Finalmente el momento que no deseaba había llegado, una parte de mi temía volver a lo incierto al igual que en el pasado, pero otra parte se sentía completa desde el preciso instante en el que me volví a encontrar en esos preciosos ojos nuevamente. Después de resignarme a no volver a verlos más que en mis recuerdos o mis sueños, la vida parecía abofetearme con aquello que alguna vez juré nunca más volver a tropezar.— ¿Mami?— Tira de mi vestido haciéndome volver a la realidad.— Cariño.— ¿Vamos a vivir en un palacio? ¿Como las princesas?— Inquiere sin poder ocultar su emoción.— Cielo...No es un palacio,pero sin duda es un lugar muy grande para vivir. Pero debes de entender que sólo estaremos un tiempo ahí y que nada de eso pertenece a nuestro mundo.— La parte más difícil de ser madre era explicarle a un niño de una manera que él comprendiera aquello que ni siquiera tú mismo entiendes.Pero era consciente que no debía de permitir que alice se acostumbrará a un estilo de vida que yo no
Era como si le preguntara a la vida ¿Qué más podría salir mal? Era una forma de responderme de que las cosas podrían ser mucho peor, era enviar a Lisa otra de las personas que más me detesta. Observó como detrás de ella aparece un pequeño completamente asustado por la situación a su alrededor, se veía un poco más pequeño que Alice, Quién en su inocencia levanta su pequeña mano para saludar al pequeño frente a ella intentando acercarse a él, y es en ese preciso instante en el que lisa se percata de nuestra presencia y de inmediato su rostro se contrae con rabia en cuestión de segundos.— ¡¿Qué hace esa asesina aquí?!— En cuanto las palabras comienzan a salir de su boca, como la lengua de una serpiente venenosa, de inmediato subo la ventanilla para no tener que lidiar con uno de sus arranques. Eizan de inmediato sabe lidiar con la situación y parece tranquilizarla. Pero su apariencia desconcertada por su presencia llama mi atención y algo me dice que no soy el único hijo pródigo.— ¿Ma
La expresión de Eizan solo me confirmaba que algo no marchaba bien. Pero ahora no existía ninguna razón para tolerar cada uno de sus desplantes, al menos ese no fue el trato que hice con Eizan en un inicio. Ahora el pasado me abofeteaba bruscamente para percatarme que sin importar mis esfuerzos el pasado y la familia Rockefeller continuaban persiguiéndome— Al parecer aun no olvidas mi nombre.— Responde con burla intentando humillarme justo en el umbral de la puerta, sin duda la bienvenida más cálida que cualquiera desearía vivir.— Y tampoco que mis diseños marcaron el antes y el después de su empresa.— Le sonrió de medio lado al mismo tiempo que la sonrisa de él se esfuma siendo reemplazada por un entrecejo fruncido. Y él era consciente de que tenía la razón pues bastaba con solo leer los periódicos o investigar un poco en internet para darse cuenta que después de mis diseños ninguno volvió a tener el mismo éxito, por lo cual continuaron utilizando los míos hasta la fecha con alg
— ¡Eso es mentira!— Grita Eizan lleno de frustración y dolor por las crudas palabras de Lisa.— Es uno más de tus enredos para intentar atraparme en tus redes nuevamente. ¿No te cansas de hacerme la vida miserable? Nuestro tiempo ya pasó y tienes que aceptarlo así como yo lo acepté el día que te vi en el altar convirtiéndote en la esposa y mujer de mi hermano frente a mis ojos.— Golpea con fuerza el escritorio sin importarle todo lo que de él cayó Lisa intenta acercarse acariciando tenuemente su brazo pero él de inmediato la retira con brusquedad como si su simple tacto o su presencia le produjera náuseas.— Esa es la verdad, ese niño es tu hijo, no es hijo de donato. Él merece tener a su padre en vida para que lo guíe por la vida así como a ti te habría gustado que tu padre lo hiciera contigo pero en lugar de ello fue Donato quien lo hizo.— Lisa sin duda sabía la enorme grieta paternal que existía en Eizan gracias a Harold, Por ello él se encontraba tomando ventaja de esa pequeña inf
