Todo fue a causa de esa conversación que tuvieron ella y Aaron años atrás, donde él le dijo que mujeres bonitas había conocido a muchas, pero ninguna a la que pudiera tomar en serio, ninguna a la que pudiera admirar por algo más que por su belleza.Ella había cursado cuatro años de una carrera que no le gustaba solo por hacer sus prácticas en café Luna oscura y demostrarle el valor que tenía también como profesional, además de su innegable belleza, pero ahora parecía que su plan se desmoronaba, ya que lo iban a obligar a casarse con una mujer elegida por un anciano loco.Cinthia tenía que verla, no se quedaría con los brazos cruzados, pero primero debía asegurarse de que esa chica no era competencia para ella, cosa que veía muy poco probable, aun así, debía verla y saber hasta qué punto podía ser una amenaza.Alisha salía al jardín, era un lugar precioso, no podía negarlo, pero necesitaba el contacto con la naturaleza. Poner los pies sobre la tierra húmeda y mirar a la luna, recuperar
Apolo se quedó viendo a su amigo, algo en su rostro le hizo saber que se negaría a lo dicho por la joven.En otras circunstancias, Aaron ni siquiera lo pensaría, él mismo hubiera guiado a la joven hasta el bulto doloroso que tenía en su entrepierna, invitándola a que con su boca le diera el alivio que necesitaba; sin embargo, en esta ocasión, había algo que le impedía aceptar la sugerencia de la joven.—Chicas, no es que sea pesado, pero esta vez el juego terminó, mi amigo y yo tenemos que hablar de ciertos negocios, antes de empezar a divertirnos.Las dos jóvenes asintieron aunque a regañadientes, estar con ellos dos les garantizaba que no solo tendrían bebidas toda la noche, también dejarían que tratar con clientes molestos y nada atractivos para ellas.—Bien, pero una vez terminen de hablar no duden en llamarnos— mencionaron ambas alejándose de la mesa dejándolos solos.Aaron no dijo nada, simplemente asintió con su cabeza en señal de agradecimiento a Apolo.— Vaya… o ese compromis
Alisha la observó de nuevo, aquellas palabras parecían espadas dirigidas al centro de su corazón. Estaba segura de haber podido escucharlo romperse para luego empezar a latir con fuerza, pero no por amor, sino por vergüenza, esa vergüenza de haber sido capaz de creer que alguien como Aarón había querido casarse con ella.— Yo soy…— Alisha era incapaz de hablar sin llorar y no quería hacerlo frente a la mujer de la que estaba enamorado, su luna.Sabía de los peligros que significaba enamorarse de un humano, que el alma de un lobo se uniera a la de una persona común, qué al no estar tan conectados con su verdadero yo, con su esencia, no serían capaces de reconocer a su soul mate, Alisha se sintió condenada al dolor eterno de renunciar a su luna.La mujer tuvo éxito, ya que todo aquello la estaba abrumado a su rival, así que, sin tan siquiera contestar, Alisha salió corriendo al interior de la casa para refugiarse en su habitación, pero parecía que el destino, o tal vez los ancestros, te
Meredith había visto a la nieta de Kiran llorar y maldijo al ver la forma en que su hijo la trataba y como apenas le hizo caso a Cinthia, por eso, esperó a que Aarón desapareciera escaleras arriba y caminó hasta donde estaba la hija de su amiga.— ¿Te has vuelto loca?— preguntó molesta ¿Por qué esa juventud de hoy en día era tan descerebrada y no pensaba cuando hacía falta hacerlo?— Sígueme — le pidió guiándola hasta su estudio mientras se apretaba el puente de la nariz.— Vas a decirme que le hiciste a Alisha y vas a contarme la verdad.Cinthia sonrió de mala manera a la madre de Aaron, haciendo un mohín enfadoso y de niña mimada justo en el momento en que ella le dio la espalda, indicando que la siguiera.—Yo no hice nada— dijo una vez que las dos mujeres estuvieron solas en el despacho de Meredith.—Si quieres que te ayude a que seas la futura señora Sheppard será mejor que te dejes de juegos tontos conmigo niña ¿Qué le hiciste a la nieta del viejo Kiran?—No pensé que te molestara
