106. Es una orden—¿Ya cenaste? —pregunta Clara.Ella solo intentaba buscar una conversación que fuera lo más natural posible entre ellos, la verdad es que no sabía cómo reaccionar ahora al lado de él, ni siquiera sabe el porqué de ese beso. Aunque los besos los explican ¿o sí?Ella es tan nueva en esto de los besos y las caricias, y esas cosas. Que no sabe cómo reaccionar ante todo este nuevo mundo de posibilidades que se abrió para ella, está demasiado confundida y no sabe lo que está bien y lo que está mal.—Sí, la abuela Hilda te extraña en la mesa —dijo moviéndose por el lugar tratando de dejar de verla— ¿tú, ya cenaste? —pregunta el alfa. Sabiendo que ya había comido si la bandeja y los platos vacíos eran una señalÉl también la extrañaba, pero le parecía fuera de lugar admitir eso viéndola a los ojos luego de perder los estribos esta tarde.—Así me dijo hace un momento —contesta ella tranquila viendo a sus pequeños.—En una semana tenemos que ir con el supuesto abogado de Charl
107 Cuerpos enredadosTyler no le decía esto solo porque necesitará una luna fuerte y poderosa a su lado, sino también porque es lo que ella necesita para poder obtener esa venganza que tanto quiere. Él le daría los recursos, pero nada de eso vale si ella no es fuerte capaz de resistir tempestades.Esas mujeres se metieron con la chica equivocada, lo que pasa es que antes no lo sabían.Luego de ese hecho no se dijeron mucho, sentían que no había nada más que decir y los gemelos los mantuvieron bastante ocupados el resto de la noche.Ahora dormían juntos en la misma cama, a veces con los gemelos y a veces no, pero ella ahora amanecía acurrucada bajo el brazo del Alfa y este jamás se quejó o se lo dijo. Resulta que el alfa Tyler se despertaba mucho antes que ella, más o menos al amanecer. Así él podría hacer ejercicio estar un rato con sus hijos y luego irse a trabajar es por eso que Clara no sabía que llevaba días que dormían abrazados.Ese día fue un poco diferente, Clara se des
108. Abogado Riddick Con las mejillas arreboladas se acercó a su mecedora, se sentó cómoda y se levantó su camisa para darle pecho a su bebé. Le gustaba la vista que le daban desde esa ventana al jardín. Secretamente era una de las razones de Tyler para no mudarla a ella de cuarto sino elegir mudar sus cosas.Clara se veía pacífica mientras veía al jardín y le daba de comer a Lucien. Poco después Kiran también quiso atención de mamá, pero ella seguía ocupada así que fue por una mamila y calentarla en el microondas.—¿Eso es sano? —pregunta Yuri a su Alfa— en mis tiempo no se hacía así.—Los tiempos cambian y Clara está ocupada con Lucien —le cuenta el Alfa sin ninguna molestia en su voz.Trataba de maniobrar entre el bebé y la leche que estaba congelada en el frigorífico, se veía más sencillo en su mente.—Déjeme al bebé para que pueda hacer todo —se ofrece Yuri extendiendo los brazos.Tyler lo pensó unos segundos y luego pensó que era ridículo dudar de Yuri, ha estado siempre
109. No es un testamento—Buenos días, disculpen la demora ¿llegó hace mucho tiempo, doctor Riddick? —le pregunta ella con un poquito de vergüenza.Tyler había acomodado al abogado en un rincón de su despacho, este era bastante grande para albergar dos bibliotecas pegadas a la pared, unos sofás ideal para tomar un café o un té que era donde ellos estaban sentados ahora, y su escritorio tan grande como para desplazar planos enteros.Este era el dominio del Alfa lobo, notó el abogado John Riddick.—Para nada, acabo de llegar y una amable señora me sirvió un rico café —comenta el abogado con una sonrisa— gracias por aceptar verme hoy.Clara no tenía idea de que él quería hablar con ella antes, así que no sabía nada respecto a eso hasta que Tyler se lo mencionó ayer en la noche.Lo que le recordó lo que pasó ayer en la noche, se había negado a pensar durante toda la mañana en lo que pasó, era mejor meter eso en un cofre, cerrarlo con llave y hundirlo en el mar.—La verdad no sabía que ust
