◢ Justin ◤Mientras abandonábamos el juzgado, la tensión se podía palpar en el aire. El encuentro con Dorian Bridges había añadido un elemento impredecible a este caso, y mi determinación de demostrar la inocencia de Grayson Smith se volvía aún más férrea.Eric y yo nos dirigimos de vuelta a la oficina, donde planificaríamos nuestra estrategia para enfrentar las artimañas de Bridges. Sabía que no sería fácil, pero estaba decidido a proteger los intereses de mi cliente y desentrañar la verdad detrás de las acusaciones.Al llegar al bufete, ingresamos directamente a mi oficina. Cerré la puerta y me senté detrás de mi escritorio, mientras Eric tomaba asiento frente a mí.—Este caso se está volviendo más complicado de lo que esperaba. Dorian Bridges no es alguien a quien subestimar, Justin —advirtió Eric, con expresión seria.Asentí, reconociendo la validez de su comentario. Sabía que Bridges haría todo lo posible por desacreditar a Grayson Smith, y yo debía estar un paso adelante.—Tenem
◢ Justin ◤ Ganar el juicio contra SysCom fue una victoria significativa, y ver la mirada de desprecio de Dorian Bridges en la sala del tribunal dejó claro que para él, la guerra estaba lejos de haber terminado. La derrota para él era como una patada directa en el estómago, y aunque intentaba disimularlo con su habitual arrogancia, sus ojos revelaban la frustración y la rabia. La sensación de victoria y ver cómo sus artimañas legales no fueron suficientes para doblegar la verdad y la justicia, hicieron que todo nuestro esfuerzo valiera la pena. Después de la victoria, los días transcurrieron con relativa normalidad en Turner Legal Group. Me sumergí en nuevos casos, dejando atrás la confrontación con Dorian, al menos por el momento. Mi enfoque debía seguir siendo el trabajo, pero algo en el ambiente había cambiado. Sunmi, mi eficiente asistente, empezó a llamar más mi atención. La vi más allá de su rol laboral, notando detalles que antes pasaban desapercibidos. Su presencia se volvía c
◢ Sunmi ◤El día siguiente al veredicto del caso SysCom que nos otorgó la victoria en Turner Legal Group, los pasillos resonaban con un aire de triunfo y palabras de admiración para Justin y el equipo. Pero en mi mente, el eco de recuerdos y emociones seguía retumbando.En retrospectiva, estos últimos días habían sido un torbellino. La intensidad del caso nos absorbió por completo, dejándonos poco espacio para algo más que no fuera ayudar a Justin y Eric con la estrategia legal, y los documentos meticulosamente revisados. Mi jefe, con su determinación y habilidad, había demostrado una vez más por qué era un abogado formidable. Y aunque nuestras horas extra en la oficina eran agotadoras, la victoria valió cada esfuerzo.Sin embargo, entre la maraña de papeles y argumentos legales, también estaba la complicada danza de las emociones no expresadas. Recordaba con vergüenza el día en que derramé el café sobre Justin. La torpeza de ese momento se volvía nítida en mi memoria, y el rubor inva
◢ Sunmi ◤La cena romántica con Joshua fue un remanso de calma en medio de las aguas turbulentas de mi corazón. Sin embargo, cuando volví al trabajo el siguiente lunes, noté un cambio en la atmósfera de la oficina. Justin, parecía más pensativo y callado de lo habitual. Su mirada profunda reflejaba una especie de ensimismamiento que no podía pasar por alto.Días después, al llegar fin de mes, recibí una inesperada invitación que agitó mi rutina. Maya, me extendió una cálida invitación para acompañarla a un desfile de modas en el MoMA (Museum of Modern Arts) de Nueva York. Como se lo había comentado aquella vez cuando fuimos a almorzar los tres, sabía lo mucho que me gustaba la pintura, y esa atención especial no pasó desapercibida. Aunque intrigada, acepté con entusiasmo.El día del evento, me arreglé meticulosamente. Elegiría un vestido que reflejara la elegancia del desfile y realzara la emoción que sentía por asistir. Me incliné por un vestido negro con corte sirena ceñido al cuerp
