preocupada.—¡Carajo, Lluvia! —chilla ella al tiempo que me abraza, siento como sus brazos se enrollan con fuerza alrededor de mi cuerpo dejándome sin respiración—. Pensé...pensé que te habían echado —su voz se quiebra un poco y algo dentro de mi me insta a consolarla.Enrollo mis brazos en su cuerpo correspondiéndole el abrazo y digo:—Cariño —me separo un poco de ella para ver su rostro y acomodo detrás de su oreja un mechón de cabello rebelde—. Aún hay mucha Lluvia para rato. —ella entrecierra sus ojos y niega con su cabeza.—Eres insufrible —me pega un pequeño golpe en uno de mis hombros—. Yo aquí llorando toda preocupada y tu sales solo con que habrá mucho de ti para mucho rato —resopla de manera muy dramática.No puedo evitar soltar una carcajada divertida por sus palabras, ella me mira expectante y yo solo
Después de tener aquella conversación incómoda con Arthur, en donde él me confesaba todo sobre los sentimientos que sentía hacia mí, me dispongo a ir de nuevo al salón de clases, espero que la maestra winther me deje ingresar sin ningún problema ya bastante interrupciones se ha aguantado de mi parte y seria un milagro que no me pidiera que mejor que quede aguera.Camino mientras estoy perdida en mis propios pensamientos y no me doy cuenta en que momento choco con el fornido cuerpo de un chico, salgo disparada al suelo cayendo de nalgas y me siento humillada aunque aún no haya nadie rondando los pasillos.—Carajo, Lluvia debes tener más cuidado y ver por donde caminas —pronuncia una voz masculina muy familiar.Elevo mi mirada y me topo con Collins que tiene en su rostro dibujada una sonrisa, este estira una de sus manos para ayudarme a levantar y creo que todo esto
Brenda y yo, ya habíamos llegado a la fraternidad y mi amiga no paraba de llorar desconsoladamente. No podía creer lo que estaba sucediendo y en parte me sentía culpable, quería decirle toda la verdad a Brenda, quería que no estuviera enojada con Collins.El chico había resultado ser muy irritante y muy chismoso, pero eso no le quitaba que quería a mi amiga, por un momento pienso en soltarle todo, pero me detengo porque me da mucho miedo de que ella me eche la culpa de todo y luego pierda su amistad, hasta ahora ella y Leiner son lo único real que tengo en mi vida y no quiero perder nada de eso, suena algo egoísta y muy en el fondo lo se, pero me niego a perderlos y si eso implica que debo seguir fingiendo alguien que no soy entonces seguiré así.—No puedo creer lo que Collins hizo—dice Brenda llorando y sorbiendo por la nariz, una punzada de culpa de nuevo me invade.—Tal vez yo tuve algo de culpa —pruevo a decir para alivianar el