Charlotte, se detuvo ante la propuesta. Había escuchado de muchas propuestas, pero, ninguna de estas se relacionaba a la orilla del mar mientras follaban con la luna de testigo. Pero, allí estaba, completamente penetrada por su miembro, mientras el hombre con labios hinchados y ojos claros, le pregunta una vez más.— ¿Puedo ser tu esposo?— Curthwulf…— Déjame ser tu esposo, por favor. Te aseguro que será una buena decisión. — dice Curthwulf mientras su respiración agitada y su corazón galopando como loco, le decía a Charlotte que hablaba demasiado en serio para tomarlo a la liguera.— Curthwulf, te amo también, pero, ser tu esposa, es una responsabilidad grande.— Asume tu responsabilidad por quitarme la virginidad, Charlotte. Se responsable de mí. — dice Curthwulf cambiando su táctica y Charlotte sonríe.— Cariño…— No hay nada que nos detenga. Por favor, se mi esposa. Casémonos aquí, cariño. Por favor.— Yo…Curthwulf no pierde más el tiempo y gira su cuerpo, quedando sobre ella si
Curthwulf estaba demasiado complacido por la mujer que estaba frente a él, parecía tan poderosa con el cabello revuelto, la blusa pegada a su cuerpo por lo húmeda que esta y ella con el cuchillo grande en sus manos.— No necesitas preocuparte, es el idiota de Carlos que ignoró la prohibición de estar aquí y viene.— ¿Carlos?— El gato callejero que es todo un señor, está a más de quinientos metros, pero, me satisface que lo hayas escuchado. — dice Curthwulf acercándose a Charlotte.Justo cuando esta por besarla, un nuevo ruido aparece moviéndose rápido y de inmediato, Curthwulf se transforma en lobo. Estando en cuatro patas, era más alto que Charlotte, pero, al estar en dos patas siendo un lobo, era tanto su altura, que parecía todo un gigante peludo. Su altura, su cuerpo musculoso que se veía incluso con su pelaje de lobo, lo mostraba terrorífico, pero, más lo hacia su mirada rojo brillante, su gruñido salido de lo más profundo de su garganta, sus garras monstruosas y todo su pelaje
Es en ese momento, que Charlotte recuerda como respirar y acercándose al hombre, confirma que ha disparado justamente en medio de las cejas y a juzgar por la flecha que queda fuera, casi la mitad entró en el duro cráneo del hombre.— Lo he matado. Realmente lo he matado. — dice Charlotte sorprendida.— Jefa, eres la mejor. Que tiro tan bueno. Jefe, la señora puede ser una francotiradora increíble. — dice uno de los chicos y Retmus niega disimuladamente.— ¿Estas loca? — pregunta Curthwulf saliendo de su asombro.— Corre, si la señora lanza otra flecha, no quiero ver el destino. — dice uno de los chicos beta que huyen del lugar.— ¿Qué acabas de decirme? — pregunta Charlotte, incrédula por lo que recién le había dicho.— Lo que has escuchado, solo puedo decir que estas loca al ver que te has quedado.— Curthwulf, no he estado entrenando en casa solo como pasatiempo.— Pero, esto fue muy riesgoso. Apenas llevas dos meses en esto.— ¿Y viste lo bueno que fue ese tiro?— ¿Qué hubiese pasa
Todo queda en absoluto silencio, mientras todos miran a Charlotte y Curthwulf buscando algún indicio de broma. Pero, cuando Charlotte, asiente, todos aplauden emocionados por las buenas noticias.Uno a uno, son felicitados por toda la manada que suspiran aliviados por tener al fin una fecha de boda. Sin embargo, un pequeño miraba con tristeza en el segundo piso la celebración.— Creo que a Zaid no le ha agradado la noticia. — murmura Curthwulf.— Iré a hablar con él.— Puedo ir yo si lo deseas.— No. Es algo que debo hablar con él. — dice Charlotte caminando hacia el segundo piso, donde la celebración empieza.Apenas llega al segundo piso, Lowell abraza a Charlotte, con tantas fuerzas, que su rostro se esconde por completo en el vientre de Charlotte, mientras su cálido abrazo comienza a resultar asfixiante.— Oye, cariño, ¿Qué sucede?— Papá te va a hacer feliz, ¿verdad? — pregunta Lowell en un hilo de voz.— No siempre podemos estar felices. Pero, al aceptar casarnos, hemos prometido
