Al día siguiente Sara no dejó de atosigar a Cristal con preguntas sobre su relación con Bryan desde que despertó e incluso en su camino hacia la escuela, aunque la verdad había dejado de prestarle atención desde el desayuno.
Su mente estaba más concentrada en todo el "asunto de hombres lobo", sinceramente, tenía ojeras de tanto haber pensado toda la noche.Después de realmente haber obligado a su padre a medir su cordura, terminó procesando y aceptando que aquello no fue un producto de su imaginación y en serio sus compañeros de clase eran seres sobrenaturales que podían transformarse en lobos gigantes.Una vez superado el shock, el miedo por lo desconocido quiso arraigar en su corazón, pero no se lo permitió porque ella no era ninguna cobarde prejuiciosa. Ellos dijeron que no eran tan distintos a los humanos, ¿verdad? Tal vez en serio tenían buenas intenciones que salvarían vidas, ¿quién era ella para arruinar eso? Solo era una simple chica, ¿cómo terminó envuelta en esto?Se obligó a sí misma a ser valiente y madura, no serviría de nada quejarse de todos modos. Solo que ahora guardaba un secreto sobrenatural que desafiaba toda la ciencia del mundo, no era la gran cosa ¿no que no?Pero igual, quería toda la historia sin mentiras o partes omitidas, quería saber en dónde se metía, por qué era que ellos necesitaban tanto a los humanos y si sus motivos le parecían buenos entonces haría lo que estuviera en su poder para ayudarlos, sí no… Ya vería qué hacer, pero dudaba poder soportar mucho guardando el secreto si es que tenían malas intenciones, aunque no estaba segura de poder hacer algo, evidentemente eran seres superiores, al menos física e intelectualmente. Y ella solo una chica.Cuando llegó la hora del almuerzo le costó un poco deshacerse de su gemela, pero afortunadamente su amiga Ursula y el hermano de esta, Jim, lograron distraerla el tiempo suficiente para que se escabullera a la azotea donde el quinteto acostumbraba almorzar.Entró vacilante al lugar y miró a su alrededor en busca de los chicos, casi brincando cuando sintió una mano en el hombro. Se dio la vuelta con toda la intención de darle un puñetazo a quién se atrevió a osar perturbarla, pero su mano fue frenada de manera contundente a medio camino del rostro inexpresivo de Darien, que la había sujetado de la muñeca.—T-tú… —De inmediato retiró su puño—. Lo siento, ¿dónde están los demás? —preguntó rápidamente, juntando sus manos.—Decidimos que no era seguro hablar aquí, vine a llevarte a otro lugar. —Le dio la espalda y cayó sobre una rodilla—. En cuanto me transforme… sube —ordenó con su famosa voz de mando que utilizaba demasiado en su opinión con demasiadas personas fuera de sus cuatro "subordinados".Frunció el ceño molesta por su tonito pero solo bufó y lo miró curiosa y escéptica.—¿De qué hablas? ¿En serio vas a transformarte a plena luz del día? ¿No que necesitan la luna llena o algo así?—Esas son tonterías de sus películas. Vamos, no tengo todo el día, ¿vas a aceptar o tengo que arrastrarte? —La observó ceñudo e impaciente. Seguro estaba molesto porque había tenido que venir a buscarla él y no otro del quinteto.—Ya, umm… está bien… ¡Pero no vayas a tirarme porque con mis últimas fuerzas juro que sacó mi celular y te delataré con todo internet!—Solo acabemos con esto. Ah, y ni se te ocurra gritar. —Rodó los ojos y finalmente se transformó. Su ropa se rompió por completo y a él no le importó dejar los trozos tirados por ahí, simplemente se acercó a ella (que retrocedió un par de pasos) y se inclinó para que pudiera subirse a su lomo. Cristal se acercó vacilante y enredó sus brazos alrededor de sus gran cabezota cubierta de cabellos blancos, apretando con fuerza su pelaje. Subió ambas piernas y rodeó su cuerpo, afianzándose a él lo mejor que pudo, con mucha firmeza para darse más seguridad, pero no por eso con menos temor a que empezara a saltar edificios con ella a cuestas. Él tomó un poco de carrera y luego miró al edificio más cercano del colegio, que era dos veces más alto y estaba como a treinta metros.