El shock se extendió por la sala y se apoderó de cada uno de ellos.Hannah miró a Andrew, que tenía los ojos bien abiertos, perplejo, y luego se volvió a su hija con cierta premura.—Espera, Ali, ¿qué dices? ¿Estás segura de lo que hablas?Ella nunca le había contado a su hija sobre la antigua esposa de Andrew, mucho menos decirle su nombre, y era algo que sus padres sabían, por lo que también se sorprendieron. En ese momento recordó la vez en la casa de Alana, un instante que pasó por alto. Justo antes de tener aquel berrinche, Ali le preguntó a Lenna que qué sabía ella de Rose.—Alisson, ¿cómo conoces ese nombre? —inquirió Alana con tacto, consciente de que se enfrentaban a algo que carecía de explicación lógica.La niña se volvió hacia ella como si nada y le contestó afable:—Es porque ella me lo dijo, abuelita. La escucho desde hace mucho tiempo. Creo que vivimos juntas, ¿saben? Yo conocía la cara de papi porque la veía en mi cabeza, así que apenas verlo supe que era él.Andrew y
Un rato más tarde, con los ánimos más serenos, Alana se marchó y Ali subió con su madre y su abuela, presta para dormir y feliz por su nueva pulsera familiar, dejando a un Andrew que aún contemplaba el vacío de a ratos junto a Trevor, que le echaba un ojo de vez en cuando.—Andrew, después de todo lo que dijiste hoy, y teniendo en cuenta que eres el padre biológico de Ali y estás saliendo con mi hija, espero que puedas protegerla de ese mundo de estratagemas y desastre que expusiste. Si esa tal Lenna de verdad pudo arremeter contra tu hermano…—Voy a cuidar de ellas, señor Roth, aunque tenga que poner mi vida de por medio. —Lo miró a los ojos con inmensa resolución—. No estoy dispuesto a perder a nadie más por culpa de esta locura.El señor asintió con la cabeza y, sin más, se levantó.Arriba, Alisson se dejó arropar por las sábanas con evidente cansancio.—Mami, papi debe sentirse raro, así que tienes que cuidarlo, ¿sí? No lo dejes solito, por favor —balbuceó la nena, llamando la ate
Esa noche, Ali durmió a pierna suelta. Siempre solía tener mucho en mente, recuerdos de un pasado que sabía no era suyo, pero también los suyos propios.Tenía muchos recuerdos, incluso desde antes de saber que era ella. Recordaba flotar en un lugar cálido y ver una lucecita brillante y más cálida, tocarla y sentir su abrazo. Desde entonces, supo que no estaba sola, y empezó a ver a través de los ojos de alguien más.Sin embargo, era una niña, muy inteligente, pero niña en fin, por lo que resultaba normal que a veces se perdiera en esas imágenes curiosas y los momentos divertidos. Aunque los tristes le crearon un inmenso dolor.Pero aquella persona, aquella señora bonita y dulce, le decía que se mantuviera en silencio, que debía esperar, y que cuando llegara el momento ella sabría qué hacer.Una mañana vio a su padre apenas salir del ascensor, y lo supo.Todo estaba llegando al puerto.Al abrir los ojos, sintió su mente mucho más despejada, vio el reloj y tuvo una idea. Eran menos de l
Lenna Peters se presentaba como Lenna Cook allá donde iba. Estuvo casada con Antony Cook por poco tiempo antes de que él muriera por el cáncer, pero fue capaz de darle un heredero que nació unos meses antes de su partida; desde entonces, como la madre del futuro heredero del imperio de los Cook, gozaba de muchas ventajas que iban más allá de la pensión de viudez y la manutención de Justin: influencias en las altas esferas, codearse con gente de la élite y formar lazos. Ser la viuda de un Cook tenía muchos beneficios.Esa mañana, tras una noche de relajación, salió acompañada de un rubio a quien conocía bastante bien, y que no dudó en adelantarse al auto para abrirle la puerta. Era un tipo guapo, vaya que sí, y le gustaba bastante.—¿A dónde quieres ir ahora?—Bueno… le dije a Alana que me tomaría unas pequeñas vacaciones, a pesar de que no saldría de la ciudad, porque necesitaba tiempo para mí, así que podemos ir a cualquier parte.—¿Tienes hambre? No desayunamos en el hotel. ¿Te pare
