—Mami, mami tengo hambre —escuché a mi hijo murmurarme.—Hijo... ¿Qué hora es?—Pregunté somnolienta—. Me quedé dormida, ¿donde esta mami Flor?—Esta dormida, mami tengo frío y el frío me hace sentir hambre.Comprobé la hora, las 8 de la mañana, me reí ante la gracioso que encontré la explicación de mi hijo. Lo jalé causando que cayera en mi vientre, lo abracé fuertemente, nos sentíamos mejor, le dije que esperara a que nos ducharamos para salir a comprar el desayuno, estábamos en casa ajena y no podíamos ser oportunistas, nos habían dado posada lo menos que podíamos hacer era ayudar con los alimentos.Aprovechando que había una ducha en esa habitación. Le pedí a mi hijo ducharse. Mamá seguía durmiendo, después de que él salió le di la ropa y le pedí esperar, en lo que yo me duchaba.Cuando salí Lyan estaba vestido y sentado en la cama, mirando a mami Flor dormir, estaba cansada, suponía que por eso aún seguía durmiendo, era una mujer que siempre estaba en pie desde muy tempranas horas
Él no dijo nada y comenzó a ayudarme a organizar la cama, una vez que terminamos, salimos, mi madre había finalizado de organizar y esperaba con su amiga, de la cual se despidió, ella pidió un servicio y nos acompañó hasta la puerta.Nos despedimos una vez más de la señora Zayra agradeciendo su hospitalidad. Por suerte había llegado el taxi. En el trayecto Lyan permaneció en silencio, me dolía ver lo triste.Habíamos llegado a la estación donde compramos los tickets, no había salida hasta las 3 pm, me desespere, caminaba de un lado a otro, mami Flor me pedía calmarme, se disculpó al pensar que era su culpa. —No es tu culpa madre, no tienes por qué pensar así —acariciar tu mejilla y deje un beso en su frente.Me senté, los minutos pasaban lentos y esas 4 horas de espera se estaban haciendo una eternidad. por suerte tenía a mi hijo y a mi madre quienes me daban fortaleza era mi apoyo no podía negarlo nerviosa que estaba sin embargo en ver a mi hijo me permitía estar en calma.Finalmente
Había dormido como un ángel, me levanté temprano para ir a dejar a mi hijo a la escuela, le prepare el desayuno mientras él se duchaba. Estaba imaginando en los miles de maneras en que podría humillar, vengarme de Kyle, si no supiera que el karma existía, eso sería una gran posibilidad, pero debía pensar en mi hijo, en que mis acciones no lo afectaran a futuro.Estaba tan feliz que estaba tarareando la canción que mami solía cantar cuando hacía los deberes, sentía paz y alivio, tanto estrés que había experimentado estaba desapareciendo. ♪♪♪ ESTROFA CANCIÓN♪♪♪"Pero te vas a arrepentir, cuando veas que no es nada, tu riqueza comparada, con lo que a ti te di, verás que la felicidad no se compra con dinero ★FIN DE LA ESTROFA★Mi madre quien se había levantado, se sorprendió.—Vaya hija, quién diría que te gustaba ese tipo de música.—Honestamente, no mucho, madre, pero esta canción va como anillo al dedo, vale la pena que la cante a todo pulmón, junto a otras canci
—No seas ridículo Kyle, mi hijo no necesita una vida llena de lujos, pero vacía, él será mejor que tú, de eso me voy a asegurar. ¿Sabes cuántos años tiene Lyan? Al menos dime algo que me pueda convencer de tus supuestos deseos.—No digas tonterías, por supuesto que será mejor si crece lleno de lujos y comodidades. Estar bien económicamente no le hace daño a nadie. Sí, tiene 6 años, ¿no te cansas de repetirme ese error?—Exacto, tiene 6 años en los cuales no nos hicieron faltas tus malditos millones, en los cuales no tuvo ningún tipo de carencia, porque yo he tratado de ser responsable por la vida de ese niño, de mi hijo, al cual he criado sano, todo ha estado bien sin ti, sin tu dinero.—Sí y eso es maravilloso. Pero tienes que pensar en él ahora, está creciendo, necesita mi apoyo.—No, no lo hace, le ha faltado amor, buenos valores, sé que la comodidad no debería hacerle daño a nadie, pero a ti y tu familia es obvio que sí, carecen de humildad, de calidez humana, carecen de valores.
