◢ Sunmi ◤Parpadeé en reiteradas ocasiones para cerciorarme si lo que mis ojos acababan de ver era cierto, y me encontré con una visión que desafió toda lógica. Justin estaba allí, con su traje de novio de pie frente a mí, como una visión surrealista que desafiaba la realidad. El asombro y la confusión se reflejaron en mis ojos mientras lo observaba, tratando de comprender por qué estaba en mi puerta en esta noche que, en teoría, debería ser su noche de bodas.Mis ojos se encontraron con los suyos. Un resplandor desconocido realzaba la profundidad de sus ojos azules, volviéndolos más intensos. «¿Qué hacía aquí? ¿Por qué no estaba en su noche de bodas? ¿Ocurrió algo en la ceremonia cuando me fui?». Una ráfaga de preguntas me asaltó mientras una corriente de aire frío se coló en el pasillo, como si la noche misma quisiera enfriar el desconcierto que se gestaba entre nosotros.—Justin, ¿qué...? —musité, sin poder terminar la pregunta antes de que él, con ojos preocupados, se apresurara a
◢ Sunmi ◤El vapor caliente del té envolvía la cocina mientras preparaba las tazas con una mezcla reconfortante. Mi mente estaba en ebullición con preguntas sin respuestas, pero la presencia de Justin en mi apartamento, aunque desconcertante, traía una extraña sensación de calma. El sonido de la cucharita chocando suavemente contra la porcelana llenaba el silencio tenso que flotaba en el aire.Con las tazas listas, caminé de regreso a la sala, donde la luz tenue de las lámparas daba un tono acogedor a la habitación. Justin, estaba de pie en mi improvisado taller de pintura, sin apartar la mirada del lienzo que había dejado a medio pintar. Parecía inmerso en sus propios pensamientos. Al acercarme, sus ojos azules se encontraron con los míos, y una expresión de admiración, y algo más que no supe descifrar, se reflejó en su rostro.—Eres increíble, Sunmi. Me sorprende lo talentosa que eres —afirmó—. Al principio, creí que sólo pintabas por números, pero cuando me obsequiaste el cuadro en
◢ Justin ◤Mientras Sunmi procesaba la marejada de información que le había revelado, me encontré atrapado en una vorágine de pensamientos propios. La conexión entre nosotros se volvía más evidente, y la verdad que compartí abrió la puerta a un abismo de emociones que nunca antes había experimentado. Estar cerca de ella y ver la comprensión en sus ojos, encendía un fuego interno que amenazaba con salirse de control.Me di cuenta de que mis sentimientos por Sunmi eran más profundos de lo que había imaginado, había algo más, algo que iba más allá de la simple atracción y curiosidad. Era como si el vértigo de revelar mi vida y abrirme hacia ella, hubiera destapado una verdad que estuvo siempre frente a mis ojos y que no había podido ver: me había enamorado profundamente de ella.A medida que compartíamos esta complicada danza de revelaciones, mi sentido sobreprotector hacia Sunmi se activó con fuerza, sobre todo tras conocer los hechos que acontecieron su día. Estaba preocupado por todo
◢ Justin ◤El tenedor se le escapó de las manos, chocando contra el plato y llenando la cocina con el sonido inesperado de su caída. Las palabras quedaron suspendidas en el aire, como una melodía interrumpida, mientras Sunmi procesaba mi confesión con incredulidad. Sus ojos, grandes y expresivos, reflejaban una mezcla de sorpresa y confusión. Era como si la realidad que se extendía entre nosotros fuera tan inverosímil que negarla fuese la única opción. Mi corazón latía con fuerza, esperando una respuesta que se demoraba en llegar.—Justin, ¿estás seguro de lo que estás diciendo? —preguntó finalmente, su voz temblando ligeramente—. No puedo creer que de repente... ¿Desde cuándo? —Sus ojos, fijos en los míos, pedían respuestas, como si tratara de procesar una realidad que se le escapaba de las manos. «¿Cómo podría culparla por no entender? Incluso yo me debatía en el desconcierto de mis propios sentimientos».Su perplejidad me dejó sin palabras por un momento, pero reuní mis pensamiento
