◢ Justin ◤El tenedor se le escapó de las manos, chocando contra el plato y llenando la cocina con el sonido inesperado de su caída. Las palabras quedaron suspendidas en el aire, como una melodía interrumpida, mientras Sunmi procesaba mi confesión con incredulidad. Sus ojos, grandes y expresivos, reflejaban una mezcla de sorpresa y confusión. Era como si la realidad que se extendía entre nosotros fuera tan inverosímil que negarla fuese la única opción. Mi corazón latía con fuerza, esperando una respuesta que se demoraba en llegar.—Justin, ¿estás seguro de lo que estás diciendo? —preguntó finalmente, su voz temblando ligeramente—. No puedo creer que de repente... ¿Desde cuándo? —Sus ojos, fijos en los míos, pedían respuestas, como si tratara de procesar una realidad que se le escapaba de las manos. «¿Cómo podría culparla por no entender? Incluso yo me debatía en el desconcierto de mis propios sentimientos».Su perplejidad me dejó sin palabras por un momento, pero reuní mis pensamiento
◢ Sunmi ◤La habitación estaba cargada de emociones, como una melodía que seguía resonando en mi interior, y que aún no podía asimilar por completo. La realidad de sus palabras y la calidez de su abrazo desencadenaron una serie de emociones en mí. Por primera vez, mi corazón se permitía explorar la posibilidad de que lo que había anhelado secretamente durante tanto tiempo, estaba ocurriendo.Mis manos temblaban mientras permanecíamos abrazados en la cocina. Aunque su confesión había iluminado mi corazón, la oscuridad de la incredulidad aún se aferraba a mí. Necesitaba más, algo que confirmara que esto no era un sueño.—¿De verdad esto es real?, ¿no estoy soñando? —murmuré las preguntas, mis ojos buscando los suyos en busca de esa chispa de verdad.Sentía mi corazón alborotado, una mezcla de emoción y nerviosismo que nunca antes había experimentado. Tomó suavemente mi rostro entre sus manos, sus pulgares acariciando mis mejillas con ternura, mientras sus ojos, intensos y sinceros, busc
◢ Sunmi ◤Mi madre bajó la mirada, comprendiendo que la situación se me hacía incómoda y que, tras tanto tiempo de ausencia, sumado al daño que habían causado, no les contaría. En mi mente, los recuerdos de la confianza que nos teníamos, las muchas confidencias que compartí con ellos y sus sabios consejos, resonaron con fuerza entre los muros del restaurante.Todo esto se me hacía doloroso e incómodo. La dualidad de mis emociones me confundía y no me dejaba pensar con claridad. Después de todo, no dejaban de ser mis padres y aunque toda la situación fuera dolorosa, les debía respeto. Por otra parte, el dolor ocasionado, los años de duelo por su partida, y, finalmente, los cambios que esto causó en mi vida.Tomé una bocanada de aire, y comencé a hablar, contándoles sin entrar en detalles íntimos, desde que abandoné mis estudios de Derecho hasta lo ocurrido unas horas atrás. Mi corazón latía con fuerza mientras esperaba su reacción.—Has mostrado una valentía admirable, hija. —Mi padre
◢ Justin ◤La puerta se cerró a mis espaldas, dejando atrás el cálido refugio que había sido el apartamento de Sunmi. El invierno se aferraba a la ciudad que se extendía ante mí, con su pulso constante y su frenesí característico. Sin embargo, no era el frío en el aire lo que me hacía estremecer, sino los eventos que se habían desplegado en las últimas horas. La calidez de su abrazo aún perduraba en mi piel, y el recuerdo de sus confesiones reverberaban en mi mente, creando un eco persistente que desafiaba la corriente gélida que se interponía en mi camino.Caminé por la acera, sintiendo el viento helado en mi rostro mientras esperaba por un taxi para volver a mi apartamento. En el trayecto, mis pensamientos se sumergieron en el torbellino de emociones que había experimentado. Desde la huida de la boda hasta las revelaciones sobre los padres de Sunmi, cada detalle se superponía en mi memoria, creando un collage de sentimientos.El recuerdo de mi declaración de amor resonaba en mi ment
