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165. Debe ser exterminado.
Morgan observaba asqueado cada uno de los vídeos, había cosas que ni siquiera era capaz de ver y se apartaba durante unos segundos de la pantalla intentando recuperar la compostura.Ese tal Valerian no era solo un asesino, también era un abusador que había agredido a centenares de mujeres y unas cuantas decenas de hombres.El muy cabrón parecía que las drogaba y las vendía a tipos realmente deplorables, a depredadores tan deplorables como él. Y el enfermo encima lo grababa todo, quizá por algún fetiche perverso, aunque sospechaba que lo más probable era que realmente estaba guardando pruebas para futuros chantajes o cobrarse favores más adelante.Después de haber estado en los brazos de Xavier, Morgan no entendía cómo alguien era capaz de tener sexo con una persona que ni siquiera está consciente de ello, con una persona que no gemía por el placer, que no te acariciaba también y te observaba con esos ojos de deseo, que no pedía más o te decía que te daría cuanto le pidieras. Morgan er
166. Es mi esposa apártate.
Harry estaba indignado, todos lo miraban como si fuera un extraño, como si hubiera llegado ahí a perturbar su paz y a molestarlos. La realidad era que sin él, ninguno de ellos estaría donde está, sin él su esposa no tendría la vida que tenía, porque era cierto que su familia era influyente, pero no estaba en la posición que Harry la había dejado a fuerza de trabajar duro.Así que no daba crédito con las palabras de Agnes, era incapaz de creer lo que estaba escuchando ¿Qué su esposa pensaba divorciarse de él? Pero si le había suplicado muchas veces por qué no la dejara y ahora eso, ahora él lo traicionaba pidiendo el divorcio. La carcajada que salió de sus labios ante la afirmación de Agnes los dejó a todos helados.— ¿Piensas divorciarte de mí, tú que siempre has criticado a todas esas amigas tuyas por eso?Harry avanzó en dirección a su esposa para intentar intimidarla, pero Jasper no se lo permitió, la tomó del brazo y la echó tras su cuerpo, quedando él en frente de ella, dispuesto
167. Su corazón dejó de funcionar.
—Dime Morgan, ¿has tenido la necesidad o el deseo de alguna vez lastimar a alguien?Fue hacerle esa pregunta y cuestionarse qué era lo que él pretendía escuchar de parte de Morgan.¿Qué pasaría si él le dijera que sí? ¿Qué tipo de implicaciones serían las que tendría ese tipo de revelación?Porque estaba claro que él protegería a Morgan fuera cual fuera la respuesta que le daría a su pregunta.— Maté a mi padre adoptivo por el simple hecho de acercarme a ti y poder matarte también— era posiblemente lo peor que el chico había hecho, pero estaba cegado por eliminar al monstruo que creía que era Miller."Morgan no entendía demasiado porque la gente se involucraba tanto sentimentalmente con otra gente, pero había aprendido a fingir, con los años ese amor que todos parecían deber mostrar, sobre todo por su familia, su padre, su madre y su pequeña hermana, el gran milagro de sus padres tras su adopción, quién apenas tenía cinco años, Morgan a veces la observaba jugar y pensaba en cuando él
168. Cállate Jeremy y ven conmigo.
Eva observaba la forma en que Jasper protegía a su suegra, había temido que su esposo no llevara muy bien el hecho de que su madre se enamorara de su tío, pero por la forma de comportarse de Harry, Jeremy ni siquiera prestó atención a lo sucedido entre Agnes y Jasper.Pero hubo algo más que llamó la atención de Eva y que la hizo enmudecer, más bien congelarse, la forma en que Alexander observaba todo desde el rincón, apoyado a una pared y con una escalofriante sonrisa torcida en los labios que la dejó completamente fría por un momento.Sí, Alexander estaba disfrutando de ver a Jasper y Harry discutir, era como si observara su gran obra maestra y es que ella estaba segura de eso, él estaba más que feliz de lo que sucedía hasta que una mueca de fastidio se adivinó en su rostro antes de que Alexander interviniera.Ella odiaba ver a Jeremy rebajarse a la altura de Alexander, pero debía reconocer que era muy difícil de hacerlo, el tipo sabía qué teclas tocar y cómo presionar para que cualq
