NATANAEL Después de lavar los trastes busqué a Laura afuera pero no estaba, la busqué en las habitaciones de la casa y tampoco estaba. La llamé a su celular pero no respondía. ¿En donde está? Subí a buscarla en la habitación de Nathan, tampoco estaba. Me estoy asustando Justo ahora. Decidí esperarla en la sala porque quizá salió por aire. El celular suena a mi lado, es un mensaje de Kevin, me dice sobre los papeles de la reunión de mañana. Me restriego los ojos y me reincorporo, son las doce de la noche. Volví a buscar a Laura en todas las partes de la casa, hasta tuve que ir afuera. Me sorprendió que la basura estaba medio tirada en el piso. Algo brillante llamó mi atención, es un celular, me agaché y lo recogí. Es el teléfono de Laura. El miedo se instaló en mi pecho en ese momento, algo malo le había pasado. Lo sé. Decidí llamar a la policía y reportar el caso. —Quiero reportar una desaparición —hablé con voz temblorosa. —¿De quien se trata?—Laura Jenner, soy el empresario Na
NATANAEL DÍAZLa incertidumbre me estaba matando, mientras el tiempo estaba pasando más me estaba desesperando por saber noticias acerca de Laura. Los oficiales estuvieron ayudándome a mantener la calma, pero es que no me podía quedar de brazos cruzados sabiendo que cualquier cosa le puede estar pasando a mi mujer.—Señor Díaz, mantenga la calma, estas cosas pasan seguido y créame que cuando uno coopera con la persona secuestradora, se soluciona, además ya estamos trabajando para tratar de localizarla— el agente trajo un vaso de agua, pero en este momento no quería nada, absolutamente nada.—Es fácil decirlo desde su punto de vista, pero si estuviera en mi lugar no estaría tan campante caminando— no quise recibir el vaso. Mi teléfono en ese momento empezó a vibrar y vi que era un número oculto.Los oficiales me miran y me hacen de señal que conteste de la manera más natural posible.—Natanael Díaz…— la voz que escucho al otro lado de la línea era distorsionada producto del aparato que
LAURA JENNER—¿A donde me llevas? —Marie me desató de la silla, tengo un mal presentimiento Justo ahora. —Tu esposo nos pagará lo acordado —me amenazó con una pistola. Mi corazón latió más de prisa al ver el arma frente a mi. —Ten cuidado con eso, Marie —le advertí. No me gustan para nada más armas. En lo único en que podía pensar era en mi hijo, en que no quiero dejarlo solo. —Cállate. Siendo sincera no creo que Nate haya ido solo al muelle. He visto muchas películas, Laura, y sé que siempre hay oficiales vigilando. No quiero más problemas con la ley. Si Marcos ve algún oficial vestido de civil por ahí créeme que no la contarás. —Yo no tengo la culpa. Además, no creo que Nate me quiera poner en riesgo. Marie me hizo caminar hacia la salida. En el fondo me siento aliviada porque esta pesadilla terminaría. Pero no debo de cantar victoria tan temprano. Afuera pude notar que estábamos en un lugar alejado de la ciudad, no había nada más a los kilómetros. Esta era una granja abandona
NATANAEL DÍAZEstábamos en este camino solitario donde solo sol había en todo el camino. Es rama ente un desierto, hasta kilómetros más adelante del pastizal había un bosque. —Encontré algo —me dijo el detective por medio del Walkie-talkie. —¿Qué cosa?—Hay algo más adelante, Nate —espetó, el corazón me latió más de prisa cuando el detective se detuvo así que me detuve. Miré un auto estacionado y dos cuerpos tirados en el piso, hay un charco de sangre. Me quedé paralizado en cuanto vi el frágil cuerpo de Laura en el suelo, tiene sus ojos cerrados y mucha sangre a su alrededor. Me llevé las manos a la cara porque no puedo creer lo que veo, esto tiene que ser producto de una pesadilla. ¡Tiene que ser, maldita sea! —Nate, ayúdame por aquí —el detective se acercó a Laura y le sintió el pulso. El mío se detuvo en ese momento. —Sigue respirando, Nate, ayúdame. Reaccione en cuanto dijo eso y me acerqué a Laura, tomándola entre mis brazos. Las lágrimas empezaron a salir de mis ojos, desco
