—¡¿QUÉ?!— Cristal casi se desmaya con la repentina, inesperada y totalmente fuera de contexto proposición descabellada del líder del quinteto y además príncipe de toda una nación de seres sobre naturales. Tomó un momento para su cerebro procesar toda la magnitud de lo que acababa de decir. —¿Qué?— repitió aun aturdida, su rostro escarlata por la vergüenza de las implicaciones de lo que estaba diciendo. —¿Por qué no? —Él se encogió de hombros como si no fuera la gran cosa. –Me gustas, te gusto, y dijiste que querías ayudar…—¡Pero no nos amamos!— lo cortó ella de inmediato, una mirada desesperada en su rostro porque estaba demasiado confundida y él no hacía más que llenarla de incógnitas y pensamientos raros que odiaba tener, sobre todo el pensamiento de sí lo que acababa de decir era una mentira o no o qué pasaba con su estatus de heredero… —Nosotros… no nos amamos.— era demasiado pronto para hablar de amor por más que él le gustara, ¿cierto? —Se supone que ustedes no están aquí
Cristal casi no durmió esa noche, lidiando con sus pensamientos hechos un lío errático y confuso, y al despertar al día siguiente no amaneció mejor, sinceramente.Ella… ¿la elegida de Darien, el capitán, el gran líder del famoso quinteto?Aún más importante… ella, Cristal, ¿viajar a otro país totalmente desconocido, tener un bebé mitad hombre lobo… abandonar a su familia?...Era una completa cosa de locos, pero ahora toda su vida parecía una constante locura y confusión que antes nunca hubiera imaginado, todo había cambiado tanto en tan poco tiempo, y ahora tenía la opción de decidir algo que cambiaría todo aún más, de manera radical, cambiaría su vida, su forma de ver las cosas, su mente, su corazón, todo lo cambiaría.Se mordió el labio en medio de su clase de matemáticas mientras seguía evitando la mirada de Darien pese a sentirla todo el tiempo taladrando su nuca. Él trató de hablarle en varias ocasiones, pero siempre o escapaba o encontraba alguna excusa para evitarlo.Almorzó co
—Tu hermano… ¿ya se mejoró? ¿Por qué estás en esta ciudad si antes estuvieron en la Capital?— preguntó Cristal con voz suave. —Mi hermano murió... ya hace varios años... — Cristal se quedó sin aliento ante esas palabras de Cinthya. –Estoy aquí porque en la capital la gente empezó a sospechar por el hecho de que Minnie no crece a la misma velocidad que los otros niños, me asuste así que decidí cambiar de ciudad, y probablemente así tengamos que vivir mi pequeña y yo por mucho tiempo, huyendo de ciudad en ciudad por que ella no es una humana normal.— enterró el rostro entre sus manos. –Mi vida es un completo desastre, siempre lo ha sido. La chica más joven observó a la ex de su novio falso en silencio, sin saber qué decir para confortarla. Esta mujer estaba peor de lo que había sospechado... y con una hija oculta de un amigo muy querido que ahora mismo fingía ser su novio para protegerla. Repasó todo lo que le había dicho en su mente y de inmediato empezó a maquinar planes para me
—¿Estoy sangrando aquí y tú te preocupas por tus videojuegos? ¿Qué hacías por aquí, por cierto?— se le ocurrió preguntar con sospecha. —¿Estabas siguiéndome? —Sí.— admitió sin pena mientras llegaban a la azotea de su edificio. –El capitán te tiene con vigilancia todo el día, excepto a la hora de dormir, creo… Aunque tengo la ligera sospecha de que cuando nosotros nos dormimos él te va a vigilar, eso explicaría sus ojeras y sus comportamientos zombis.— comentó casualmente, como si ella no estuviera pasando por un sufrimiento horrible y necesitara atención medica de inmediato. Sin embargo, aún con todo el dolor, no pudo evitar sorprenderse de que Darien la cuidara tanto… Ese hombre de verdad que era un enigma, Cristal ya estaba comenzando a sentir que nunca sería capaz de descifrarlo. Apenas llegaron con los demás, Joe la tomó en brazos a Cristal y arrancó la manga de su camiseta para empezar a examinar su herida, para luego tomar unos ungüentos y comenzar a tratarla con cuidado
