Al despertarme me di cuenta de que había dormido tan bien, que sentía alivio de las penas que me agobiaban.

Después de haberme sentado en la cama, de haber meditado, decidí ducharme.

Me había dado una larga ducha, al salir me sentía un poco motivada, bastante bien, agradecía el masaje que mi madre me había hecho. Perfume mi cuerpo y decidí ponerme algo cómodo.

Una vez lista, me dirigí a saludar a mi madre e hijo, Lyan seguía durmiendo, mami Flor no estaba, supuse que estaba haciendo el desayuno, era domingo, nuestro día de descanso.

Besé la frente de mi hijo y me dirigí a la cocina, allí tampoco estaba mami, me preocupe cuando revise la casa, el jardín y pregunté a su amiga la vecina, no la había visto.

Regrese a la habitación y miraba a mi hijo mientras caminaba de un lado a otro, tenía el presentimiento de que había ido a la ciudad, lo comprobé cuando al moverse mi hijo encontré la nota que me había dejado.

NOTA.

"Hija, tú eres madre, una maravillosa por cierto, es por eso que sé