◢ Sunmi ◤La noche en el MoMA se había convertido en un caleidoscopio de sensaciones y emociones que me sumergían en un mar de reflexiones complejas. Las pinceladas del arte que compartimos ese día resonaban en mi mente como una melodía inquietante. Cada conversación, cada risa compartida, cada mirada intercambiada se entrelazaban en una danza de recuerdos que no podía ignorar. Mientras los días avanzaban, me encontraba enredada en la red de sentimientos que Justin había tejido con su presencia y cercanía, pero las respuestas parecían eludirme, esquivas y escurridizas.En algún tranquilo rincón de mi mente, una pregunta resonaba con fuerza: «¿podría algún día olvidarlo?». No era solo un deseo superficial, sino una súplica profunda que emanaba desde lo más íntimo de mi ser. Anhelaba liberarme de las cadenas invisibles que Justin había tejido alrededor de mi corazón, pero cada intento de desentrañarlas solo parecía apretarlas más.Cada tarea en el bufete, cada expediente que revisaba, s
◢ Justin ◤A medida que mi mente se sumergía en la complejidad de la propuesta de Maya, la pregunta persistente que me acosaba era más que una simple interrogante sobre una alianza estratégica. El matrimonio por conveniencia se presentaba ante mí como una encrucijada, una decisión que iba más allá de resolver las presiones profesionales y personales que enfrentaba.La idea de "vía de escape temporal" sugería la posibilidad de encontrar un respiro momentáneo, una pausa estratégica en medio de las tormentas que agitaban mi vida, pero también en una mentira. «¿Sería este matrimonio una mera estrategia para enfrentar las adversidades, un paréntesis en mi historia, o acaso sería un compromiso que trascendería el ámbito de lo temporal? ¿Qué pasa con mis valores y ese anhelo oculto de tener una familia feliz?».Por otro lado, la noción de un "compromiso que cambiaría irrevocablemente el rumbo de mi vida", planteaba una verdad más impactante. «¿Estaba dispuesto a aceptar las implicaciones a l
◢ Justin ◤El peso de la decisión resonaba en cada paso que daba, como si estuviera caminando sobre arenas movedizas, llenas de incertidumbre. Después del encuentro tenso con Alexander Mitchell en mi oficina, mi tarde fue poco o nada productiva. Tenía una maraña de pensamientos rondándome la cabeza.El desconcierto se apoderaba de mí mientras me preparaba para enfrentar las consecuencias de una elección impulsada por la presión y las amenazas que me rodeaban, y con eso en mente, me dirigí al restaurante acordado para encontrarme con Maya, consciente de que la conversación que se avecinaba cambiaría el curso de mi vida de una manera irreversible.El ambiente en el restaurante era distinto al de la última vez que estuvimos aquí. El glamour y la elegancia parecían desvanecerse ante la carga emocional que llevaba sobre mis hombros. Maya, sentada en la mesa que habíamos elegido previamente, me recibió con una sonrisa que no logró ocultar su ansiedad. Después de saludarnos, nos sentamos en
◢ Justin ◤Mientras caminaba de regreso a casa, el brillante del anillo de compromiso aún resonaba en mis pensamientos, al igual que el rostro de sorpresa de Fred Chatsworth, cuando le pedí que abriera las puertas de su joyería en un horario exclusivo para mí. La joya estaba envuelta cuidadosamente en su caja, esperando el momento adecuado para hacer su aparición en el dedo de Maya. Al cerrar la puerta de mi apartamento, mi mente retrocedió unos meses, recordando el día en que acompañé a Max a elegir el anillo para Chloe.La complicidad entre Max y yo siempre había sido sólida, y aquel día en la joyería había sido testigo de risas y bromas mientras buscábamos el anillo perfecto. Ahora, al estar del lado opuesto de la experiencia, el recuerdo adquiría un matiz diferente. La responsabilidad de elegir el anillo adecuado para Maya pesaba sobre mis hombros, y la ironía no pasó desapercibida.Decidí llamar a Max para llevar a cabo el siguiente paso de nuestro plan y, de paso, invitarlo a un