Era sábado por la tarde y muchos de los estudiantes de la clase de Oriana se encontraban reunidos en el gimnasio, de pie o en escaleras frente a las paredes pintándola de un elegante tono color azul grisáceo. Otros estaban llevando a cabo la cuidadosa tarea de colgar un candelabro. Y otros acomodaban las alfombras.Cristal se encontraba entre los que pintaban las paredes, con Bryan a su lado. Darien también estaba allí hoy, pero él ayudaba a colgar el candelabro. Ulises se la pasaba pegado a su profesora, como siempre, y el resto de los cinco no tenían por qué venir puesto que ayudarían a Sara con la cocina luego.La herida en su hombro seguía escociéndole levemente, así que se estaba esforzando por tomar las cosas con calma. Aun recordaba el grito de horror que soltó su hermana cuando llegó a la casa con Bryan y la excusa de que estando distraída una barra de metal en una construcción le hizo esa herida horrible en el hombro pero que el supuesto padre doctor de Bryan ya se había ocup
Llegó a la fuente del parque y de inmediato detectó a Cinthya bajando de su auto con su hija a lo lejos, por lo que no lo pensó dos veces y corrió hacia ellas.—¡Oh, Cristal, hola! —La rubia de ojos verdes alzó un brazo amistosamente al verla.—¡Cristal, HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!— su pequeña hija pelirroja de ojos verdes de inmediato corrió a engancharse a su pierna, dificultándole el terminar de acercarse a su madre. —¡Te extrañe!— dijo con ojos llorosos como sí esta no fuera tan solo su segunda reunión.—Ehh…— una gotita resbaló por su sien. Esta niña era muy rara. –Yo también.— le palmeó la cabeza incómodamente.Rayos, sí que era mala con los niños, no tendría idea de qué hacer sí al final accedía a tener al hijo del líder del quinteto.—Cristal, ¿puedo preguntar para qué exactamente querías que nos reuniéramos aquí?— habló la mujer apoyando una mano en la puerta de su auto.La pelinegra miró hacia abajo el rostro sonriendo maliciosamente de la pequeña hija diabólica… eh… adorable,
Sara volvió a casa saltando felizmente, y de inmediato le dio un enorme abrazo y se fue canturreando hacia su habitación algo sobre cómo Jim la había invitado al baile y que aparte habían convencido a Hallie de aceptar a Joe y recibir un cambio de imagen.Cristal suspiró aliviada. Unos problemas menos, Sara lejos de Silver y Hallie un paso más cerca de Joe. Ahora su problema más grande era su hermano.Como aún no era tan tarde lo llamó y le pidió verse. Él se mostró un poco reticente, pero finalmente le dijo que estaba en el hospital con sus niñas y que podía ir sí quería. Perfecto. Tomó un taxi y fue allí. Según Bryan le dijo, Joe debía ser el que la vigilaba en caso de vampiros en este horario.—Cristal, hola.— su hermano la saludó tensamente en cuanto ella entró en la habitación, las dos niñas pequeñas dormidas en su regazo. –Supongo que no viniste a tener una agradable charla entre hermanos.— murmuró sarcástico.—Lo siento, hermano.— suspiró. –Te entiendo, de verdad que lo hago, p
Las horas pasaron rápido hasta que llegó el momento de irse a casa acompañada de su gemela y Joe.Apenas llegaron a casa ellos se pusieron manos a la obra y la mandaron a su habitación para que no estorbara. Su padre también estaba relegado a la clínica y en la noche comerían pizza invitada por el mayor para no malgastar tiempo. Tenían mucho que hacer.Ella, por otro lado, tenía mucho en qué pensar.Estuvo mandándose algunos mensajes de texto con Cinthya para pulir detalles de lo que habían decidido hacer. Luego trató de hacer tarea para la próxima semana, pero su mente volvía una y otra vez al recuerdo de Darien y sus besos.Estaba a punto de dormirse cuando sonó su celular. Era su hermano.—¿Sí, Iván?— contestó tratando de ocultar su ansiedad.—Oriana me dejó.— wow, ¿en serio lo hizo tan rápido? –Cristal… esto no es tu culpa, ¿verdad? Porque acabas de quitarme a mis niñas, acabas de quitarles a ellas el tener un padre y una madre.— empezó a reclamar.—¡Tú ibas a quitarle la vida!— r