◢ Sunmi ◤El teléfono sonó, su cálida voz masculina se filtró a través del auricular interrumpiendo mis pensamientos y llenando el aire de emociones. Su tono reflejaba una mezcla de excitación y nerviosismo que se colaba entre las palabras. Habíamos cruzado la barrera de la amistad, nuestros corazones se habían confesado, y ahora, la preocupación en su voz cuando me preguntó por mi bienestar me tomó por sorpresa, pero a la vez, provocó una oleada reconfortante de afecto.Cuando la llamada terminó, mientras miraba el teléfono en mis manos, no podía evitar sentir mariposas revoloteando en mi estómago. Mi corazón latía con fuerza mientras mi mente se llenaba de pensamientos sobre la noche que se avecinaba. La euforia se apoderó de mí, la idea de una cena con Justin me emocionaba y me ponía nerviosa al mismo tiempo. Corrí a mi armario, entusiasmada por la invitación. Después de un largo debate interno sobre qué ponerme, opté por un vestido negro ajustado al cuerpo hasta mis rodillas. Las
◢ Sunmi ◤El domingo amaneció tranquilo, era uno de esos días ideales para quedarse en la cama. Los recuerdos de la noche anterior danzaban en mi mente. Cada detalle de nuestra cita, desde la elegancia del restaurante hasta el beso junto al río, se repetían en mi mente como un sueño del que no quería despertar. Me desperté con la sensación de mariposas en el estómago, una mezcla de emociones que dejaban en mí una huella imborrable.Mientras yacía en la cama, mi celular vibró, rompiendo mis pensamientos con el sonido familiar de un mensaje entrante. Era Justin, llenando la pantalla con palabras que eran un recordatorio constante de su preocupación y ternura."Buenos días, Sunmi. ¿Cómo amaneciste?” “Espero que esta mañana te traiga tanta alegría como la que sentí anoche contigo."Su ternura me hizo sonreír, mientras respondía agradeciéndole por su amabilidad y expresándole que me sentía maravillosamente bien después de la noche inolvidable que compartimos.El domingo transcurrió entre
◢ Justin ◤El día de la junta extraordinaria de directorio amaneció nublado, un reflejo fiel de la tensión que se palpaba en el aire. El cielo gris sobre la ciudad de Nueva York se alineaba con la gravedad de los acontecimientos que se avecinaban. Mientras me dirigía al bufete, los recuerdos del día anterior se agolpaban en mi mente, creando un torbellino de emociones.Durante la mañana, el notario, Harvey Nottingfield, amigo de confianza de la familia, llegó puntual al bufete tras el llamado urgente de Sunmi. Mi oficina se transformó en un escenario donde se sellaría el destino de Turner Legal Group. Ante su presencia, mi tío y yo formalizamos el traspaso total de sus acciones a mi nombre. Cada firma en el papel parecía resonar con la responsabilidad y el peso de las expectativas depositadas sobre mis hombros.La legalización de la transferencia de acciones no fue simplemente un trámite burocrático; fue el acto simbólico que marcó el inicio de un nuevo capítulo en la historia de la f
◢ Justin ◤Sunmi y yo nos dirigíamos a mi oficina cuando tío Michael nos alcanzó. La atmósfera estaba cargada de anticipación y, a la vez, de satisfacción por el éxito de nuestra estrategia.Mi tío, con la calma que lo caracterizaba, se sentó en uno de los cómodos sillones de mi despacho. Sunmi, con una sonrisa de complicidad, se acomodó cerca de él, consciente de que estábamos a punto de discutir el futuro del bufete y los pasos que seguiríamos.—Bien hecho, hijo. Has demostrado que estás listo para liderar Turner Legal Group —comentó con orgullo, mientras asentía con aprobación.—Gracias, tío. Pero este éxito es el resultado del trabajo en equipo. Sin tu guía y la ayuda de Sunmi, no habríamos llegado hasta aquí —respondí, reconociendo la importancia de cada persona en ese logro.Nos sumergimos en la discusión sobre la transición de poder, la reorganización del bufete y la implementación de nuevos protocolos. Mis pensamientos ya estaban enfocados en el futuro, en construir sobre la b
