Capítulo 2
Mansión Montgomery
—Alfa Charles, me siento muy bien. Para nada fui al médico hoy —le dijo la chica como si fuera una amonestación, ocultando de él la noticia de su embarazo. No estaba lista para decirlo en voz alta— ¿Usted cómo está? ¿se tomó sus medicinas?
Quería mucho al alfa Charlie, y le pesaba que gastará dinero en ella de esa manera, pero él insistía que no le importaba gastarlo. No sabía cómo iba a reaccionar el anciano Montgomery a su embarazo, de alguna manera siente que le defraudó.
—Deja que yo me preocupe por eso —dijo el hombre sentándose con esfuerzo en uno de los bancos en la isla de la cocina.
La casa, como le decía el alfa Charles, era una mansión de dos pisos con paredes de elegantes colores y adornos de siglos pasados, la familia Montgomery era una adinerada y antigua familia de lobos de la ciudad, por lo que era perfectamente común encontrar pinturas de artista ya muertos o algún jarrón que costaría más que una carrera universitaria.
—Te tengo una sorpresa para hoy —le dijo la muchacha ilusionada desviando el tema.
—Por ese magnifico olor que sale del horno me lo imagino —dijo el anciano con unas sonrisa sincera— me gusta mucho tu comida, Clarita.
Quería mucho a la muchacha que tenía frente a él le encantaba que ella pudiera cocinarle y estar pendiente de él, lo hacía de corazón. Como una vez lo hizo su madre.
—Espero que no sea nada que contenga algo que mate a mi suegro —añade Anabella entrando en la cocina mirando de manera fría a Clara.
Siempre vestida de manera impecable con uno de sus muchos diseños que cuestan una fortuna, Anabella mira a Clara como si no fuera más que una cucaracha cerca de ella, siempre levantaba el mentón y le daba una mirada altanera a Clara.
—No contiene azúcar, es un receta saludable que encontré en internet para que el alfa Charles pueda comer, señora Montgomery —comenta sumisa como siempre.
Odiaba la manera en la que la viuda de Montgomery la trataba, lo soportaba todo porque no tenía a donde más ir y no quería dejar solo al anciano alfa con esas arpías que fingían quererlo.
—Eso es muy considerado de tu parte, Clarita. Muchas gracias —respondió el alfa con solo cariño de su parte— deja a la muchacha en paz, Anabella —la defiende, sabiendo lo malcriada que puede ser su nuera.
—Yo solo cuido de ti, suegro —dijo la mujer dulcificando su gesto porque su suegro estaba allí— es lo que tu hijo James hubiera querido.
Aunque todos los presentes sabían que era una actuación por parte de la mujer, no dijeron nada.
Charles tuvo un solo hijo, James murió hace ya muchos años en un aparatoso accidente de helicóptero y su cuerpo nunca fue encontrado. De eso hace más de dieciocho años atrás, cuando Bella era solo una niña.
—Claro que sí, de eso estoy seguro —responde el anciano— ¿Dónde está mi nieta? —pregunta el alfa intuyendo que la chica está de fiesta o de compras como siempre.
—Bella está en la universidad —miente Anabella por el bien de su hija— ya sabes lo estudiosa que es.
Eso casi hace reír a Clara que se encontraba picando unas verduras para la cena de ese día mientras la base del pie se horneaba, pero se mordió sus labios para contenerse. Los Montgomery podían permitirse más empleados, pero gracias a Anabella y Bella no duraban más que un puñado de semanas, la que siempre perdura es Clara Winter.
Su madre trabajó mucho y llevaba desde muy joven en la casa de los Montgomery y, Clara no conoce nada más que servir a la familia del alfa en esa casa, por mucho que el alfa se empeñaba en hacerla sentir de la familia. Bella y Anabella están decididas en hacer distinción y Clarita no las culpó por eso, después de todo era solo una sirvienta como ellas decían.
Cuando cumplió los dieciséis ella no recibió su lobo, todos en la manada Lapislázuli piensan que es defectuosa, solo es una humana más, son cosas que ya no le preocupan a Clara, aunque a veces siente que le falta algo.
