Mérida se encontraba en su closet escogiendo que usar esa mañana, el tiempo transcurría y con el se hacía visible un pequeño bulto en la parte baja del abdomen, aunque quiso ir en los últimos días pero estuvo tan ocupada trabajando en el proyecto que presentaría esa mañana que no tuvo tiempo para nada más.
Escogió algo holgado que no dejara visualizar ese pequeño bulto que la preocupaba cada día.
Algunos días eran buenos y otros no tanto, pero se dijo que permanecer tranquila era lo mejor que podía&n
John estaba avergonzado, no quería que Mérida pensara mal de él, no quería que creyera que tan solo se había aprovechado de ella aquellosdíasque estuvo enMónaco.Él estaba entre la espada y la pared, no era posible que le hiciera un desplante a Marie, no podía simplemente decirle que se mantuviese alejada, esas muestras de afecto le parecíanabrumadoras,peroentendíaque eso era parte del acuerdo con la reina.En público debían mostrarse como la pareja perfecta, paparazzi podrían fotografiarlo y hablar sobre la estupe
Los padres de Mérida evitaron preguntar sobre el embarazo o sobre quien era el padre de ese bebe lo que importaba en un momento como ese era la salud de su adorada hija nada valía más que ella estuviese bien, Mérida soltó sin darse cuenta un par delágrimasya que esperaba ser ella misma quienlesdijera a sus padres lo que estaba sucediendo.— no te preocupes, nos encargaremos que todoestébien— siseo su madre mientras limpiaba laslágrimasde su hija.Fue un momento emotivo para los tres, todos estaban muy preocupados pero el doctorrecom
Luego de la presentación del proyecto lo conveniente era que John y Marie regresaran a Mónaco, debían ponerse al día con sus propios asuntos, ser príncipe no era tareafácilcomo todos pensaban y ellosteníanobligaciones por cumplir.Esa mañana despertaron muy temprano como de costumbre, cada uno se ducho por separado pero la princesa amaneció con un espléndido humor esa mañana, regresar a Mónaco era lo mejor para ella, aunque no estuvo de acuerdo con la reina sobre ir a new york decidieron que esa era una buena oportunidad para queMéridase alejara deJohntotalmente.
John se quitó el anillo que tiene el GPS, bajo hasta el estacionamiento del auto y allí dejo el localizador, debíabuscarla forma para salir del edificio sin ser vistoy entonces vio que justamente un auto estaba por salir, paso justo a su lado y entonces el hizo una seña.Una señora de unos cuarenta años bajolaventanilla del auto y le pregunto sinecesitabaalgo.John se atrevió a pedirle un favor a la señora, dando como excusa el hecho de que no conocía la ciudad y que su amiga que vivía en ese mismo edificio no se encontraba, le pregunto por&n
La noticia sobre la repentina desaparición del príncipe deMónacoen new york no se hizo esperar, noticieros redes sociales e incluso emisoras de radio mencionaban el tema.Algunos decían que podía haber sido un secuestro que la reina había tratado de ocultar por la integridad física del príncipe y otros tantos hablan sobre el capricho de huir de sus responsabilidades, después de todo bien se sabía que el príncipe no tenía unareputacióntan intachable como la reinaqueríahacerlo ver.John llevaba tresdíasd
La reina como John pusieron los puntos sobre lasies, cada uno expuso su propio punto de vista era obvio que la reina no Tanto la iba a dejar espacios para diálogos, ella simplemente estaba dejando que John se desahogara sabia a laperfecciónque noaccederíaa ninguna de sus peticionesSu madre comenzó a hacerle preguntas sobre la chica y el no tuvo inconvenientes en responder, era poco lo que conocía deella,pero al notar ciertointerésen su madre por ella pensó que era una buena oportunidad para que la conociera desde su propio punto de vista y que no la vea como una intrusa a la que hay que apartar del camino. Al llegar a casa Mérida se sentía bien, dispuso a irse a la cocina con su madre para ir preparando la comida de esedía, sacaron algunas verduras y algunos otros ingredientes queusaríanpara la deliciosa comida que prepararían juntas.La madre de Mérida estaba un tanto inquieta y un poco dispersa con sus pensamientos, no podía creer que su hija siendo tan joven estuviese embarazada y que peor aún llegase a ser una de las tantas madres solteras del país, sabía que ella y su esposo no la abandonarían en su proceso de embarazo, pero su sueño fue ver a su hija formar una familia con alguien y no llevar una carga tan grande sola. Paso una semana y Mérida mantuvo comunicación en todo momento conJohn,pero no había podido convencerla de aceptar ainvitacióna palacio.Había sido una semana excesivamente larga entre obligaciones y deberes y tan solo esperaba poder vera a ella sin embargo ella había decidido que no era una buena ideaviajar y que nohabíapoder humano que la hiciera cambiar deopinión.Se dijo que no estaría dispuesta a recibir malos tratos de nadie y mucho menos humilHeredero
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