6. Hospital St. Mercy

Capítulo 6

Hospital St Mercy

Caminando por segunda vez en dos días por los pasillos del hospital, pero está vez acompañada del alfa Tyler Neumann y no su mejor amiga. Emily no le creería si viera con quien estaba.

Todos conocían a Tyler Neumann y era temido por muchos y respetados por otros, le parecía como poco increíble que camine a su lado con una mano en su espalda para guiarla.

—¿Cómo se llama tu médico? —pregunta Tyler notando que no había preguntado tal cosa.

—El doctor Elías Davies —contestó Clara con una pequeña sonrisa— ha sido mi médico de toda la vida.

—¿Estás enferma? —indaga hundiendo el ceño.

«Si estuviera enferma podría afectar al feto de alguna manera y eso es contraproducente» piensa Tyler calculando los daños.

—No, a mi jefe le gusta que venga anualmente al hospital por un chequeo. Me tocó el mes pasado —Clara habló está vez viendo al frente— fue el único año que no pude ver al doctor Davies, su nieto acababa de nacer y se ausentó, me dijeron que la doctora Ferguson se haría cargo y pensé que sería mejor ser atendida por una mujer... me equivoqué— murmuró para sí misma.

—Tal vez no sea mi bebé —habla viendo al frente en voz baja, intentó tranquilizarla, aunque no sabe porque.

A Tyler le parece importante mantenerla tranquila.

—Si no es su bebé… ¿de quién es? —sollozó la joven sintiendo que esto era demasiado para ella.

Cabía la posibilidad de que este hijo no fuera de los Neumann y si eso era así, ¿entonces de quién era?

—Lo siento, señorita Winters —sacó un pañuelo de la chaqueta de su traje y se lo tendió a la chica— no era mi intención alterarla.

Definitivamente lo de él no era la empatía ni ejercerla.

—Yo soy quien lo siente, no puedo controlarme —le comenta con un resoplido poco elegante que a Tyler le pareció adorable, pero no dijo nada.

—Es completamente normal y razonable, señorita Winters esto no es una situación convencional como para tomarlo con alegría y tranquilidad —se encogió de hombros— intentaremos llegar al final de este lio y salir ilesos todos de esto.

—Yo te veo muy normal y tranquilo —replica Clara viéndolo de reojo— como si nada te afectara.

—Sí, bueno. Yo no tengo un bebé en mi vientre que no es mío —dice él con una pequeña sonrisa de medio lado que, así como vino se fue.

«Casi se pone él mismo los ojos en blanco ¿Qué clase de chiste era ese?» piensa pesadamente el alfa Tyler.

—Punto para el señor Neumann —habla Clara con una risita— alfa Neumann... disculpe, esto se me escapa de las manos —sus mejillas poniéndose rosadas por su vergüenza.

—Dime alfa Tyler —pidió el hombre necesitando escuchar su nombre de sus dulces labios— o Tyler.

Luego profundizaría en el porqué de eso, aunque es mejor guardarlo en el fondo de su mente y olvidarlo.

—Entonces, usted dígame Clara —añade ella con una suave sonrisa sin decir su nombre y Tyler se preguntó si era a propósito. Tal vez solo para no darle lo que él quiere.

La chica lo intrigaba de una manera poco usual.

—Bien, no es difícil. De todas formas, tienes un nombre precioso, Clara —le responde Tyler viendo al frente casi llegando al consultorio del doctor de Katherine.

Clara no respondió, pero sus mejillas decían todo lo que había que decir, su nombre se escuchaba bien en su ronca voz de barítono.

Llegando al consultorio del doctor, Tyler solo tocó dos veces antes de que un hombre bajito y anteojos abriera la puerta con una sonrisa en los labios que no llegaba a sus ojos.

—Buenos días, alfa Neumann —saluda el hombre rindiéndole pleitesía como siempre hacía cuando lo veía— ¿Qué le trae por aquí?

El apellido Neumann se vería perfecta en su investigación, sabía adular a los que tenían dinero para terminar su trabajo.

—Ayer cuando vine con Alessia —comienza diciendo Tyler sin devolver el saludo, entrando al despacho del doctor con Clara obligando al doctor a retroceder y cierra la puerta detrás de él— escuché unos rumores en el hospital, doctor Michael Owen.

—¿Rumores? —el doctor Owen se veía confundió y aliviado o tal vez eran ideas de Clara.

—Una mujer afirma que no sabe cómo quedó embarazada hace un mes ¿Imagina eso? —pregunta con sarcasmo el millonario hombre— es una barbaridad lo que le pasó a la mujer.

La mirada del doctor rebota entre Clara y el alfa Tyler, sin saber a qué se viene esto.

—¡Ah, sí! Algo escuché de eso. Debe ser horrible que la chica fuera violada —dijo el doctor poniendo suficiente tono de pesar como para hacerlo parecer creíble.

No le importaba la chica y no era su problema.

—No fui violada —agrega Clara enojada por las palabras falsas y crueles del doctor— no recuerdo ninguna violación —afirma ella— al menos no recuerdo un ataque.

—¿Es usted? —el doctor Owen traga grueso.

¿Qué hace esa chica con el alfa Neumann?

¿Qué está pasando?