110 Arándanos azules silvestres, cacao y granos de café La tristeza desoladora la persigue queriendo comerse viva su palpitante corazón, se siente tan miserable por la perdida de ese señor tan amable, que no sabe bien como gestionarlo. A veces ve a sus pequeños y llora en silencio pensando que el Alfa charles no podrá conocerlos y consentirlos como tanto decía que iba a hacer.—Me hace tanta falta —habla Clara soy sollozando— no sabía que algún día tenía que enfrentar la vida sin Charles a mi lado.Las palabras de Clara lo habían dejado con el corazón apretado, se dio cuenta de que su pequeña pelirroja cuando quería lo hacía con el alma. Era un todo con nada para ella. En ese momento ella le dio un todo a Charles cuando fue creciendo con él todos estos años y lo extrañaría toda la vida.—¿Qué te parece si vamos a un centro comercial hoy? Creo que a los cachorros les hace falta un poco más de ropa, me he dado cuenta de que crecen muy rápido —le dice el alfa objetivamente, pero también
111. Derretido de placerClara sentía que su cerebro se había derretido de placer ¿será normal?¿Era así como se sentía las personas luego de orgasmo?¡Me estaba perdiendo tanto!—Dulce Clara —ronronea el alfa Tyler al oído de ella.Seguía tan duro que era doloroso, pero lo dejó pasar.Ella no quiere verlo a la cara luego de todo lo que hicieron en ese sofá.¡Por la Diosa! Estaban en su oficina. ¿Cómo pudo hacer eso en un lugar así?—Yo creo… —Clara quería decir una buena excusa para irse.Era más que deshonroso lo que había hecho con el alfa Tyler y ahora no sabía cómo lo vería a la cara.—¡No hagas eso! —dijo Tyler con voz enojada.Estaba molesto de que ella empezará a arruinar el momento con sus cosas de virgen, cuando su cuerpo paso de la ingravidez del placer a estar más tenso que la cuerda de un violín se dio cuenta de sus turbios pensamientos y era desesperante.—¿Qué no haga qué? —pregunta ella separándose de él y acomodándose la falda de su vestido nuevo.Seguía
112 Centro comercial y comprasClara estaba en el baño de su habitación y ya le había dado instrucciones a Nila para traer una mamila mientras ella se arregla. Se aseo sus partes íntimas y todavía estaba sensible e hinchada así que cada roce le enviaba un corrientazo a su cuerpo queriendo avivarse.Se calmó y respiró hondo viéndose al espejo. Su cabello era una maraña, sus mejillas estaban rosadas y había un brillo en sus ojos que antes no había.«Vaya manera de distraerse, Clara» escucho decir a alguien.Se gira a los lados para ver si alguien había entrado al baño.Luego una risita y sentía que me estaba volviendo loca.«Soy yo, Clara. Tu loba» se escucha… débil.«¡¿Mi loba?! ¿Dónde has estado? ¿Cómo te llamas? ¿Por qué no llegaste antes? Te estuve esperando por años» Clara le dispara una pregunta tras otra.«Esas son muchas preguntas» se ríe con voz débil «Solo quiero que sepas ya estoy aquí, no estoy del todo fuerte pero estoy aquí» le cuenta.«No te vayas espérate necesit
113 El vestidoClara tenía un vestido en sus manos, era lo más hermoso que había visto y quería probárselo. Sabía que no podía pagarlo, pero quería ver cómo se veía en ella.—Quita tus sucias manos de ese exclusivo vestido —escuchó una voz decir.—¿Perdón? —dijo Clara confundida.—¡Que quites tus asquerosas manos de mi vestido! —grita la mujer rubia delante de mí perdiendo los estribos.Le había entendido al principio, pero no entendía porque era tan perra sino la conocía.No tenía intención de comprar el vestido, pero ahora sí. Tenía rato viendo vestidos hermosos que no me iba a comprar por los caros que son y no estoy acostumbrada a gastar el dinero a manos llenas.—Pues creo que hay un error, señora —le contesta Clara alzando la ceja con voz dulce, apretando más el vestido contra ella— este es mi vestido y me lo voy a probar y comprar.—No tienes la clase ni el dinero para comprarte esto, aunque debo decirte que tienes un poco de buen gusto, pero ese es mi vestido y vine hasta acá