Dios, el corazón de Lowell es tan grande que sabe conmover a las personas.— Dios, que recompensa tan grande me has dado con mis bebés — dice Charlotte abrazando a los niños y ellos corresponden al abrazo, para después Zaid alejarse.— ¿De verdad soy parte de tu nueva familia?— De esta y todas las que cree, mi amor. Eres mi bebé. — dice Charlotte, besando al pequeño Zaid en la frente.El reloj marca las doce y una sola canción se escucha, llamando la atención de Zaid. La canción de feliz cumpleaños, hace que Zaid abra sus ojos sorprendido y Charlotte, sonríe al ver como la tristeza del pequeño es reemplazada por una sonrisa.— ¿Qué es eso, mamá?— Bueno, no te he dado nada como tu segundo padre. Así que, ordené que hicieran algo que te gustara. — dice Curthwulf desde la puerta.— ¿Algo que me guste? ¿Qué es?— ¿Por qué no vas y compruebas si me he equivocado en escoger el regalo?Zaid, de inmediato, sale corriendo y Charlotte, mira hacia el hombre que se encoje de hombros, cuando ve
Cinco días después Aunque todos pensarían que el jefe frío y millonario que no perdía su tiempo en cosas como una boda, sería igual que en su primer matrimonio o que por lo menos, la futura esposa estaría demasiado emocionada con los preparativos. Pero, en esta boda, Curthwulf era quien ultimaba detalles, mientras Charlotte buscaba la manera de escaparse de los mismos, para seguir entrenando. Por lo que, constantemente, Curthwulf estaba buscando a la mujer que sabía cómo esconderse de todo lobo en la isla.— ¡Charlotte! ¡¿Dónde demonios estás?! — grita Curthwulf, mientras Charlotte esta trepada en un árbol buscando que cazar. Al saber que podía leer el pensamiento de todos los hombres lobos, siempre se escondía de todos, para que no tuviera un solo rastro de ella que seguir. Sin embargo, el aroma de Charlotte, era algo que él sabía seguir a la perfección y por ello, con sólo una hora buscándola, siempre la encontraba. — Aquí esta, mi pequeña simia. — dice Curthwulf con ambas manos
Charlotte, sonríe mientras los rayos tenues de sol, actúan como reflector del hombre que, debido a las luchas, muestra una marca de un arañazo en su cuello. Aunque en un principio le preocupó, ahora le parecía sexy. Tanto, que se mordía los labios. Algo que hizo que Curthwulf sonriera y sin algún disimulo, mostrara más su cuerpo para que ella se deleitara.— ¿Sabes? Hay muchas marcas sexys en este cuerpo que no tiene dueña. Quizás, si bajas conmigo, te vistes con un vestido blanco y yo uno gris, una fiesta y un viaje, podrías ver las demás marcas. — dice Curthwulf y Charlotte sonríe.— ¿No son muchos pasos para ver unas marcas? — se queja Charlotte.— Niña, soy un alfa, deberías pedir cita con tres meses de anticipación para ver mi rostro y yo te voy a dejar que veas todo mi cuerpo, deberías estar agradecida. — dice Curthwulf indignado.— Oh, gracias. Había olvidado que estoy frente a una persona muy importante. — bromea Charlotte.— No es por nada, cariño, pero, no deberías olvidar
Los detalles de la boda, se realizaban demasiado rápido porque los novios se habían fugado para hablar a solas. Por lo que, todos corrían con los detalles, mientras los niños, actuaban como guardaespaldas en la puerta de cada novio.— Todo está despejado, hasta el momento, no hay ningún error o familiar molesto que quiera gritar a mamá por no ser digna de tu padre.— Por aquí tampoco hay un ex que no supera a mamá. Así que, todo esta bien — responde Lowell.— ¿Qué están haciendo ustedes dos? — pregunta Charlotte cuando abre la puerta y escucha todo.— Nos han descubierto. — dice Zaid.— Aborta la misión. — responde Lowell y cuando Zaid quiere correr, Charlotte ya lo tiene de su traje sujetado.— No vas a huir, pequeño. — dice Charlotte y en ese momento, Zaid gira su cuerpo para ver a la hermosa mujer con un vestido tan hermoso que parece sacada de un cuento de hadas.— Te ves increíble, madre Charlotte. Hermosa. Estas más que hermosa. — dice Zaid sorprendido y Charlotte sonríe.— Grac