—Soy yo, y quiero saber cómo quedé embarazada cuando yo hace un mes no mantuve relaciones sexuales con nadie que yo recuerde —se cruza ella de brazos enojada.

No quería admitir que simplemente era virgen y que era imposible quedar embarazada por si sola.

—Usted no es mi paciente —refuta el doctor Owen enojado— no entiendo porque me reclaman a mí.

—Llame al doctor Davies y la doctora Ferguson —exige el alfa Tyler Neumann sin rodeos— esto se soluciona hoy mismo, espero que usted no tenga que ver con esto.

El doctor sin rechistar levanta el auricular aún confundido sin dejar de ver a la extraña pareja en su oficina y le pide a la enfermera que busque a ambos doctores.

Estábamos hablando del alfa Neumann y la excelente donación que hizo el mes pasado, el doctor Michael Owen no se iba a atrever a ir en contra de sus deseos, por más locos que fueran.

El silencio se vio roto solo quince minutos después cuando ambos doctores llegan, primero tocaron la puerta y luego entraron viéndose unos a otros.

Los doctores se veían confundidos, Tyler solo los media, calculaba como si estuviera en una junta con lobos igual que él.

—Han solicitado nuestra presencia de manera urgente —dijo el doctor Davies rompiendo el silencio ensordecedor de la oficina de uno de sus colegas, para tratar de entender porque pidieron su presencia aquí— ¿Qué sucede, doctor Owen?

La mirada del doctor Davies aterriza en la mujer detrás del hombre atemorizante y la reconoció de inmediato.

—Buenos días, doctor Davies —dijo ella levantando una mano a modo de saludo.

—¿Clara? Buenos días —el doctor Davies la saludo un poco confundido.

Ha Tyler no le gustó como el doctor Davies decía el nombre de pila de Clara como si se conocieran muy bien.

La sospecha llenó sus huesos.

—Me alegra que pudieran venir —habla el alfa Neumann al fin, aunque esa alegría que decía no era parte de su rostro y todos sabían que no era una opción que estuvieran en ese consultorio. Solo debían acatar órdenes— tengo un presentimiento… —dice y mirando a todos los doctores de la sala— ayer me enteré del caso de la señorita Winters aquí presente y algo me dice que ese bebé que ella espera… Es mío.

Se quedó callado para dejar que todos asimilen sus palabras, hasta que uno de ellos habló.

—Eso es absurdo —dijo el doctor Owen viéndolo con nerviosismo.

Tyler veía a todos como un halcón, atrás había quedado el amable hombre que bromeaba con Clara antes de llegar al consultorio del dichoso doctor Owen.

—Hace un mes me ausenté —se excusa el doctor Davies rápidamente— le pedí a mi colega que la atendiera para que ella no tuviera que volver hacer otra cita —repite señalando a Ferguson y era lo mismo que pasó ese día, en eso Clara no mentía— también mandé a revisar las cámaras de vigilancia, pero el director general insiste en que eso sería contraproducente.

No le gustó para nada al alfa esa información, ese hombre siempre fue un dolor de huevos.

—¿Es eso así? —el alfa Neumann levanta una de sus abusante cejas oscuras.

—Sí, quiero saber si mi paciente fue violada en las inmediaciones del hospital o si fue fuera de este… de cualquier modo, ella está embarazada y debe tomar una decisión —agrega el doctor— no queremos que nada de lo que ella quiera se vea afectado por quien es el padre.

El doctor le dejó claro que no le importa de quien sea el bebé sino el bienestar de su paciente y lo que ella quiera para sí misma, Tyler no podía permitir eso. No puede perder ese bebé.

—Resolveremos lo de las cámaras, pero no me queda claro como termina un bebé en una paciente que no lo desea y por lo que me cuenta ni siquiera sabía que fue violada, doctor Davies —Tyler es peor que un sabueso con su hueso— más a mi favor, creo que ese bebé es mío, en vez de hacerle IV a Alessia se la hicieron a Clara Winters. La cosa es… ¿Por qué?

Todos tragan grueso, saben que él encontrará al culpable de lo que sea que pasó hace un mes.

—Yo hice que una pasante le hiciera el examen a la paciente ese día —habla por primera vez la doctora Ferguson lavándose las manos. No la iban a culpar de esto.

Dejo que el doctor en cuestión hiciera lo que tenía que hacer por un buen precio, no iba a perder su licencia por este error estúpido.

—¿Qué pasante? ¿Sabías esto? —se gira dirigiendo la pregunta a Clara que parece cada vez más pálida.

A los ojos de Tyler, Clara parecía culpable de algo, y ella lo supo en cuanto lo vio a los ojos, estaban fríos y su rostro ilegible.

¿Estaba la chica detrás de todo esto después de todo?

¿Era una excelente actriz?

Toda mundo sabe que tener el hijo de Neumann en su vientre en cómo ganarse la lotería instantánea.

—No, no lo sabía. Las citologías me ponen nerviosas y tiendo a cerrar los ojos y ponerme a escuchar música, la recuerdo a ella, pero a nadie más —dijo Clara angustiada por cómo puede verse eso.

—Ya veo —fue todo lo que respondió pensativo, la miró directamente a los ojos mientras acertaba a decir atroces palabras para Clara —si ese hijo resulta ser mío, me perteneces.

¿Le pertenezco?

«¡No, no, no! No hay nada peor que tener este hijo»

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