Los besos apasionados seguían por parte de los esposos Holftmann, mientras el informante caminaba cerca del cuarto de aseo. Con fotografías enviadas a la gente de Gustav, había confirmado que eran ellos los que le interesaba a Gustav.Por lo que, una idea pasó por su mente. Había obtenido dinero por la información, si los entregaba o los mataba por ellos, tendría una recompensa más grande. Pensando en ello, llevó una pistola que escondió en su ropa y caminó directamente hacia puerta, ansioso por tener una jugosa recompensa.Por otra parte, Zaid temblaba del miedo mientras era sacado de la casa con los ojos vendados y atado de manos y pies. Rolf, sonreía al verlo como un pequeño cordero camino al matadero y suspiró profundo, deseando que todo saliera bien.— ¿Estás seguro de que el jefe autorizó que saliera ese niño? — pregunta uno de los chicos en la puerta.— ¿Crees que lo haría en contra de sus órdenes? No soy tonto, amigo. Sé cuan vengativo es el señor, por lo que, si hago algo com
El chico sabía que no había puertas antibalas en un pueblo olvidado incluso por el mismo alcalde. Así que, solo era, disparar al pomo y acabar con ambos si alguno ponía resistencia. Por lo que, aprieta el gatillo deseando escuchar el disparo. — ¿Phett, eres tú? — pregunta la anciana detrás del chico que de inmediato guarda su arma. — ¿Abuela? ¿Qué haces?— Sabes que trabajo como voluntaria para la limpieza de la plaza. Lo que no entiendo es, ¿Por qué estás aquí? — pregunta la anciana.— Oh, es que… venía a distraer un poco la mente y escuché un ruido raro. Así que, quise venir a ver si todo está bien. — dice Phett mirando a su abuela con una sonrisa.— Oh, que bueno es mi chico. Pensé que estabas distinto después de haber ido al ejército y que te dieran de baja, pero, me alegra que sigas siendo el chico bueno que crie. — Bueno, abuela. ¿Pasa algo dentro? — No es nada. Solo unos recién casados que no pueden separarse, aunque lo intenten. — dice la anciana sonriendo.— ¿Los conoces,
Charlotte contó cada detalle del plan, mientras manejaban lejos del pueblo, aunque a Curthwulf no le parecía buena idea, debía reconocer que por lo menos, en la puntería, su esposa era buena y él era magnífico corriendo rápido.Así que, serían un buen equipo. Debían serlo si querían que todo saliera bien y lo necesitaban o podrían perder todo lo que con ese plan arriesgaban. Aunque, quien más estaba preocupado era Carlos.— ¿Por qué debo ir yo? — pregunta Carlos preocupado. — Ya te lo dije, necesito lanzarte al auto y que tengas a Zaid para poder disparar. Yo puedo herir al conductor, pero te necesito para que salgas con Zaid o en su defecto, evites que choquen. Así que, por favor, concéntrate. Apenas te lance, debes actuar. — No me agrada la idea de ser el gato volador. — Carlos, viniste a ayudar, deja de quejarte tanto. — dice Charlotte.— Sí, pero, me estás pidiendo demasiado, aún tengo heridas del ataque de aquel animal que formó Gustav, no creo que pueda volar de un lobo a un
La sorpresa invadió a todos los hombres, Carlos había visto varias veces la puntería de Charlotte en la isla, peor, con un auto en movimiento y, aun así, dar en el ojo, era algo sorprendente.El grito desgarrador asustó a Zaid, mientras Curthwulf se movió rápido, mientras el chico en el asiento de atrás, tomaba a Zaid por orden de Rolf que se veía atrapado. Con el lobo cerca de ellos, Rolf intenta golpearlos con el auto.Por ello, Charlotte lanza a Carlos quien hiperventila cuando lo toma y vuela directamente a las piernas del hombre lleno de sangre por su herida. Rolf, intenta manejar y tomar al gato al saber que no es un gato común, pero, Carlos se transforma rápido y lo golpea, mientras avanza al asiento de atrás a tomar a Zaid. Me transforme en las piernas de un hombre que sangraba, eso es humillante — se queja Carlos mentalmente mientras golpea en la cara al hombre que tiene a Zaid. — ¿Quieren que recurra a las armas? Bien, lo voy a hacer — dice Rolf desenfundando su arma con u