La loba se removía bajo el cuerpo del otro lobo mientras este intentaba clavar los colmillos en su cuello.Alisha no sabía qué hacer, si un macho ejercía su poder sobre ella y la marcaba, poco importaba si ella había querido o no, o si ya había conocido a su luna, le pertenecería a ese macho, si lograba someterla.Ella estaba por dejarse vencer cuando de repente el peso que sentía sobre su cuerpo desapareció de golpe y un fuerte gruñido se dejó escuchar, y observaba a un tercer lobo se abalanzaba sobre el otro.Ni siquiera era capaz de distinguirlo o de verlos muy bien a causa de la oscuridad de la noche, por lo que a pesar de estar viendo la pelea entre ellos y como se abalanzaban uno contra el otro a dentelladas.La loba no podía distinguir cuál estaba ganando.Esa noche había salido a despejarse, había perdido a un buen amigo en Kiran, ahora ya no tendría con quién competir por cazar la presa más grande en ese bosque, mucho menos con quién hablar sobre los antiguos espíritus y lo q
Lo que lo llevó a quedarse un momento sin decir nada, solo contemplando a la joven, para luego sentir que se quedaba sin aliento justo en el momento en que ella volteó a verlo. Era extraño lo que en ese momento pasaba con ella, era como si la luz de la luna eliminara cualquier rastro que a él le desagradara de ella.—Alisha…— Aaron murmuró el nombre de la joven, sin dejar de caminar con la ropa de la chica en la mano hasta quedar en la orilla de ese lago, colocando la ropa de Alisha a un lado. Pero Aaron no solo dejó la ropa de la joven en la orilla, él mismo empezó a quitarse la suya antes de meterse al agua junto con ella.Alisha lo vio acercarse y ella también se movió hacia él, los dos estaban como poseídos por el embrujo de la luna que parecía empujarlos el uno al otro.La joven ni siquiera se acordaba de lo sucedido, solo de que él estaba allí caminando hacia ella con su torso perfecto y desnudo, observándola con esos ojos azules que incluso en la noche resaltaban, atrayéndola
Alisha no podía estar más feliz, aquella noche ella y Aarón se habían besado, aunque todo terminara de forma precipitada, en el fondo así lo prefería, porque si él no hubiera parado ella no habría sido capaz de hacerlo y allí mismo en ese lago se hubiera entregado a él sin dudarlo ni por un momento.Pero al día siguiente, con la cabeza fría entendía que debía esperar hasta la boda, que no era de chica decente seguir, y amaba todavía más a Aaron por tener eso presente por ella, por cuidar de su relación.Terminó de arreglarse y bajó feliz las escaleras, era el momento de conocer la fábrica y aplicarle la receta secreta a los granos de café antes de que esté fuera tostado, solo así café luna oscura seguiría siendo el mismo café de siempre.— ¡Vamos! Tengo muchas ganas de llegar a la fábrica — dijo de pie frente a Meredith y Aarón quienes parecían desayunar con una calma que la joven no tenía.— Pero desayuna un poco, mujer — dijo Meredith disimulando la molestia por la falta de modales
— ¿No me crees capaz de hacer mi trabajo?— preguntó la chica con una sonrisa torcida y segura de haber hecho el ritual de forma correcta — solo debes pedir que muelan un poco de café y te lo preparen.Después de decir aquello se giró para observar toda la fábrica con una sonrisa de oreja a oreja, podía sentir la energía de su abuelo en cada rincón reconfortándola.— Yo mientras daré una vuelta para conocer este lugar — dijo Alisha girándose y chocando de frente con el torso de un hombre — Perdón no vi por donde iba.Apolo sonrió, nunca le había molestado que las chicas le cayeran con esa facilidad, sonrió de forma seductora, era todavía más guapo que Aaron, rubio, con cara de ángel y para nada del demonio que en realidad era.— No se disculpe señorita, yo encantado, puede chocar conmigo las veces que quiera— Él la agarró de la cintura por instinto, se veía hermosa, al menos hasta que él cabelló se le retiró del rostro y no pudo disimular su desagrado apartándose de la joven.En esos m