◢ Justin ◤La noche había sido cruel. Las sombras de la duda y la incertidumbre sobre el impacto de mis decisiones me habían mantenido despierto, dando vueltas en la cama en tanto mi mente se debatía entre el deber y los anhelos no resueltos. Las horas se arrastraron mientras repasaba la reacción de mi mejor amigo, las preguntas no formuladas por mi tío y las dudas que se multiplicaban en mi cabeza. La decisión de comprometerme con Maya, aunque motivada por circunstancias particulares, comenzaba a pesar como una carga emocional.A pesar del frío invernal que se vislumbraba por los ventanales de mi habitación, la mañana se presentó con la urgencia de enfrentar las emociones tumultuosas que atormentaban mi mente. Determinado a disipar la neblina de incertidumbre, descendí al gélido Central Park para realizar mi rutina de cardio. Cada paso resonaba en el silencio matutino, pero la tormenta interna persistía, llevando consigo las dudas sobre mi reciente compromiso y la complicada conexión
◢ Sunmi ◤Cuando finalmente, Justin, mencionó su compromiso con Maya, sentí que el suelo se desvanecía bajo mis pies. Podía sentir el debate mental en el que se encontraba, y a pesar de la paciencia con la que esperé sus palabras, percibí su reticencia. Era como si luchara por encontrar las palabras adecuadas, y mi preocupación aumentó con cada segundo de silencio incómodo, hasta que soltó la bomba.Mis labios respondieron con una felicitación diplomáticamente correcta, pero mi mente giraba en una vorágine de emociones. Sabía que tarde o temprano Justin se casaría, pero la noticia de que fuera tan pronto, me tomó por sorpresa. La realidad de verlo comprometerse con otra persona, hizo que mi corazón se encogiera de dolor.Intenté ocultar mi conmoción detrás de una sonrisa y palabras de apoyo, pero mi voz temblaba ligeramente. La complicidad no dicha entre nosotros se volvía más evidente, y la distancia emocional que había intentado mantener, con la idea de quitarlo de mi corazón, se co
◢ Sunmi ◤La Navidad transcurrió en un remanso cálido de familiaridad. La casa de mis tíos, Hayun y Yongsu, se llenó de risas, aromas familiares y el abrazo reconfortante de mis seres queridos. La mesa estaba decorada con exquisiteces tradicionales coreanas, y el bullicio alegre de conversaciones animadas llenaba la atmósfera. Recordamos a mis padres y nuestros años en Corea con nostalgia, compartiendo anécdotas de la infancia y riéndonos con la complicidad que solo la familia podía proporcionar.El árbol de Navidad destellaba con luces brillantes, y los regalos debajo de él prometían momentos de alegría. Mis tíos, conscientes de mi amor por el arte, me sorprendieron con un juego completo de materiales de pintura. La emoción que sentí al abrir ese regalo era palpable, y agradecí en silencio la bendición de tener una familia que entendía mi pasatiempo favorito. La paz y la calidez de la celebración se convirtieron en un bálsamo para mi corazón, acunándolo en la certeza de que, aunque e
◢ Sunmi ◤Los días transcurrían, marcando un conteo regresivo implacable hacia el evento que cambiaría la dinámica de mi vida de manera irrevocable. Con menos de una semana por delante, la urgencia de prepararme para ese encuentro se volvía ineludible.Cuando faltaban solo cinco días para la boda, y aprovechando el fin de semana, decidí abordar una tarea que, aunque parecía sencilla, estaba envuelta en capas de significado y emotividad: elegir un vestido. Opté por pedir ayuda a Madison, pues su sentido de la moda y su aguda percepción siempre habían sido un faro de orientación en momentos cruciales.Por supuesto, aceptó encantada de ayudarme; así que ahora nos dirigíamos a una boutique selecta, donde los vestidos de novia y de invitadas se exhibían como obras de arte. El suave tintineo de las campanillas al entrar resonó en el aire, y el aroma a flores frescas nos envolvió mientras explorábamos las opciones. Cada vestido contaba una historia, y mi elección sería parte de la narrativa