«Tal vez su padre era un humano y es por eso que no pudo dar con él cuando intentó buscarlo. Eso tiene mucho sentido y explica porque no recibí mi lobo». Pensó la chica.
—Claro, claro —dijo el anciano levantándose con gran esfuerzo para irse— iré a descansar un poco antes de la cena, espero que nos acompañes hoy, Clara.
A pesar de los esfuerzos del alfa de integrarla en la familia desde pequeña, la chica se resistía, su lugar no era en esa enorme mesa con la desagradable de Anabella y la siempre consentida Bella, era mejor así.
—Gracias, alfa Charles —dijo la chica con una pequeña sonrisa mientras el anciano terminaba de salir de la cocina.
Esperó por el ataque que venía de parte de la señora Anabella, porque así es ella.
—No siempre estará mi suegro para salvarte, Clara —dijo la mujer con un cambio de voz y rostro tan rápido digno de un Oscar— eres una mosquita muerta y siempre te aprovechas de que el viejo extraña a su hijo.
El rencor que Anabella le tenía era demasiado grande para que Clara lo entendiera, así que solo decidió dejarlo pasar. Como siempre.
—Lo tomaré en cuenta, señora Anabella —respondió sin inflexión en su voz.
A pesar de haber crecido en esa casa, a Anabella no le gustaba que el anciano quisiera meterla en la familia, capaz eso significaba que le dejaría parte de la herencia cuando muera.
Es inaceptable cuando no la consideraba de la familia.
Ya no era nada nuevo para ellas tratarse de esa manera, su vida emporó cuando su madre murió, Clara ve al pasado y se da cuenta que su madre muchas veces soportó malos tratos por el bien de ella. Así era los millonarios siempre, nunca conoció algo diferente.
—Cuida esa lengua astuta, esclava —habla de manera despectiva como siempre hacía cuando estaban solas y se acercó a la pobre humana con sigilo.
Le sorprendía la capacidad de Anabella de cambiar cuando estaban a solas como cuando las acompañaba el alfa Charles Montgomery.
—Lo siento, señora Anabella —contesta Clara con dientes apretados y bajando la mirada al suelo como sabía que le gustaba a Anabella, viuda de James Montgomery.
Clara muy a menudo se preguntaba si madre e hija serian diferentes si el hijo del alfa, James estuviera vivo, en su mente Anabella y Bella solo estaban dolidas por la muerte de él, cuando tuvo edad para ser consciente siempre soñó con que se llevaría bien con ellas, eso nunca pasó.
No se hacía muchas ilusiones con ellas, pero soñar no cuesta nada.
—Mejor ándate con cuidado —toma un puñado de su cabello cuando estuvo a su espalda viendo el dolor de Clara la regocijaba, hacía arder su cuero cabelludo, lágrimas de dolor pinchaban los ojos de dolor en Clara y las contuvo a duras penas.
Sabía que si lloraba todo podía empeorar.
—Si, señora —respondió respirando a través del dolor.
La soltó momentos después, como aún tenía el cuchillo en una de sus manos se cortó la palma de su otro mano, haciéndola sisear de dolor, alegrando así a Anabella mientras salía de la cocina, pero ahora tarareando una melodía que solo ella conocía.
Clara respiró hondo y se puso un paño en la mano, buscó el botiquín de primero auxilios y se limpió bien el corte antes de poner un poco de crema antiséptica y una bandita, quería terminar la comida del alfa Charlie y su familia.
—Al menos es superficial, odiaría dejar al alfa Charles sin su cena —habló con ella misma en la solitaria cocina.
Clara terminó la cena con un aire de melancolía y sirvió a la familia Montgomery, gracias a Dios solo eran ellos está vez, que ya esperaban en la mesa.
Clara regresó sola a la cocina para comer un poco, solo quería darse un baño y dormir muchas, muchas horas.
Sin saber que Bella la observaba en la oscuridad vigilando cada paso que ella daba, para Bella era tan divertido meterse con la sirvienta fiel, boba y humana de Clara.