◢ Sunmi ◤El invierno se aferraba a la ciudad de Nueva York, cubriendo sus calles con un manto blanco y esquivando la calidez del sol. El frío, sin embargo, no podía competir con el calor que la presencia de Justin aportaba a mi vida. A medida que febrero avanzaba, me encontraba en un remolino de emociones, como si estuviera suspendida en una nube, sintiendo como si cada paso que daba fuese en el aire.Desde que Justin y yo comenzamos esta travesía juntos, los días ya no parecían tener sus habituales veinticuatro horas. Como si las horas se deslizaran entre mis dedos y el reloj conspirara para robarnos el tiempo, a menudo me encontraba preguntándome si estaba viviendo la realidad o si me hallaba inmersa en un maravilloso sueño. Había pasado tan rápido que, en ocasiones, sentía el miedo constante de despertar abruptamente y descubrir que todo era producto de mi imaginación. Sin embargo, cada uno de esos instantes estaba impregnado con la magia de nuestra conexión.La noticia de nuestra
◢ Sunmi ◤El miércoles había llegado por fin. El día amaneció con un aire especial, como si la ciudad de Nueva York también estuviera contagiada por la magia de este día. Mis nervios estaban a flor de piel mientras preparaba las últimas cosas en mi maleta, ocultando bajo mi ropa el cuadro que había pintado para Justin. La escapada romántica que había planeado llenaba mi mente de emociones encontradas: entusiasmo, alegría y, por supuesto, un toque de nerviosismo que bailaba en mi estómago.Justin, como el caballero que siempre ha sido, llegó a recogerme muy temprano por la mañana. La excitación de pasar unos días a solas con él, se mezclaba con la incertidumbre de no saber a dónde nos dirigíamos. Justin solo me había dado un par de indicaciones sobre la ropa que debía llevar y, curiosamente, eso aumentaba mi entusiasmo.El viaje en su auto fue relajado, con la música suave como compañera de fondo mientras compartíamos risas y miradas cómplices. Poco más de dos horas después, cuando nos
◢ Justin ◤Nuestro primer día en la cabaña dejó una huella profunda en mi corazón. Ver a Sunmi, nerviosa y vulnerable, mientras nos adentrábamos en este nuevo capítulo de nuestra relación, intensificó mi sentido protector hacia ella. Su belleza radicaba no solo en su exterior, sino también en la sinceridad de sus emociones y la valentía con la que enfrentaba lo desconocido.La guinda de la torta se la llevó el hermoso cuadro que me obsequió por San Valentín, el que no pude dejar de comparar con aquel que recibí en Navidad, ya que reflejaba un cambio significativo en su realización. Si bien el regalo navideño tenía un matiz más sombrío, reflejando tal vez las incertidumbres y desafíos que enfrentaba en ese momento, el nuevo cuadro irradiaba un resplandor de esperanza y amor. Cada trazo, cada color, parecía narrar nuestra evolución como pareja.Mientras compartíamos risas y confidencias al calor de la chimenea, supe que ese momento era precioso, pero también que significaba un desafío p
◢ Justin ◤Después de llevarla al clímax, tomé un preservativo de la mesita de luz, me lo coloqué rápidamente y ascendí hacia su rostro para besarla con ternura. Sentí su respiración agitada y su cuerpo aún tembloroso bajo el mío. No había prisa, solo un anhelo profundo de explorarnos mutuamente.—Eres increíble, Sunmi —susurré contra sus labios, mientras acariciaba su mejilla con suavidad. Mi corazón latía en sintonía con el suyo, y nos sumergimos juntos en la conexión íntima que acabábamos de compartir.Con cuidado, me coloqué sobre ella, sintiendo cada centímetro de su piel contra la mía. Nuestros labios se encontraron en un beso lleno de promesas y complicidad. Mis manos acariciaron su cuerpo con delicadeza, explorando cada rincón con devoción.—¿Estás lista, amor? —pregunté, buscando su mirada en busca de confirmación. Su respuesta fue un suave asentimiento y una sonrisa tierna que iluminó la habitación.Me acomodé entre sus piernas y dirigí mi erección hacia su entrada. Con paci