UNA SEMANA DESPUÉS. —Por fin en casa —olí el aroma a hogar que tanta falta me hacía. Una semana he pasado en el hospital, incómoda en esa cama, extrañando todas mis cosas. Tuve que tener varias sesiones de terapia para superar ese incidente. Creo que poco a poco lo lograré. —¡Bienvenida, mamá! —exclama Nathan, corriendo hacia mi para abrazarme. —Gracias, cariño. —Te he preparado lo que tanto te gusta para comer, has estado una semana comiendo cosas blandas y aburridas. Supongo que tienes hambre de comida de verdad. —No te imaginas cuánto. El timbre sonó en ese momento, me pregunto quién será. —Yo abro —dijo Nathan, yendo a la puerta.—Entre tanta cosa olvidé decirte algo importante—Nate parecía serio, eso no me gustó para empezar—Estuve revisando atentamente los perfiles de las niñeras, sus anteriores trabajos, sus referencias etc y la única que cumplió todo fue... —Sabrina —murmuré, mirando detrás de él a la chica sonriente. —Buenos días, señora —me saludó—Supe lo que le pas
En cuanto miré que mi sábana se cayó me agaché para recogerla y poder cubrirme de nuevo. Luke aún seguía en estado de shock. —Laura… —suspiró—… como desearía que fueras mía. —Luke, deja de decir estupideces y vete por favor —le pasé de lado para poder irme—Si eres inteligente te alejarás. Y no andes vigilando, es de muy mala educación. —avancé hasta bajar las escaleras, entrar a la habitación y cerrar con llave. Espero en serio que Luke se vaya sino me sentiré muy incómoda. Yo no le he dado pie para que Luke me esté buscando se está manera. ¿O si? Solo salimos una vez y fue porque yo quería distraerme. —¿Qué pasa, cariño? —me pregunta Nate, algo preocupado. —Nada, es solo que tengo mucho sueño. Estoy cansada —mentí, metiéndome a la cama con el—Nate, creo que el movimiento del barco me marea un poco, ¿es mucha molestia si volvemos a casa? Creo que no podré dormir cómoda. Ya sabes, por los medicamentos y eso me mareo más rápido. —Claro, baby, no tienes ni por qué pedirlo. Vamos a
NATANAEL DÍAZ—Así que piensas trabajar en Lord’s— Rasqué mi barba incipiente mientras Laura llegaba a casa. Yo le estuve ofreciendo un gran puesto que cualquier persona podría aceptar y aún con un mejor sueldo, pero a ella siempre le gusta llevar la contraria.—Claro, ¿no te parece una gra idea? Creo que es una maravillosa oportunidad de hacer algo que realmente me gusta— se siente al lado mío, en el enorme sofá de cuero que estaba en la sala.—No me parece— dije cortante— Es un poco ridiculo, ¿no crees? Es por lo que la gente va a decir. Eres la esposa de un gran empresario como yo y lo menos que puedes hacer es tener un trabajo de medio pelo como ese— negué con la cabeza. Es cierto que Laura y yo debemos de estar bien, pero algo como esto no lo puedo dejar pasar y es solamente por la inagen de mi esposa.—Esto debe de ser una broma, ¿cierto?— se gira para verme de forma interrogante— porque si es una de tus bromas créeme que no es de buen gusto para mi— lleva su mano a su quijada.
NATANAEL DÍAZMe detuve a pensar cómo actuar ante tales palabras tan repugnantes. En primer lugar no me gustaba que hablaran mal de mi esposa y en segundo, ¿Por qué esas personas se tomarían el tiempo para afirmar semejantes cosas?Luego de unos segundos de meditación abrí la puerta para encontrarme con las caras sorprendidas de los tipos.—Señor Díaz— se levantó uno de ellos, enseguida el otro también. Como todo buen caballero que soy, salude sin mostrarle ninguna expresión de asombro o nervio. Tenía que actuar como si nada estuviera pasando, pero por dentro quería romperle la cara a estos idiotas.—Lamento un poco la tardanza— asiento para darle nuevamente el paso a sentarse.— como verán frente a ustedes están las propouedtas de trabajo que habíamos acordado con las cifras establecidas.Empecé a hablar, pero mi mente seguía perdida en lo que eran las acusaciones de estos imbéciles, me puse a pensar en lo que había pasado ese día. Era cierto que encontré un poco nerviosa a Laura, per