Capítulo 3Por primera vezPor primera vez desde que salió del hospital se tocó su estómago plano sin saber que Bella estaba atenta a todos sus movimientos y pensó en la criatura que crecía en su vientre, pensando en la posibilidad de quedarse con él, hasta que recibió una llamada que la sacó de su ensimismamiento.«No pienses en tonterías, Clara ¿Cómo vas a quedarte con él» pensó resoplando?Clara se quedó viendo fijamente su celular sin saber quién podría llamarla, normalmente solo el abuelo y su amiga Emily eran las únicas llamadas que recibía últimamente—¿Diga? —contestó justo antes de que terminara el tono.—Buenas tardes ¿Hablo con la señorita Montgomery? —pregunta una voz masculina que la hizo mirar extrañada la pantalla del celular.—Sí, ¿Quién es? —pregunta la chica apartando su plato de comida que apenas había tocado— ¿Cómo consiguió mi número?De todas formas, la joven parecía no tener hambre.—Buenas noches, señorita Winters Clara. Soy Timothy Smith, asistente del alfa Ty
Capítulo 4¿Plantada en el café?Clara esperó y esperó alrededor de una hora en ese café. Había llegado al menos diez minutos antes y ya habían pasado demasiado tiempo, cuando vio que la dejaron plantada, se levantó para pagar su té y se disponía a irse cuando la campana de la puerta de entrada sonó avisando que alguien había llegado.Se giró para ver si era el señor Timothy, o si era el mismísimo alfa Neumann que se dignaba a aparecer, pero no se hacía ilusiones. Efectivamente, era el poderoso y despiadado alfa Tyler Neumann quien se presentaba y no venía solo.Clara había pasado parte de esa media hora de espera navegando por internet y buscando información de Tyler Neumann y aparecieron demasiadas noticias y fotos para contar, una de ellas era lo guapo y exitoso que era el joven alfa, aunque era diecinueve años mayor que ella, era uno de los alfas más exitosos y joven del país.Clara se había quedado ensimismada viendo lo perfecto que era el alfa que se quedó congelada en el sitio
Capítulos 5Asuntos delicados—¿Intencionado? —cuestiona Clara— no soy nadie. ¿Por qué alguien haría algo así?Alessia pone los ojos en blanco ¿de verdad era tan ingenua como lo parecía?—Nosotros si somos alguien —dijo Alessia simplemente afirmando que Clara no era nadie importante— estás hablando con el mejor alfa del país.«¿Pero ellos? ¡Claro que lo eran! Es lo más lógico de pensar. ¡Tonta, Clara! ¿Cómo no lo pensé?»—Déjame explicarlo de otra manera —carraspea el alfa lanzándole una mirada iracunda a su beta por su poco tacto. Necesitaban que la chica estuviera de su lado— puede que sea una suposición nada más, pero creemos que solo fue un error. Tal vez con las carpetas, un fallo en el sistema. No lo sé —Tyler se encogió de hombros tratando de llevarla a su terreno, si ella era culpable de algo o no eso se vería después— también es posible que alguien lo hiciera con un propósito que me perjudicara.Necesitaba a ese bebé o no conservaría su estatus de Alfa gracias a leyes antigua
Capítulo 6Hospital St MercyCaminando por segunda vez en dos días por los pasillos del hospital, pero está vez acompañada del alfa Tyler Neumann y no su mejor amiga. Emily no le creería si viera con quien estaba.Todos conocían a Tyler Neumann y era temido por muchos y respetados por otros, le parecía como poco increíble que camine a su lado con una mano en su espalda para guiarla.—¿Cómo se llama tu médico? —pregunta Tyler notando que no había preguntado tal cosa.—El doctor Elías Davies —contestó Clara con una pequeña sonrisa— ha sido mi médico de toda la vida.—¿Estás enferma? —indaga hundiendo el ceño.«Si estuviera enferma podría afectar al feto de alguna manera y eso es contraproducente» piensa Tyler calculando los daños.—No, a mi jefe le gusta que venga anualmente al hospital por un chequeo. Me tocó el mes pasado —Clara habló está vez viendo al frente— fue el único año que no pude ver al doctor Davies, su nieto acababa de nacer y se ausentó, me dijeron que la doctora F