Se detuvo dándome la espalda, estuvo por unos minutos así, aquello me generaba una gran satisfacción, sentir que después de tanto lo tenía en mis manos, sintiendo la presión que por tanto tiempo había sentido yo. Volví a repetirle que si estaba seguro de marcharse sin llegar a un acuerdo, permaneció en esa misma posición, entonces con una sonrisa satisfactoria esta vez fui yo quien decidió que se marcharía. —Tú ganas Pamela, no tienes que decir nada, pero no voy a renunciar a tener a Lyan conmigo. ¿Que es lo que quieres? Cuanto me costará tu silencio y aparecer ante los medios diciendo que eres mi esposa, que Lyan es mi hijo, que he estado con ustedes siempre. Me detuve y esbocé una gran sonrisa, lo miré de arriba a abajo, me hice la de rogar, me quedé pensativa, encogí mis hombros y decidí fijé que me marchaba. —No te vayas, estamos hablando, ¿que es lo que quieres a cambio de eso? No se te ocurra pedirme que me alejé, porque no lo haré, así tenga que lidiar con todo lo que mencion
Una sonrisa se dibujó en su rostro.—Eres igual a mí, igual a todos los que críticas, Pamela, estás llena de odio, de resentimiento. ¿Quieres decirme que no estás vendiendo a nuestro hijo actuando de esta manera? No puedes criticar, condenarme y no poner en práctica lo que aconsejas.—No seas ridículo Kyle. Te estoy ofreciendo una opción, oportunidad que no tuve. No me recalques el pasado si no quieres que vuelva a él.—No puedes negar que deseas vengarte.—Puede ser, pero no es lo que hago, por más que lo anhele, me importa Lyan y su bienestar. Lo que estoy haciendo es por su bienestar, no lo estoy vendiendo, estoy velando por su seguridad a diferencia de ti, que lo único que te interesa es aprovecharte, Kyle lo que te estoy pidiendo no es nada comparado con lo que deberías pagar, si eso te parece mucho entonces nos vemos en los juzgados.—Espera... Resultantes peores de lo que me imaginé, déjame revisar lo que pides.—¿Puedes ir mañana a la ciudad o prefieres que mande a mis abogado
«¡¿Quién podrá ser?!», me pregunté mentalmente y un poco preocupada por el modo en que llamaban a la puerta."!Caray!, ¿por qué llamarán a la puerta con tanta prisa? Espero que sea por algo realmente importante.—¡KYLE! —exclamé asombrada, al tiempo que intenté cerrar la puerta, al reconocer al hombre parado frente a mí.Al abrir con tanta tranquilidad lo último que me hubiera imaginado, hubiera sido ver allí parado a Kyle, el idiota hijo de papi y mami, con una sonrisa perfecta, ojos celestes, cuerpo atlético, esas malditas facciones faciales que lo hacían lucir más guapo que años atrás.Fruncí el ceño, lo reconocí por su sonrisa, debía reconocer que por más que lo odiara no podía negarlo, los años le habían sentado de maravilla, como era posible que alguien tan canalla pudiera ser tan guapo.—¿Qué crees que haces aquí? Te dije que no te permitiría ver a mi hijo. Te lo mandé a decir y te lo repito ahora —solté con molestia.—¿Tu hijo? —preguntó, con una sonrisa sarcástica—. Te recuer
Mi hijo me pidió que lo duchara después de que habíamos compartido con nuestra nana y madre Flor.Lo estaba duchando y al ver la marca en su espalda al lado izquierdo me daba cuenta de que no solo físicamente se parecía a su padre, mi hijo tenía muchas cualidades y rasgos de su padre, ambos eran alérgicos a las nueces, ambos les gustaba el color azul, al igual que su padre a Lyan no le gustaba la carne, había sido muy difícil lidiar con todas esas cosas. Me recordaba tanto a su padre, amaba a mi hijo, pero aun así, deseaba tanto devolver el tiempo y cambiarle de padre si eso fuera posible, no entendía como se atrevía a regresar reclamando los derechos de un hijo al que en 6 años no le interesó, ¿por qué lo hacía? No estaba dispuesta a permitir que se acercará.—Mami, tengo mucho frío— dijo Lyan—. ¿Puedes ponerme mi pijama de Superman? ¿Puedo tomar un poco de leche caliente mami?—Sí, hijo, te pondré esa pijama, también traeré un poco de leche caliente para ti, es una noche fría, está