Narra Adara.Sin duda el pequeño no parecía hijo de Lisa, sin duda alguna había resultado hacer una pequeña versión de donato. No me había podido resistir al contemplarlo completamente solo en una esquina del jardín poco a poco mi dulce Alice había logrado integrarlo y ahora los tres nos encontrábamos jugando animadamente al mismo tiempo que era consciente del infierno que probablemente se encontraba en la mansiónDe un momento a otro mientras acariciaba con dulzura el rostro de ambos, un tirón en mi cabello me hizo jadear por lo que de inmediato mis ojos comenzaron a buscar la amenaza. Los ojos de mi hija se abren en grande al mismo tiempo que su sueño se frunce, completamente enfurecida se coloca de pie.— ¡Suelta a mi mamá!— Grita enfurecida, pero sin éxito alguno.— Cierra la boca mocosa al final eres igual que tu madre. Te estoy haciendo más un favor después me lo agradecerás. ¡Tú no eres una Rockefeller! ¡ni siquiera eres hija de…!— Abre la boca sorprendida sin poder creer que
— No tengo idea de lo que estás hablando.— Miento descaradamente restándole importancia, ya que no le dejaría conocer el poder que verdaderamente tenía él en mí. — Estoy cansada así que deberías de decirme cuál será mi habitación o puedo dormir con mi hija sin problema alguno.— Intento abrir la puerta de la habitación de Alice pero su enorme mano atrapa la mía antes de que pueda tocar el picaporte.— Tal vez intentas engañarte a ti misma pero sabes tambien como yo la verdad.— Comienza a posarse detrás de mí sujetándome por las muñecas al mismo tiempo que percibo el calor de su cuerpo y todo en mí parece flaquear.— — ¿Qué verdad? ¿Por qué estoy agotada? Eso no es ningún secreto.— La verdad de lo mucho que anhelas estar entre mis brazos nuevamente. Qué imaginas lo que se sentía que mis manos y mis labios recorrieran cada centímetro de tu piel, divagando por rincones de tu cuerpo que ni siquiera eras consciente que tenías…— Lentamente se acerca y puedo escuchar su respiración sobre mí
La sensación de humedad hace que me remueva constantemente, hasta que finalmente abre los ojos encontrándome con una imagen memorable. Eizan se encontraba frente a mí con el cabello húmedo, al parecer acababa de salir de la ducha.Me lanza la toalla logrando sobresaltarse y aún más cuando lo contemplo sin prenda alguna. El rubor en mis mejillas se extiende pero no precisamente por timidez o algo que se le asemeje.— Ambos podemos jugar la misma carta caperucita.— Su voz logra ser como el canto de las sirenas para mí, atrayéndome a una trampa que probablemente será mortal para mí.— Nada que no haya visto antes.— Miento descaradamente pues no le permitiría que su ego intentará sobrepasar los límites.— Cuidado caperucita que puedes arder dentro de mi propio infierno.— Me advierte al mismo tiempo que la distancia entre nosotros se acorta.— ¿O tú temes arder en el mío?— inquiero al mismo tiempo que arqueó una ceja. Lo había desafiado abiertamente y él era consciente de ello, sin verlo v
Dos meses después…— Tienes que decirle la verdad.— Lisa toma uno de los amplios brazos de Eizan, continuando de forma melosa como un pequeño gato.— Seremos finalmente la familia que siempre deseaste.— ¡Basta ya!— Le grita con rabia sintiéndose asqueado ante su tacto.La verdad era simple, él había intentado vengarse de la muerte de su hermano vaciando su furia en la joven besada por el fuego. Pero ciertamente con el paso de los días y la convivencia todavía he dado un giro inesperado en sus planes, se había dado cuenta de que mi corazón no había dejado de sentir por esa mujer el inmenso amor que un día surgió, añadiendo que esa pequeña había flechado su corazón y su vida, había caído de rodillas frente a ambas sin verlo venir, entraron a su vidas sin previo aviso arrasando con todo a su paso.El tiempo había transcurrido más rápido de lo que habría imaginado o esperado. Y el odio que decías sentir al respecto hacia la pequeña fiera se había esfumado rápidamente con el paso de los dí