Era obvio que el jefe estaba raro ese día. Parecía distraído, ausente, y todos lo notaron en la reunión matutina; sin embargo, ni se les pasó por la mente decir nada, y le dejaron todo a su asistente, Hannah Roth, que volvía al trabajo tras unos días de baja por su hija lastimada, y de quien se rumoraba tenía una relación con el jefe.Las murmuraciones eran incómodas para la muchacha, las miraditas y todo eso, pero no dejaba de decirse a sí misma que no tenía caso preocuparse por eso porque al final resultaba ser la verdad, y de seguro todo se pondría peor cuando el hecho de que Alisson era hija biológica de Andrew saliera a la luz.Tenía que ser fuerte. Era una mujer fuerte.Entró a la oficina del CEO con una bandeja sobre la que se encontraba una taza de humeante café, y enseguida se percató de que su jefe seguía en las nubes. La oficina se encontraba sellada, así que no podía verlo desde afuera, y se dio cuenta de que él mismo se aislaba porque estaba inquieto.Dios, hasta en eso s
Andrew respiró hondo y su vista se perdió en los derredores con evidente decepción.—Lo sospechaba. De hecho, sospeché esto hace tiempo, pero me hice el idiota por el bien de Tony; sin embargo, ahora… toda esta mierda tiene sentido.Hannah se levantó y tomó el papel para echarle un ojo. En efecto, no había compatibilidad justificable, Andrew no podía ser el padre de Justin, lo que quería decir que, al ser el gemelo idéntico, su gemelo monocigótico, y compartir el mismo genoma, que Antony… el pequeño no era su hijo.Antony Cook había sido engañado.Mientras ella reflexionaba sobre esa nueva realidad, vio al otro sacar su celular y empezar a hablar en un idioma que no entendía.—Hola… necesito que rastrees un ADN, ¿puedes hacerlo por mí?—Claro, hermano, ¿qué quieres saber? —contestó el hombre al otro lado de la línea.—Quiero que averigües quién es el verdadero padre de Justin.—¡¿Qué?! ¿Acaso no es…?—No, no lo es. Te enviaré lo que necesitas esta misma noche. Quiero que lo tengas lo
Poco antes de las ocho de la noche, Andrew y Hannah llegaron a la casa de los Roth para dejar a la muchacha, pero él bajó del auto para saludar a Alisson.Cuando entraron, la nena no tardó en correr escaleras abajo y casi brincar al sofá a abrazarlo.—¡Papiiii! ¿Cómo estás? ¿Te sientes bien? —Ella, arrodillada y en pijamas, lo miró curiosa—. Te ves triste, ¿estás bien?Desde la cocina, porque buscaba un vaso de agua, Hannah frunció el ceño, inquieta por el agudo sentido de su pequeñita al reconocer las emociones del castaño.—Ha sido un día largo —murmuró el muchacho y sonrió apenas.La nena frunció el ceño, con auténtica preocupación.—Papi, ¿estás preocupado por lo que dije el otro día? No quiero que te sientas mal, ¿sabes? Y la señora bonita tampoco quiere. Ella solo desea que seas feliz, pero dice que para eso necesitas solucionar un montóóóón de cosas. —Estiró las manos para hacer referencia a la cantidad y luego sonrió.Andrew asintió y le dio unas cariñosas palmaditas en la cab
Tras un fin de semana «familiar», de ir con Hannah, Alisson y Justin al parque, a hacer un picnic y divertirse en los juegos, teatro y a comer helado, Andy llegó a casa de su madre para dejar a Justin, que venía más dormido que despierto. Se ocupo de acompañarlo a bañarse, y ya cuando se estaba vistiendo cabeceaba y tenía los ojos cerrados. Se durmió apenas pegar la cabeza de la almohada.Él ya tenía claro lo que debía hacer con el pequeño, que sería su sobrino sin importar nada, y al verlo dormir de lo más tranquilo en su cama en esta casa lo tuvo más claro.Bajó las escaleras a paso lento. Tras pasar todo el día correteando con dos niños pequeños hiperactivos, porque Justin ya no era el niño tímido que acostumbraba a esconderse detrás de su madre o a suprimir sus emociones, estaba agotado pero contento.Su sobrino se había comportado como un niño normal sin la influencia de la desquiciada de Lenna, reía y correteaba con Alisson por acá y por allá, casi como si ambos se conocieran de