◢ Sunmi ◤La habitación estaba cargada de emociones, como una melodía que seguía resonando en mi interior, y que aún no podía asimilar por completo. La realidad de sus palabras y la calidez de su abrazo desencadenaron una serie de emociones en mí. Por primera vez, mi corazón se permitía explorar la posibilidad de que lo que había anhelado secretamente durante tanto tiempo, estaba ocurriendo.Mis manos temblaban mientras permanecíamos abrazados en la cocina. Aunque su confesión había iluminado mi corazón, la oscuridad de la incredulidad aún se aferraba a mí. Necesitaba más, algo que confirmara que esto no era un sueño.—¿De verdad esto es real?, ¿no estoy soñando? —murmuré las preguntas, mis ojos buscando los suyos en busca de esa chispa de verdad.Sentía mi corazón alborotado, una mezcla de emoción y nerviosismo que nunca antes había experimentado. Tomó suavemente mi rostro entre sus manos, sus pulgares acariciando mis mejillas con ternura, mientras sus ojos, intensos y sinceros, busc
◢ Sunmi ◤Mi madre bajó la mirada, comprendiendo que la situación se me hacía incómoda y que, tras tanto tiempo de ausencia, sumado al daño que habían causado, no les contaría. En mi mente, los recuerdos de la confianza que nos teníamos, las muchas confidencias que compartí con ellos y sus sabios consejos, resonaron con fuerza entre los muros del restaurante.Todo esto se me hacía doloroso e incómodo. La dualidad de mis emociones me confundía y no me dejaba pensar con claridad. Después de todo, no dejaban de ser mis padres y aunque toda la situación fuera dolorosa, les debía respeto. Por otra parte, el dolor ocasionado, los años de duelo por su partida, y, finalmente, los cambios que esto causó en mi vida.Tomé una bocanada de aire, y comencé a hablar, contándoles sin entrar en detalles íntimos, desde que abandoné mis estudios de Derecho hasta lo ocurrido unas horas atrás. Mi corazón latía con fuerza mientras esperaba su reacción.—Has mostrado una valentía admirable, hija. —Mi padre
◢ Justin ◤La puerta se cerró a mis espaldas, dejando atrás el cálido refugio que había sido el apartamento de Sunmi. El invierno se aferraba a la ciudad que se extendía ante mí, con su pulso constante y su frenesí característico. Sin embargo, no era el frío en el aire lo que me hacía estremecer, sino los eventos que se habían desplegado en las últimas horas. La calidez de su abrazo aún perduraba en mi piel, y el recuerdo de sus confesiones reverberaban en mi mente, creando un eco persistente que desafiaba la corriente gélida que se interponía en mi camino.Caminé por la acera, sintiendo el viento helado en mi rostro mientras esperaba por un taxi para volver a mi apartamento. En el trayecto, mis pensamientos se sumergieron en el torbellino de emociones que había experimentado. Desde la huida de la boda hasta las revelaciones sobre los padres de Sunmi, cada detalle se superponía en mi memoria, creando un collage de sentimientos.El recuerdo de mi declaración de amor resonaba en mi ment
◢ Justin ◤Tío Michael asintió, una sonrisa leve apareció en su rostro.—Me alegra escuchar eso, Justin. Pero ahora, cuéntame más sobre esta joven que te tiene así. ¿La conozco?—Sí, tío. Es Sunmi, mi asistente —respondí, comenzando a contarle cómo nuestra historia empezó con mi desafortunada petición para que me ayudara buscando una esposa, hasta momentos atrás, donde nos confesamos los sentimientos que ambos habíamos desarrollado con el tiempo.La expresión de mi tío se iluminó con cada palabra, como si estuviera escuchando el desarrollo de una hermosa historia.—Sunmi... —murmuró—. La conozco desde que empezó a trabajar en Turner Legal Group. Es una mujer excepcional, inteligente y dedicada. Si has encontrado la felicidad con ella, hijo, me alegro sinceramente. No puedo imaginar a alguien mejor para ti —respondió. La calidez en sus palabras me reconfortó, y la complicidad entre nosotros creció.Continué compartiéndole más detalles sobre mi reciente relación con Sunmi, desde las con