◢ Justin ◤La noche había sido cruel. Las sombras de la duda y la incertidumbre sobre el impacto de mis decisiones me habían mantenido despierto, dando vueltas en la cama en tanto mi mente se debatía entre el deber y los anhelos no resueltos. Las horas se arrastraron mientras repasaba la reacción de mi mejor amigo, las preguntas no formuladas por mi tío y las dudas que se multiplicaban en mi cabeza. La decisión de comprometerme con Maya, aunque motivada por circunstancias particulares, comenzaba a pesar como una carga emocional.A pesar del frío invernal que se vislumbraba por los ventanales de mi habitación, la mañana se presentó con la urgencia de enfrentar las emociones tumultuosas que atormentaban mi mente. Determinado a disipar la neblina de incertidumbre, descendí al gélido Central Park para realizar mi rutina de cardio. Cada paso resonaba en el silencio matutino, pero la tormenta interna persistía, llevando consigo las dudas sobre mi reciente compromiso y la complicada conexión
◢ Sunmi ◤Cuando finalmente, Justin, mencionó su compromiso con Maya, sentí que el suelo se desvanecía bajo mis pies. Podía sentir el debate mental en el que se encontraba, y a pesar de la paciencia con la que esperé sus palabras, percibí su reticencia. Era como si luchara por encontrar las palabras adecuadas, y mi preocupación aumentó con cada segundo de silencio incómodo, hasta que soltó la bomba.Mis labios respondieron con una felicitación diplomáticamente correcta, pero mi mente giraba en una vorágine de emociones. Sabía que tarde o temprano Justin se casaría, pero la noticia de que fuera tan pronto, me tomó por sorpresa. La realidad de verlo comprometerse con otra persona, hizo que mi corazón se encogiera de dolor.Intenté ocultar mi conmoción detrás de una sonrisa y palabras de apoyo, pero mi voz temblaba ligeramente. La complicidad no dicha entre nosotros se volvía más evidente, y la distancia emocional que había intentado mantener, con la idea de quitarlo de mi corazón, se co
◢ Sunmi ◤La Navidad transcurrió en un remanso cálido de familiaridad. La casa de mis tíos, Hayun y Yongsu, se llenó de risas, aromas familiares y el abrazo reconfortante de mis seres queridos. La mesa estaba decorada con exquisiteces tradicionales coreanas, y el bullicio alegre de conversaciones animadas llenaba la atmósfera. Recordamos a mis padres y nuestros años en Corea con nostalgia, compartiendo anécdotas de la infancia y riéndonos con la complicidad que solo la familia podía proporcionar.El árbol de Navidad destellaba con luces brillantes, y los regalos debajo de él prometían momentos de alegría. Mis tíos, conscientes de mi amor por el arte, me sorprendieron con un juego completo de materiales de pintura. La emoción que sentí al abrir ese regalo era palpable, y agradecí en silencio la bendición de tener una familia que entendía mi pasatiempo favorito. La paz y la calidez de la celebración se convirtieron en un bálsamo para mi corazón, acunándolo en la certeza de que, aunque e
◢ Sunmi ◤Los días transcurrían, marcando un conteo regresivo implacable hacia el evento que cambiaría la dinámica de mi vida de manera irrevocable. Con menos de una semana por delante, la urgencia de prepararme para ese encuentro se volvía ineludible.Cuando faltaban solo cinco días para la boda, y aprovechando el fin de semana, decidí abordar una tarea que, aunque parecía sencilla, estaba envuelta en capas de significado y emotividad: elegir un vestido. Opté por pedir ayuda a Madison, pues su sentido de la moda y su aguda percepción siempre habían sido un faro de orientación en momentos cruciales.Por supuesto, aceptó encantada de ayudarme; así que ahora nos dirigíamos a una boutique selecta, donde los vestidos de novia y de invitadas se exhibían como obras de arte. El suave tintineo de las campanillas al entrar resonó en el aire, y el aroma a flores frescas nos envolvió mientras explorábamos las opciones. Cada vestido contaba una historia, y mi elección sería parte de la narrativa