169. Quiero matarlo.
Solo hicieron falta un par de semanas para que el hijo de Anahí saliera de peligro, había crecido y también pesaba bastante más, ahora estaba en dos kilos y medio, lo suficiente como para poder llevárselo a casa sin ningún peligro, solo era un poquito más pequeño que los niños nacidos a término.Por suerte la madre del bebé había dejado dicho ya el nombre que quería ponerle, se llamaba Axel, seguramente por su esposo, ciertamente parecía que Anahí estaba realmente enamorada de Alexander y por él había hecho muchas locuras.Eva a veces sentía lástima por su antigua niñera Anahí, ni siquiera había llegado a conocer a su propio hijo, era cierto que esa mujer se había comportado muy mal en el pasado, incluso había he intentado seducir ayer en mí y al no poder seguí atrevido abusar de él, pero la vida se lo había cobrado muy duro al no dejarla conocer a su propio hijo ni saber la vida que este correría.A pesar de que Alexander reclamó la custodia del bebé, la jueza vio más conveniente que
170. Tú vas a ponerme a Valerián en bandeja.
Miller maldecía porque cada vez que encendía el televisor aparecía el cabrón de Alexander Valerian, que si era un héroe de las clases medias, que si era David enfrentándose a Goliat, que si el mundo era injusto porque ganaba siempre el que más dinero tuviera.Si la gente supiera la clase de monstruo que estaban siguiendo, se asquearían como él lo estaba por haber visto sus atrocidades y descubrir que no tenía límite, que era capaz de todo.El muy hijo de puta se veía como un héroe de masas, pero él tenía la clave para que aquello terminara, era nada más y nada menos que el fichero lleno de delitos que tenía en sus manos, aquello sería suficiente como para meterlo en la cárcel e incluso consideraran una pena de muerte o una cadena perpetua, pero aquello no era suficiente para Miller.Xavier quería ser la persona que tuviera el lujo de terminar con la vida de Valerian, monstruo que les había convertido a ellos dos en monstruosos, además de que no podía deshacerse del fichero lleno de mo
171. Nuestro padre ha muerto.
—Harry ha muerto— fue lo último lo único que escuchó al descolgar el teléfono, era su asistente que le informaba del fallecimiento de su padre.Jeremy levantó la vista observando a su hermano sin saber muy bien como debía sentirse, para nadie es agradable saber que su padre ha muerto por mucho que hubieran discutido.— Anula el juicio de hoy— pidió Jeremy mientras se desabrochaba la corbata y la tiraba en un rincón, sus ojos dolían, intentando mantener las lágrimas qué amenazaban con salir.Odiaba no haberse podido despedir de él, odiaba todo lo sucedido los últimos días, se odiaba a sí mismo y a él y sobre todo al cabrón de Alexander.— ¿Por qué? ¿Qué pasó?— preguntó Diddier molesto por la forma en que su hermano quería anular algo que tenían ya ganado, sin entender demasiado bien qué sucedía y porque parecía tener ganas de llorar.— Nuestro padre ha muerto — dijo mirando a su hermano y volviendo su mirada hasta su rostro impasible.Diddier no sabía cómo sentirse, jamás se había plan
172. Harry Duncan ha muerto.
Alexander estaba muy molesto cuando llegó al juzgado y le anunciaron que la otra parte había pedido un aplazamiento, era incapaz de creer que por el simple hecho de ganar tiempo, se inventaran a saber qué problema.Porque obviamente el francés. No sabía absolutamente nada de las nuevas pruebas que aportarían los Duncan y estaba más que seguro que ese mismo día tendrían un veredicto a su favor.Entonces solo tendría que reclamar al dichoso bebé y aprovecharse de la fábrica de dinero que era, porque no solo tendría su pensión, sino que además toda la herencia que le dejaría el viejo Duncan, a quien no tardaría en eliminar una vez que terminara el juicio.Total ya seguro de que le dejaría todo lo que le quedaba al hijo de Anahí con a saber quién, también reclamaría al otro crío, tal vez ese ya no vendría con herencia, pero si con otra gran pensión alimenticia y sobre todo el aliciente de joderle la vida a Jeremy y esa esposa engreída que tenía que se había creído demasiado buena para él.