—Demonios, voy a morir… —murmuró Cristal con el rostro pálido. Sin más, Darien brincó fuera de la azotea, y Cristal no pudo contenerse y gritó con fuerza, y en cuanto aterrizó Darien comenzó a gruñir de forma aterradora que la hizo pensar que iba a matarla, pero luego recordó que él le había pedido no gritar.—Lo siento… —murmuró cerrando los ojos, él volvió a saltar entonces y ella inconscientemente hundió el rostro en su pelaje para protegerse del viento cortante mientras saltaban de edificio en edificio. Él olía… bastante bien… a menta… e invierno.Apartó el rostro lejos de su pelaje inmediatamente después de tener aquel pensamiento raro y estúpido. ¿Qué demonios se suponía que fue eso? ¿Ya se estaba volviendo loca o qué? ¡Era un maldito perro gigante!El viaje en la espalda de Darien no duró mucho, rápidamente aterrizaron en la azotea de un edificio que fácilmente podría haber sido el mismo al que la habían llevado la noche anterior.Bryan, Joe y Silver los estaban esperando allí, no había ni rastros de Ulises.—Hasta que la trajiste —comentó el rubio de ojos verdes, o sea Silver, cuando se acercaron a ellos, sin despegar la vista de su nueva consola—. Se supone que tú fuiste por ella porque eres el más rápido, pero casi me dormí esperando.—¿Qué, no estás lo suficientemente entretenido con tu tonto juego? —Bryan se rascó la oreja perezosamente.—Cállate. Mientras ellos hablaban, o discutían, más bien, Darien, después de que Cristal bajara de su lomo, marchó hasta unas grandes cajas de madera que había en esa azotea y a los dos minutos salió de nuevo como un humano y de nuevo con el uniforme escolar.—¡Vaya, así que la amiguita de Bryan realmente no trató de denunciarnos solo para terminar en un manicomio por consecuencia! —Joe sonrió ampliamente. –Chica inteligente. Y supongo que una chica tan inteligente viene en busca de más respuestas de las que le dimos anoche, ¿o no? —Ajustó su ridícula boina sobre su cabeza.—Umm… s-sí… —Se cruzó de brazos—.Me quedaron algunas dudas… —Solo “algunas” era el eufemismo del año, pero tampoco planeaba que contestaran todo ahora, tenían solo los veinte minutos de receso y ella no iba a perderse ninguna clase por esto, hombres lobo o no.—No queremos asustarte, Cristal, contestaremos todo lo que preguntes lo más honestamente posible. —Bryan se sentó y la jaló para que se sentará a su lado, pero ella se hizo un poco más lejos de él, aun no lo perdonaba. Él era el único del quinteto al que había considerado su amigo de verdad, así que en cierta forma sentía que él fue el único que le estuvo guardando secretos. Entendía que era algo demasiado importante y privado, pero por el momento él tampoco debía esperar que ella volviera a actuar como si nada.—No quiero "lo más honestamente posible" quiero solo "honestamente". —Miró fijamente a los cuatro. –No más mentiras, ni omitan nada, por favor. —Tomó una respiración profunda y decidió comenzar a preguntar por la cosa que más la inquietaba—. ¿Exactamente… qué eran esas cosas que Darien mató? Esos… vampiros… Quiero decir, parecía un humano normal… y en las películas que vi los vampiros no siempre son buenos, pero suelen tener sentimientos y esas cosas… Si mataban seres con sentimientos, por más que fueran malos, no estaba segura de si estaría cómoda teniendo que estar cerca de ellos.—Los vampiros tienen su propio país, tal como los hombres lobos, también es un país oculto, y se suponía que teníamos acuerdos precisamente para no entrar en guerra, pero ellos rompieron esos acuerdos —le explicó Darien—. Nuestros países están mucho más avanzados tecnológicamente.—¿Cómo en esa película de los vengadores? —preguntó Cristal, pestañeando.—¿Qué? —Darien no la entendió en lo absoluto.—La película de Pantera Negra, sí. —Silver sí la entendió y le guiñó un ojo—. No te molestes con el capitán, a él no le gustan las películas humanas.