◢ Justin ◤Tío Michael asintió, una sonrisa leve apareció en su rostro.—Me alegra escuchar eso, Justin. Pero ahora, cuéntame más sobre esta joven que te tiene así. ¿La conozco?—Sí, tío. Es Sunmi, mi asistente —respondí, comenzando a contarle cómo nuestra historia empezó con mi desafortunada petición para que me ayudara buscando una esposa, hasta momentos atrás, donde nos confesamos los sentimientos que ambos habíamos desarrollado con el tiempo.La expresión de mi tío se iluminó con cada palabra, como si estuviera escuchando el desarrollo de una hermosa historia.—Sunmi... —murmuró—. La conozco desde que empezó a trabajar en Turner Legal Group. Es una mujer excepcional, inteligente y dedicada. Si has encontrado la felicidad con ella, hijo, me alegro sinceramente. No puedo imaginar a alguien mejor para ti —respondió. La calidez en sus palabras me reconfortó, y la complicidad entre nosotros creció.Continué compartiéndole más detalles sobre mi reciente relación con Sunmi, desde las con
◢ Sunmi ◤El teléfono sonó, su cálida voz masculina se filtró a través del auricular interrumpiendo mis pensamientos y llenando el aire de emociones. Su tono reflejaba una mezcla de excitación y nerviosismo que se colaba entre las palabras. Habíamos cruzado la barrera de la amistad, nuestros corazones se habían confesado, y ahora, la preocupación en su voz cuando me preguntó por mi bienestar me tomó por sorpresa, pero a la vez, provocó una oleada reconfortante de afecto.Cuando la llamada terminó, mientras miraba el teléfono en mis manos, no podía evitar sentir mariposas revoloteando en mi estómago. Mi corazón latía con fuerza mientras mi mente se llenaba de pensamientos sobre la noche que se avecinaba. La euforia se apoderó de mí, la idea de una cena con Justin me emocionaba y me ponía nerviosa al mismo tiempo. Corrí a mi armario, entusiasmada por la invitación. Después de un largo debate interno sobre qué ponerme, opté por un vestido negro ajustado al cuerpo hasta mis rodillas. Las
◢ Sunmi ◤El domingo amaneció tranquilo, era uno de esos días ideales para quedarse en la cama. Los recuerdos de la noche anterior danzaban en mi mente. Cada detalle de nuestra cita, desde la elegancia del restaurante hasta el beso junto al río, se repetían en mi mente como un sueño del que no quería despertar. Me desperté con la sensación de mariposas en el estómago, una mezcla de emociones que dejaban en mí una huella imborrable.Mientras yacía en la cama, mi celular vibró, rompiendo mis pensamientos con el sonido familiar de un mensaje entrante. Era Justin, llenando la pantalla con palabras que eran un recordatorio constante de su preocupación y ternura."Buenos días, Sunmi. ¿Cómo amaneciste?” “Espero que esta mañana te traiga tanta alegría como la que sentí anoche contigo."Su ternura me hizo sonreír, mientras respondía agradeciéndole por su amabilidad y expresándole que me sentía maravillosamente bien después de la noche inolvidable que compartimos.El domingo transcurrió entre
◢ Justin ◤El día de la junta extraordinaria de directorio amaneció nublado, un reflejo fiel de la tensión que se palpaba en el aire. El cielo gris sobre la ciudad de Nueva York se alineaba con la gravedad de los acontecimientos que se avecinaban. Mientras me dirigía al bufete, los recuerdos del día anterior se agolpaban en mi mente, creando un torbellino de emociones.Durante la mañana, el notario, Harvey Nottingfield, amigo de confianza de la familia, llegó puntual al bufete tras el llamado urgente de Sunmi. Mi oficina se transformó en un escenario donde se sellaría el destino de Turner Legal Group. Ante su presencia, mi tío y yo formalizamos el traspaso total de sus acciones a mi nombre. Cada firma en el papel parecía resonar con la responsabilidad y el peso de las expectativas depositadas sobre mis hombros.La legalización de la transferencia de acciones no fue simplemente un trámite burocrático; fue el acto simbólico que marcó el inicio de un nuevo capítulo en la historia de la f