Lo que lo llevó a quedarse un momento sin decir nada, solo contemplando a la joven, para luego sentir que se quedaba sin aliento justo en el momento en que ella volteó a verlo. Era extraño lo que en ese momento pasaba con ella, era como si la luz de la luna eliminara cualquier rastro que a él le desagradara de ella.—Alisha…— Aaron murmuró el nombre de la joven, sin dejar de caminar con la ropa de la chica en la mano hasta quedar en la orilla de ese lago, colocando la ropa de Alisha a un lado. Pero Aaron no solo dejó la ropa de la joven en la orilla, él mismo empezó a quitarse la suya antes de meterse al agua junto con ella.Alisha lo vio acercarse y ella también se movió hacia él, los dos estaban como poseídos por el embrujo de la luna que parecía empujarlos el uno al otro.La joven ni siquiera se acordaba de lo sucedido, solo de que él estaba allí caminando hacia ella con su torso perfecto y desnudo, observándola con esos ojos azules que incluso en la noche resaltaban, atrayéndola
Alisha no podía estar más feliz, aquella noche ella y Aarón se habían besado, aunque todo terminara de forma precipitada, en el fondo así lo prefería, porque si él no hubiera parado ella no habría sido capaz de hacerlo y allí mismo en ese lago se hubiera entregado a él sin dudarlo ni por un momento.Pero al día siguiente, con la cabeza fría entendía que debía esperar hasta la boda, que no era de chica decente seguir, y amaba todavía más a Aaron por tener eso presente por ella, por cuidar de su relación.Terminó de arreglarse y bajó feliz las escaleras, era el momento de conocer la fábrica y aplicarle la receta secreta a los granos de café antes de que esté fuera tostado, solo así café luna oscura seguiría siendo el mismo café de siempre.— ¡Vamos! Tengo muchas ganas de llegar a la fábrica — dijo de pie frente a Meredith y Aarón quienes parecían desayunar con una calma que la joven no tenía.— Pero desayuna un poco, mujer — dijo Meredith disimulando la molestia por la falta de modales
— ¿No me crees capaz de hacer mi trabajo?— preguntó la chica con una sonrisa torcida y segura de haber hecho el ritual de forma correcta — solo debes pedir que muelan un poco de café y te lo preparen.Después de decir aquello se giró para observar toda la fábrica con una sonrisa de oreja a oreja, podía sentir la energía de su abuelo en cada rincón reconfortándola.— Yo mientras daré una vuelta para conocer este lugar — dijo Alisha girándose y chocando de frente con el torso de un hombre — Perdón no vi por donde iba.Apolo sonrió, nunca le había molestado que las chicas le cayeran con esa facilidad, sonrió de forma seductora, era todavía más guapo que Aaron, rubio, con cara de ángel y para nada del demonio que en realidad era.— No se disculpe señorita, yo encantado, puede chocar conmigo las veces que quiera— Él la agarró de la cintura por instinto, se veía hermosa, al menos hasta que él cabelló se le retiró del rostro y no pudo disimular su desagrado apartándose de la joven.En esos m
— ¿Se puede saber qué le hiciste a mi sobrina?— Preguntó Anand apareciendo de repente y agarrando a Aaron de la camisa para atraerlo hasta su rostro.Él era el más tranquilo de los dos gemelos, quien había aprobado la relación hasta ese momento, pero lo que por nada del mundo le consentiría, ni a ese hombre, ni a nadie, era que hiciera llorar a Alisha, ella era un ser demasiado inocente para este mundo y él pensaba seguir protegiendo esa inocencia y no dejar que se manchara con crueldades.Aaron se sorprendió mucho ante la reacción violenta del Anand, era difícil de creer, pero podía distinguir quién era quien en los dos gemelos.Anand no provocaba la rabia y la hostilidad que le provocaba su hermano; sin embargo, parecía que estaba provocando esa clase de sentimientos en ese gemelo.— No sé a lo que te refieres, no le he hecho nada — le respondió tratando de hacer que lo soltara.No obstante, sus palabras solo hicieron enfurecer más al tío de la joven.— Por supuesto que no te creo n