—Los vampiros que nos siguieron hasta esta ciudad son más bien experimentos genéticos —siguió Darien—. Fueron enviados aquí con el único propósito de asesinarnos, también son sus efectivos de guerra menos letales pero sí más numerosos, son bestias que quieren devorarnos, beber de nuestra sangre, incluso atacar a humanos. Cristal se estremeció al escuchar eso último.—Vienen a cazarnos por las noches, aunque también podrían salir de día si así lo quisieran. Pero no hay de qué preocuparse, son estúpidos y relativamente fáciles de matar. Nosotros nos encargamos de proteger a los humanos, por eso nos han visto y se habla tanto de nosotros en las noticias. —Él se encogió de hombros y le quitó importancia al asunto.—Estamos entrenados para acabar con ellos también —acotó Bryan.—Lo note… ¿Y se pueden matar solo por lobos o los humanos también podemos matar a esos vampiros también con algún arma?—No exactamente, si tienes la suficiente fuerza puedes matarlos de un golpe en la cabeza, pero por lo demás el método más sencillo es acabarlos nosotros los lobos, somos más rápidos y más fuertes. El problema es que ellos son más —le explicó Bryan.—Bien… ¿y por qué se desintegró? —Frunció el ceño al recordar la escena inquietante.—Están hechos de partículas diferentes a las de nosotros, básicamente al morir su cabeza se pudren y se erosionan a velocidades vertiginosas —explicó Darien—. Esto porque todo su ser está ligado a la cabeza, si está deja de existir todo lo que antes formaba un solo organismo desaparece.—Umm, bien, lo captó. —O al menos eso esperaba. Pensar en esos vampiros le daba un terrible escalofrío. –Pero ¿por qué envían esas cosas solo por ustedes, no les serían más útiles allá en la guerra? ¿O saben de su misión y quieren frustrarla?—No necesariamente, solo quieren matar hasta el último de nosotros y están dispuestos a todo por ello, no es como si tuvieran mucho que perder, van ganando la guerra. —Joe ajustó su boina sobre uno de sus ojos.Esos vampiros sonaban verdaderamente despiadados y sanguinarios.—Déjenme entender algo, ¿ustedes quieren llevar voluntarios humanos a un país de otra especie sobrenatural que además está en guerra? —No podía creer que en serio dos humanos hubieran accedido a ir.—Estarían en una zona segura, nuestro ejército está debilitado pero aún lo suficientemente capaz para mantener la situación estable y a lo que queda de población segura. —Darien sonaba un poco a la defensiva, y eso le hizo recordar a Cristal que los otros del quinteto varias veces lo habían llamado “su majestad”. Aparentemente Darien tenía alguna especie de cargo de realeza dentro de su país.—Sí tú lo dices… —murmuró para nada convencida. –Otra cosa.— los miró seriamente. –Ayer, yo… me di cuenta de que… —frenó sus palabras al sentir su celular vibrar alertando un mensaje. Era de Sara preguntando su paradero, haciéndola notar que solo en dos minutos terminaba el receso. Wow, ¿tanto tiempo había pasado?—Rayos, ya hay que regresar a clases —refunfuñó.Sus preguntas tendrían que esperar.—¿Por qué la prisa? ¿Nunca te has salteado las clases, niña buena? —Silver le sonrió burlonamente.—¿Niña buena yo? —Cristal casi rio ante el término ridículamente incorrecto utilizado para con ella. –Escucha, rubio teñido, a mí me han llamado de muchas formas, pero ninguna ha estado tan incorrecta como esa —lo señaló mirándolo incrédula.—Pues lo siento, chica mala, pero…—Suficiente, Silver. —Darien rodó los ojos y se levantó—. Vamos, Cristal, no quisiéramos que faltaras a clases. Todavía falta explicarte lo más importante de nuestra misión… pero ya habrá tiempo para eso después. —Dicho eso, Darien volvió a transformarse, y volvió a romper su ropa, para luego inclinarse dándole la espalda para que se subiera otra vez a su lomo. Suspirando, ella enredó los brazos alrededor de su cuello, sonrojándose levemente por la pena de tener que volver a ser llevada por este gran lobo blanco, agachando la mirada cuando Bryan le lanzó una mirada interrogante. Esto era vergonzoso, pero la verdad… no era nada