Curthwulf sonrío aliviado al ver que podía incluso distraerse un poco, porque tenía a una mujer que lo respaldaba de tal forma que no parecía humana. No quería que lo protegiera como ahora, porque eso muestra que él cometió un error, pero, verla así de empoderada, era algo magnifico de ver.— No la mires así, pareces tonto además de loco. — se queja Carlos.— Deja de molestar y lleva a mi familia a un lugar seguro. — dice Curthwulf mientras camina hacia Rolf quien se ve demasiado mal.— ¿Qué vas a hacer tú?— Voy a sacarle todo lo que necesito saber a los golpes. Así que, ve con mi familia. Ellos necesitan estar en un lugar seguro, yo voy a buscar a Lowell y mi cuñada.— No creo que Charlotte acepte quedarse.— Se quedará, Zaid está muy perturbado. — dice Curthwulf y es allí cuando Charlotte corre hacia él.— Debemos irnos rápido. Lowell corre peligro.— Lo sabemos, con el loco de Gustav, todo se espera. — dice Carlos.— No, no me entiendes, ese malnacido de Rolf es quien los ha malt
Una ambulancia llega a recoger el hombre que, sin poder soportar más la tortura, dijo hasta el más mínimo detalle del lugar donde se encuentran secuestrados Gabriela y Lowell, la clave de la habitación y todo lo que les pudiera servir. Pero, ni siquiera eso lo detiene.— Ya le dije todo, por favor, suélteme. Deje de herirme. — dice Rolf agonizando.— Yo no te pregunté nada y mucho menos te dije que si me decías, me detendría. Así que, ¿Qué te hace pensar que voy a detenerme Rolf?— Señor, ya llegó la ambulancia.— Yo no he pedido ambulancia. Este hombre ni siquiera merece esto. — dice Curthwulf molesto.— Quería que no muriera aun. Si no se detiene y recibe atención médica, va a morir. Esta demasiado golpeado. Ni siquiera puede moverse y ha perdido mucha sangre. Dijo que hiciéramos lo necesario para mantenerlo con vida y esta es la mejor decisión.Curthwulf mira al hombre lleno de sangre y sudado, suspirando profundo, para después comenzar a toser, por ahogare con su propia sangre.—
El pequeño cambio de plan, hizo que Curthwulf aceptara y por ello, comenzó a buscar en el pueblo una mujer que se pareciera a su esposa. Aunque, para él era algo bastante difícil de encontrar.Más calmado porque su esposa estaría segura, logra encontrar a una chica que, de espaldas, es parecida a su esposa y si tiene una buena bufanda, podría confundirse de frente.Con un poco de maquillaje, una peluca como el cabello de Charlotte y usando su ropa, prepararon a la mujer, mientras los demás se preparaban sobre quien iría en el auto. Después de todo, nadie quería hacerlo porque sabían que era una misión suicida.— ¿Cómo van las cosas por aquí? — pregunta Charlotte y Bratt suspira profundo.— Bueno, a diferencia de ti, no tengo gente tan valiente, tonta o altruista, para ser parte de tu plan.— Oh, lo siento — murmura Charlotte.— Ellos son un equipo magnífico, no dudes de eso. Son muy valientes, pero, por cosas que competen a la manada y nosotros, básicamente somos el respaldo en los pr
Todos suben a sus respectivos autos y Curthwulf besa a su esposa antes de finalmente marcharse en sus respectivos autos. Como lo había planeado, el auto donde está la actriz a la que le dieron una gran cantidad de dinero por su participación, se marcha primero mientras Bratt suplica que todo salga bien.— Deja de temblar, recuerda que debes estar alerta. — dice Terry en el asiento de conductor.— Estamos por entrar a un lugar desconocido, donde esta Gustav con dos rehenes. Claramente debo preocuparme.— Te preocupa más morir.— Eso también, tengo a un hijo pequeño y no quiero que quede huérfano siendo tan pequeño — susurra Bratt — Entonces, bájate, estas a tiempo aun. — dice Charlotte y Bratt niega.— No puedo, no podría estar tranquilo quedándome aquí. Así que, me quedaré.— Entonces dispara bien, porque lo que menos quiero es que por tu culpa terminemos muertos.— ¿Qué hay de ti? Eres solo un lobo anciano que ve el futuro. No eres bueno disparando y tampoco peleando, por eso eres