—Alisha…— le respondió Aarón llevando la mano hasta la altura de su rostro, se encontraba enfadado, tratando de controlar el impulso de tomarla por los hombros y zarandearla, por ser tan testaruda. Por lo que se alejó de la joven pasando esa misma mano que había levantado a su cabeza, deslizándola por su cabello.Alisha negó al verlo alejarse, lo que hizo que esbozara una sonrisa un tanto cínica e imperceptible en su rostro, al retirar su cabello y descubrir su cicatriz.— ¿Así que nunca podrás enamorarte de alguien tan fea como yo? ¿Verdad? No tienes que hacerlo Aaron Sheppard, por qué te libero de lo pactado con mi abuelo Kiran, porque soy yo quien me niego a casarme contigo.—Tú…— la mirada de Aaron Sheppard se enrojeció, enfrentándola con la mirada.Las palabras de Alisha hacían eco en su mente una y otra vez enloqueciéndolo.Jaidev en ese momento sonrió y se acercó a la joven tomándola del brazo para alejarla de Aaron.Ahora no había nada que él pudiera hacer, ella se estaba nega
Alisha era de esas personas que pensaba que estar enojada demasiado tiempo no servía para nada, solo para perder un tiempo, que sin duda, era valioso y la mantenía alejada de las personas que le importaban.Así que tras beber un poco de café y comprobar que, efectivamente, había salido perfecto, su humor mejoró, no solo eso, se sentía orgullosa de sí misma, feliz de haber logrado lo que tanto necesitaba Aaron y su madre para que su negocio no se hundiera, aquello por lo que había trabajado su abuelo y la misión que los ancestros le habían dado, hacer lo posible para que la bebida sagrada estuviera al alcance de todo el mundo, para que viajara a través de mares, montañas, océanos y continentes y llegara a cualquier lugar del mundo.Pero lo que más le emocionaba de todas esas cosas, era poder correr hasta Aaron y ver una sonrisa de aprobación en sus labios, al fin y al cabo era su mate, su luna, su jodida alma gemela. La había herido, pero eso no hacía que pudiera dejar de necesitar sen
Tras su encuentro con Cinthia, Aaron no pudo estar tranquilo, su corazón se oprimía cada vez más; sobre todo, cada que el nombre de Alisha aparecía en su mente, de pronto tenía muchos deseos de verla, de ver que se encontrara bien, por eso empezó a buscar por toda la oficina, algo le decía que la joven se encontraba ahí. Era una especie de conexión o sexto sentido que tenía solo con ella.«Alisha, ¿Dónde estás?»Se preguntó cerrando los ojos por un momento antes de caminar hacia una de las oficinas vacías, encontrándola bajo el escritorio, acurrucada y doblada sobre su misma tal y como haría una mascota,. En ese momento le parecía tan vulnerable.Ella estaba dormida, pero fue agacharse y acariciarle el rostro para sentir que su corazón volvía a estar en paz, esa pesadez que tenía en el pecho desaparecía, al menos se encontraba bien, solo estaba dormida.No podía dejar de pensar en sus palabras, en el dolor que vio en sus hermosos ojos azules al decirlas. ¿Por qué le molestaba tanto qu
Aaron, no podía dejar de pensar en ella, en su futura esposa, la forma en que la había besado, todas esas emociones y sentimientos que un simple beso de sus labios, le provocaba, hacía que él se cuestionara muchas cosas, que solo servían para inquietar su corazón.Dejó que sus preocupaciones fueran sustituidas por la adrenalina y el vértigo de la velocidad que incrementaba en cada kilómetro que ganaba en esa rústica pista que había construido. Estaba tan absorto que ni siquiera el estruendo o la luz que emitían los truenos de la tormenta que empezaba a soltarse lo hicieron detenerse. Alisha despertó en mitad de la noche sintiendo un extraño peso en su corazón, por un momento no supo dónde estaba hasta que sus recuerdos volvieron rápidamente a su mente y estiró el brazo para buscar el hombre que debería permanecer dormido a su lado.—¿Dónde está? — dijo Alisha y el fuerte sonido de un trueno la hizo acurrucarse sobre sí misma.Le gustaba la lluvia, le gustaba el olor que dejaba en el