desagradable. Podría acostumbrarse...En solo unos minutos estuvieron de vuelta en la azotea del instituto, pero aun así Cristal tuvo que correr a su aula si quería llegar más o menos a tiempo. Afortunadamente era la hora de la profe Oriana, que al verlos llegar tarde solo los saludó animadamente. Darien fue el último en llegar, de nuevo con un uniforme escolar intacto e impecable. ¿Qué tantos uniformes tenía? El resto de la clase pasó normalmente hasta la hora de salida, donde Cristal como siempre esperó en la puerta por Sara para ir juntas a casa, pero fue el quinteto el que se le acercó antes en lo que su hermana se despedía de sus amigos.—Hola, Cristal —Bryan la saludó animadamente.—Hola —contestó secamente, desanimándolo visiblemente.—Mañana no hay clases, así que queríamos invitarte de nuevo al departamento para hablar más tranquilamente —Darien fue directo al grano.—Uh, claro, es mejor a que me secuestren, supongo. —Se encogió de hombros.—Y trata de no romper las lámparas cuando estés allá —se burló
—Veo que ya lo has deducido, realmente eres muy inteligente. Y sí —La miró pero permaneció inclinado ante ella—, nuestra misión es encontrar mujeres dispuestas a irse con nosotros a nuestro país y darnos hijas, hijas hibridas que sobrevivan a la enfermedad… Vinimos aquí a buscar esposas. —¿Esposas para tener hijas hibridas? —Eso no era en lo que había estado pensando del todo—. Espera, ¿cómo están tan seguros de que sobrevivirían a la enfermedad?— debían haberse cerciorado o sería un plan muy estúpido, la pregunta era, ¿de qué forma?—Los humanos quizás sean más débiles que los licántropos y los vampiros, pero hay algo en el que son más fuertes que todos nosotros juntos: su sistema inmunológico. —Su sistema inmunológico es mucho más fuerte que el nuestro e incluso que el de los vampiros. Si a nosotros nos diera uno de sus simples resfriados nos mataría prácticamente al instante, igual a los vampiros. Su sistema inmunológico es tan fuerte que la enfermedad que mata a nuestras muje
—¡Hasta que al fin llegan! —los recibió Bryan con mala cara una vez ingresaron al salón donde estaban reunidos él, Joe y Silver esperándolos impacientes.—Lo siento, confundí la dirección —mintió el supuesto príncipe con facilidad. Cristal no se extrañó de que lo hiciera, obviamente no quería que ellos supieran que quería darles una ayuda adicional, podrían tomarlo como que dudaba de sus capacidades y ofenderse.—¿Dónde está Ulises? —preguntó ella mirando por la sala.—Se encerró en su habitación, no lo parece pero está muy deprimido —contestó Bryan frotándose la nuca.—Aunque sabe disimularlo muy bien… —acotó Silver jugando con su consola.—Así que, ¿cómo es eso de que nuestra profesora sale con tu hermano? —Bryan la jaló a sentarse a su lado.—Tengo entendido que eran amigos en la preparatoria, ella había ido a nuestra casa un par de veces… pero fue muy sorpresivo, por lo que sabía habían perdido contacto, no tengo idea de cómo pasó. —Cristal frunció el ceño.—Esto es un prob
—Sabes que tenemos la herencia de mamá, eso bastara como prueba financiera de que puedo mantenerlas, me graduó este año y un amigo ya me tiene un lugar en este hospital. Solo necesitó… casarme… —susurró con la nariz pegada al volante.—Claro, y el hecho de que ella ya tenga una carrera hecha y aumente las posibilidades de que no los rechacen no influye en nada ¿no? —Se cruzó de brazos—. Y de todos modos, ya es horrible que solo la quieras para hacerle de mamá a tus niñas, ella se merece a alguien que la ame, alguien… —Alguien como Ulises…Se mordió el labio para no seguir despotricando como histérica y no terminar gritándole a su hermano mayor.—Lo sé, Cristal, lo sé… —Él apartó la mirada, al menos teniendo la decencia de mostrarse avergonzado—. Pero tengo que hacer esto, Cristal. Ariana y Giselle han sufrido mucho y no quiero que pasen el resto de sus vidas encerradas en un orfanato. Creo que Oriana será una gran madre para ellas, sé que las querrá. —Eso ni dudarlo, esa mujer era