◢ Sunmi ◤La noche en el MoMA se había convertido en un caleidoscopio de sensaciones y emociones que me sumergían en un mar de reflexiones complejas. Las pinceladas del arte que compartimos ese día resonaban en mi mente como una melodía inquietante. Cada conversación, cada risa compartida, cada mirada intercambiada se entrelazaban en una danza de recuerdos que no podía ignorar. Mientras los días avanzaban, me encontraba enredada en la red de sentimientos que Justin había tejido con su presencia y cercanía, pero las respuestas parecían eludirme, esquivas y escurridizas.En algún tranquilo rincón de mi mente, una pregunta resonaba con fuerza: «¿podría algún día olvidarlo?». No era solo un deseo superficial, sino una súplica profunda que emanaba desde lo más íntimo de mi ser. Anhelaba liberarme de las cadenas invisibles que Justin había tejido alrededor de mi corazón, pero cada intento de desentrañarlas solo parecía apretarlas más.Cada tarea en el bufete, cada expediente que revisaba, s
◢ Justin ◤A medida que mi mente se sumergía en la complejidad de la propuesta de Maya, la pregunta persistente que me acosaba era más que una simple interrogante sobre una alianza estratégica. El matrimonio por conveniencia se presentaba ante mí como una encrucijada, una decisión que iba más allá de resolver las presiones profesionales y personales que enfrentaba.La idea de "vía de escape temporal" sugería la posibilidad de encontrar un respiro momentáneo, una pausa estratégica en medio de las tormentas que agitaban mi vida, pero también en una mentira. «¿Sería este matrimonio una mera estrategia para enfrentar las adversidades, un paréntesis en mi historia, o acaso sería un compromiso que trascendería el ámbito de lo temporal? ¿Qué pasa con mis valores y ese anhelo oculto de tener una familia feliz?».Por otro lado, la noción de un "compromiso que cambiaría irrevocablemente el rumbo de mi vida", planteaba una verdad más impactante. «¿Estaba dispuesto a aceptar las implicaciones a l
◢ Justin ◤El peso de la decisión resonaba en cada paso que daba, como si estuviera caminando sobre arenas movedizas, llenas de incertidumbre. Después del encuentro tenso con Alexander Mitchell en mi oficina, mi tarde fue poco o nada productiva. Tenía una maraña de pensamientos rondándome la cabeza.El desconcierto se apoderaba de mí mientras me preparaba para enfrentar las consecuencias de una elección impulsada por la presión y las amenazas que me rodeaban, y con eso en mente, me dirigí al restaurante acordado para encontrarme con Maya, consciente de que la conversación que se avecinaba cambiaría el curso de mi vida de una manera irreversible.El ambiente en el restaurante era distinto al de la última vez que estuvimos aquí. El glamour y la elegancia parecían desvanecerse ante la carga emocional que llevaba sobre mis hombros. Maya, sentada en la mesa que habíamos elegido previamente, me recibió con una sonrisa que no logró ocultar su ansiedad. Después de saludarnos, nos sentamos en
◢ Justin ◤Mientras caminaba de regreso a casa, el brillante del anillo de compromiso aún resonaba en mis pensamientos, al igual que el rostro de sorpresa de Fred Chatsworth, cuando le pedí que abriera las puertas de su joyería en un horario exclusivo para mí. La joya estaba envuelta cuidadosamente en su caja, esperando el momento adecuado para hacer su aparición en el dedo de Maya. Al cerrar la puerta de mi apartamento, mi mente retrocedió unos meses, recordando el día en que acompañé a Max a elegir el anillo para Chloe.La complicidad entre Max y yo siempre había sido sólida, y aquel día en la joyería había sido testigo de risas y bromas mientras buscábamos el anillo perfecto. Ahora, al estar del lado opuesto de la experiencia, el recuerdo adquiría un matiz diferente. La responsabilidad de elegir el anillo adecuado para Maya pesaba sobre mis hombros, y la ironía no pasó desapercibida.Decidí llamar a Max para llevar a cabo el siguiente paso de nuestro plan y, de paso, invitarlo a un