◢ Sunmi ◤El impacto de ver a mis padres, quienes supuestamente habían fallecido en un trágico accidente en un yate cinco años atrás, fue tan abrumador que mi cuerpo no pudo soportarlo. La realidad se desvaneció, y todo se tornó en una oscuridad impenetrable. Caí en la inconsciencia como si el suelo se hubiera desplomado bajo mis pies.Cuando recobré la conciencia, sentía los ojos borrosos e intenté abrirlos poco a poco, encontrándome en un lugar desconocido. Una sensación de confusión y desorientación se apoderó de mí. Parpadeé varias veces, tratando de ajustar mis ojos a la luz. La habitación estaba impregnada de un aroma familiar, el de la comida reconfortante de tía Hayun. Pude reconocer que estaba en su dormitorio, pero la pregunta que resonaba en mi mente era: «¿Qué había sucedido?».Me incorporé lentamente, sintiendo una extraña pesadez en mi cabeza. Mi mente era un caos intenso y agitado. Tenía demasiadas preguntas sin respuestas. «¿Había sido real lo que vi en la tienda de mi
◢ Justin ◤ El encuentro con Max dejó una huella profunda en mi conciencia. Sus palabras resonaban en mi mente, y no podía evitar cuestionar la validez de mis elecciones. A pesar de la aparente estabilidad que mi compromiso con Maya podría ofrecer, la tormenta emocional en mi interior persistía. La semana transcurrió entre la rutina laboral y los preparativos para la presentación ante la familia de Maya. Cada día se volvía una lucha interna para mantenerme enfocado en las responsabilidades que mi posición demandaba. La aceptación aparente de Sunmi no calmó la tormenta en mi interior. Cada día que pasaba, la distancia que deliberadamente había creado entre nosotros, se convertía en un abismo que amenazaba con absorber cualquier rastro de conexión genuina. En mi intento de proteger la relación con Maya, me perdía a mí mismo en el proceso. Cada sonrisa forzada y cada gesto cuidadosamente calculado creaban una fachada que se volvía más difícil de sostener. Sunmi, con sus ojos perceptiv
◢ Justin ◤La Nochebuena fue un remanso en la tormenta emocional que había caracterizado mis días recientes. En casa de Max y Chloe, la risa resonó en el cálido ambiente, las conversaciones sobre los preparativos de la boda y las anécdotas, se tornaron en un bálsamo para mi alma inquieta. Max, siempre bromista, no dejó pasar la oportunidad de mencionar la anticipada despedida de soltero, arrancándonos risas a todos, incluso a Maya, quien parecía divertirse en compañía de mis amistades.La velada no solo fue una pausa en mi propia lucha interna, sino también una oportunidad para observar la conexión entre Maya y yo. Sus risas compartidas con mis amigos y el intercambio de historias, revelaban una amistad emergente. Aunque me alegraba verla tan cómoda, no podía evitar que una sombra de melancolía se asentara en mi corazón, al pensar en la distancia que había construido con Sunmi.La Navidad trajo consigo un viaje a los recuerdos de mi infancia. Al visitar a mi tío Michael y llevarle un
◢ Justin ◤El día de la boda amaneció gris, como si el universo mismo compartiera mi inquietud. La visita de Max la noche anterior había dejado un eco de dudas que resonaban en mis pensamientos. En la penumbra de mi habitación, me preguntaba si lo que estaba a punto de suceder era lo correcto. La conexión con Sunmi, las palabras de Max, las presiones de mi tío y la coacción de Mitchell; todo se entretejía en una telaraña complicada que amenazaba con enredar mis emociones.Para acallar un poco mis pensamientos, antes del alba, decidí salir a correr por Central Park. Las calles cubiertas de blanco, y el frío cortante de la mañana, contrastaban con la intensidad de mis pensamientos. Cada paso que daba era como un intento desesperado por escapar de las sombras que me perseguían. Me esforzaba por despejar mi mente, pero las preguntas sin respuesta se agolpaban, creando una tormenta interna que amenazaba con arrastrarme.De regreso en casa, después de una ducha rápida, enfrenté la rutina de