Luego de terminar de pulir los detalles del plan entre ellos fueron a hablar con Ulises y le explicaron la situación. Él no se inmutó en lo absoluto en lo que le contaban todo, aunque a Cristal le pareció ver una sombra de ira en su rostro cuando explicaron las verdaderas intenciones de su hermano. Ulises era una persona muy inexpresiva, que rara vez demostraba emociones, pero con Oriana siempre fue más suave y casi tierno, por eso todos notaban que había algo más entre ellos… o al menos de parte de Ulises, de Oriana ahora no todo parecía claro. El resto del quinteto no estaba enterado del plan, solo sabían que tenían uno y que Ulises había acordado luchar por el amor de su profesora, aunque sin decir ni una palabra, el tipo solo asentía con sequedad, como si nada le importara, aunque era obvio que sí.Solo Oriana le sacaba su lado más humanitario (¿o sería hombre lobo-tario?).En la semana Ulises volvió a pegarse a Oriana y ella estaba más que contenta por eso, casi ni parecier
Cristal suspiró pesadamente en su almohada, repasando los eventos que habían pasado el día anterior, la ridícula apuesta que había hecho con Darien en un momento en el que su espíritu competitivo se había apoderado de su mente con la grandiosa idea de retarlo comprometiéndose a hacer que tres de los chicos del quinteto encontraran el amor antes de que él lo hiciera. Una completa idiotez imposible, pero ya lo había apostado. Y ahora debía ganar. Pero pensarlo era más fácil que hacerlo. Ya tenía un plan para emparejar a Ulises con Oriana, por lo que aunque todavía sabía que no sería sencillo, no le significaba tanto problema. Tenía una corazonada con que podría lograr que Joe tuviera algo con alguna chica, quizás con Hallie que era de las que más conversaba con él. Sí, Hallie era una buena opción para Joe… después de todo, ella era su amiga y tenía cierta influencia sobre su agrado o desagrado hacia las personas.Lo que la preocupaba era la tercera pareja. ¿De dónde iba a sacar una
Bueno, el inicio del plan para juntar a Joe con Hallie no fue un completo fracaso, pero pudo haber sido mucho mejor, pensó Cristal aun masajeándose las sienes de camino a casa, caminando a casa sola lidiando con sus pensamientos.Sara y sus amigas habían decidido hacer una pijamada, y por más que hubiera sido una buena oportunidad para acercarse más a Hallie, no tenía muchos ánimos de lidiar más con las chicas ahora que pensaban que había algo entre ella y Darien. Simplemente no le gustaba nada la idea, solo eran amigos, por todos los cielos santos.Además, ni siquiera habían terminado de emparejarla con el tipejo tatuado del quinteto, o sea Bryan, y ahora la emparejaban con el líder, pff… ¿quién la creían? Gran parte de las chicas empezaron a querer matarla cuando empezó a juntarse más con los cinco, ya que muchas estaban flechadas con ellos, y las pocas que no le tenían celos buscaban cualquier excusa para emparejarla con cualquiera del quinteto.Era algo frustrante, pero podía vivi
—Los humanos son realmente impresionantes. Mucho más fuertes de lo que creen. —La miró con un tanto de admiración brillando en sus ojos.—Tú eres impresionante —alagó, finalmente apartando la mirada una vez más.—Darien… —Lo miró pasmada, sin saber que decir, con su corazón latiendo como loco en su pecho. Carraspeó para apartar esa sensación antes de volver a hablar. —¿Por qué me estás diciendo esto?— susurró perpleja.—Yo… Lamento haber dejado que todo esto te pasara.— ahora su mirada se negaba a posarse en ella mientras cambiaba el tema. –Quería hablar contigo… estaba yendo tras de ti cuando saliste de la escuela, iba a unas pocas cuadras de distancia. Llegué a ver cómo te jalaba hacia el callejón, pero estaba muy lejos… corrí para alcanzarte, pero entonces vi cómo te rociaba con esa cosa… y… me congelé… yo… pensé que podrías morir… pensé…Bajó la mirada y abrió la boca para hablar, pero entonces Joe y Ulises ingresaron a la habitación con un cuenco y unos trapos en sus manos, y B