Capítulo 7 No soy propiedad de nadie. —Si ese hijo resulta ser mío, me perteneces. Clara se había quedado sin palabras, cuando por fin encontró su voz hundió el ceño queriendo explicaciones. —¿De qué está hablando? —pregunta Clara tratando de controlar su tembloroso cuerpo— No soy propiedad de nadie, señor no soy un carro. La voz indignada llenó el consultorio, todos se quedaron viendo a la joven como si estuviera loca. ¿Cómo se le ocurría hablarle así a un alfa tan importante como Neumann? —Sabes de lo que hablo, he esperado años por tener un cachorro. Si es mío tú me perteneces hasta que des a luz —repite él con tono glacial señalando su vientre aún plano— y si me llegó a enterar de que tuviste algo que ver con lo que pasó te vas arrepentir, Clara Winters —sus palabras se escuchan como una sentencia para la joven. Nadie le dijo lo ridículo que eso sonaba, Clara no era un tapete o un bonito cuadro. No estaba en venta. —Esto es absurdo —resopla la chica, poniendo los ojos en
Capítulo 8¿Es un truco?—A mis ojos todos son culpables, eres una muchacha común y corriente y tal vez me viste el mes pasado y dijiste aquí tengo todo lo que necesito para resolver mi vida —le recrimina de una manera que la hace sentir vulnerable, sucia y hasta culpable cuando no lo es— vas a salir ganando, no finjas que vas a abortar. No. Te. Creo —dijo con énfasis en sus últimas palabras.Son palabras que Clara siempre ha oído, pero hasta ahora no le había dolido de verdad, sabía que no era nadie.—Es por eso que me voy sola —hizo un sonido con su garganta con incredulidad, viéndolo como si no lo conociera— prefiero arriesgarme sola, alfa —su voz se quebró con la última palabra.«¡Y eso es, porque no le conoces!» le recuerda su mente. «Tonta. Tonta, Clara.» se sentía tan diminuta, como si no valiera nada.Clara no podía creer el cambio tan drástico que dio este hombre en un parpadeo cuando entró en ese consultorio.¿A dónde fue el hombre encantador de hace unos momentos? S
Capítulo 9Sin la posibilidad—No quiero que me dejes sin la posibilidad de ser padre, este era nuestro último intento —la voz del alfa al final no fue más que un susurro y ni siquiera lo dijo viéndola a los ojos.Para Tyler era una desafortunada opción y muy desesperada decirle estás cosas a una chica que apenas conoce, se lo había pedido a Alessia porque la conocía de niño, siempre estaba encima de él y todos estaban seguro de que tarde o temprano la haría Luna de la manada Laguna Roja, pero él secretamente esperaba su mate ahora todo se le complicó.Sin mate, sin una compañera elegida aún, embarazando accidentalmente a una desconocida y rogándole que no abortara.Clara no pudo evitar sentir compasión por el gran y fuerte magnate lobo viéndose perdido por un segundo y luego recomponiéndose al siguiente.Tal vez solo estaba fingiendo, se dijo ella no queriendo creerle.—Ustedes tienen fondos ilimitados, puedes conseguir a cualquier chica que se muera por hacer esto. Yo no soy esa chi
Capítulo 10Almuerzo con el alfaEl bistró de carne más famoso solo aceptaba a gente exclusiva, bien vestida y de alta alcurnia o al menos algún tipo de famoso, aunque no era la primera vez que Clara venía, era un lugar muy elegante y siempre la veían como si fuera una indigente pidiendo dinero, cuando en verdad solo compraba comida, pero entendía que sus pintas no eran las más adecuadas para el lugar.No importaba cuánto pagará con la tarjeta que le dio el señor Charles, ella siempre era tratada como menos solo por no tener un apellido importante, tener amigos ricos o ser famosa en las redes sociales. Así que para los trabajadores del lugar ella no era nadie.—Ya está tu pedido —dijo una de las meseras que me había atendido antes y que la veía de manera despectiva, ignora la mirada que le lanza y saca su tarjeta.Clara se hizo la sueca y simplemente pagó y se llevó sus contenedores con la rica comida, se apuró a llegar al taxista que esperaba pacientemente y la llevó lo más rápido qu