◢ Sunmi ◤La alarma del despertador resonó en la habitación, rompiendo el silencio matutino y anunciando el inicio de otro día de trabajo. Abrí los ojos lentamente, luchando contra la somnolencia persistente que se aferraba a mi mente. A medida que mis neuronas comenzaban a funcionar, mi primer pensamiento fue dedicado a Justin. Recordé cada palabra compartida, la manera en que nuestras miradas se encontraron tras el incidente en el ascensor, y cómo la barrera entre jefe y asistente se ha ido desvaneciendo como la niebla al sol.En este último tiempo, Justin había sido más que un simple superior; se había convertido en alguien con quien compartía algo más profundo que informes legales y documentos. Habíamos trascendido la típica relación laboral, y eso había cambiado el juego. Reflexioné sobre la nueva conexión que se había formado entre los dos. Un lazo que, aunque había nacido en un momento de vulnerabilidad compartida, se veía eclipsado por la sombra de una relación amorosa entre é
◢ Sunmi ◤Un par de días transcurrieron desde aquel punto de inflexión en la relación con Justin. Mi rutina en la oficina continuaba, y debo confesar que creí que nuestra relación volvería a ser netamente profesional, pero los cambios que pensaba en la dinámica entre nosotros no se manifestaron. La conexión que se había forjado, aunque palpable, no alteraba la realidad de mi amor no correspondido. Seguía siendo su asistente, su confidente inadvertido, y cada sonrisa compartida solo profundizaba la brecha entre lo que anhelaba y lo que podía tener.Mi escritorio era un campo de batalla silencioso, donde luchaba contra la dualidad de mis emociones. A medida que revisaba documentos y respondía correos electrónicos, mi mente divagaba hacia los momentos compartidos en la oficina. Cada intercambio de palabras y gestos de complicidad eran recuerdos que atesoraba, aunque fueran como espinas que se clavaban con cada suspiro no expresado.Estaba concentrada en mis deberes, hasta que una llamad
◢ Sunmi ◤La tarde se deslizaba lentamente mientras regresaba al trabajo después del almuerzo con Maya. A pesar de la extrañeza inicial de la invitación que me hizo, el encuentro resultó ser más placentero de lo que anticipaba. Ella, con su encanto y sofisticación, se mostró genuinamente interesada en conocerme, y su energía positiva era contagiosa.Al cruzar la puerta del elevador y caminar a mi puesto de trabajo, me enfrenté nuevamente a la realidad. Mi escritorio estaba tal como lo dejé, pero algo en el ambiente había cambiado. La nueva conexión con Justin, que sumaba chispas a en mi rutina laboral, ahora estaba teñida de una nueva complejidad. Nuestras miradas se encontraron por breves segundos en un gesto amistoso, los que se volvían un recordatorio agudo de la dualidad de mis sentimientos.Mi mente, a menudo inquieta, se sumió en reflexiones mientras revisaba informes y documentos. Maya, la mujer perfecta para Justin, y su actual novia, era una presencia constante en mi concien
◢ Justin ◤Sunmi se había ido minutos atrás avisándome que tomaría su hora de almuerzo, insistiendo en que si la necesitaba para algo, la llamara sin importar el qué. Dejé escapar un suspiro, con los ojos fijos en la nada. Estaba inmerso en mis pensamientos sobre la dirección que estaba tomando mi vida, cuando mi celular vibró, anunciando una llamada. Sonreí al ver que era de Max, y me extrañó no recibir una llamada suya unos días atrás.—Todavía estoy esperando que mi mejor amigo se digne en contarme “algunas cosas” —dijo, haciendo énfasis en las dos últimas palabras—. Pero en vista que no es capaz de llamarme, tengo que rebajarme y hacerlo yo —bufó indignado.—¿Se te pasaron los cinco minutos? —pregunté, haciendo alusión al berrinche que me estaba montando por no llamarlo antes—. ¿Cómo estás, Max? ¿Cómo va todo con Chloe y el bebé?—Ni preguntes, nos hemos amanecido con las náuseas… Chloe no lo está pasando nada bien —comentó y pude sentir la preocupación en su voz.—Lo siento mucho
◢ Justin ◤El restaurante que habíamos elegido para almorzar era un lugar acogedor, lleno de aromas tentadores que despertaban el apetito. Nos sentamos en una mesa redonda, y mientras revisábamos el menú, noté la tensión ligeramente palpable en Sunmi. Era comprensible; no todos los días se compartía un almuerzo con el jefe y su novia.Maya, siempre efervescente, rompía el hielo con su energía contagiosa.—Estoy emocionada por este almuerzo, chicos. Es la primera vez que salgo con mi novio y mi nueva amiga. —Su sonrisa irradiaba entusiasmo, contagiándonos a todos.Sunmi respondió con una tímida sonrisa, relajándose gradualmente ante la amistosa actitud de Maya.—Les agradezco la invitación. —Sunmi asintió con suavidad, y decidí intervenir para aliviar cualquier incomodidad.—Bien, ¿qué les parece si pedimos algo para compartir? Así probamos un poco de todo —propuse, tratando de aliviar cualquier tensión.La conversación fluyó de manera natural mientras esperábamos la comida. Maya, con s
◢ Sunmi ◤Cuando sentí unos tacones resonar en el pasillo, alcé la vista y me encontré con la gracia sofisticada y elegante de Maya Stirling. Se dirigía hacia mí con una amplia sonrisa. Su impactante belleza atemporal y la seguridad en sí misma al caminar, capturaba la atención de todos a su alrededor. Una maraña de emociones me embargó, desde los celos al saber que venía a ver a Justin, hasta la simpatía por los momentos que habíamos compartido hace unos días atrás.—¡Sunmi, querida! —me saludó con entusiasmo—. Qué alegría verte, ¿cómo estás? ¿Justin te tiene colapsada con trabajo? —bromeó.—Qué gusto volver a verte, Maya. He estado pensando en ti en estos días… —Su mirada suspicaz, me hizo continuar—. Estuve pensando en lo que hablamos y…—¿¡No me digas que vas a aceptar!? —me interrumpió con notorio entusiasmo. Sonreí y asentí en su dirección—. ¡Qué maravilla! Verás que seguirás siendo tú, pero una versión mejorada, sacándote todo el potencial que tienes —dijo soñadora—. Eres tan li
◢ Sunmi ◤El domingo llegó, y con él, la visita de Madison. Ansiosa por compartir los detalles de mi transformación, la recibí con una mezcla de emoción y nerviosismo. Nos encontrábamos en mi sala de estar, rodeadas de bolsas de compras y montones de ropa. Después de haber pasado la tarde anterior explorando tiendas con Maya, había vuelto a casa con una nueva perspectiva y, según mi amiga, una energía renovada.Mientras revisábamos las prendas y compartía anécdotas divertidas sobre la experiencia de compras, Maddy no dejaba de elogiar cada elección con entusiasmo genuino.—Mimí, estás radiante. En serio, parece que algo en ti ha cambiado, y me encanta —comentó, observando cada detalle con ojos curiosos.Sonreí, agradeciendo su observación. La transformación de mi imagen no solo era visible en la ropa que llevaba, sino también en la forma en que llevaba mi postura y la expresión en mi rostro. Era como si hubiera arrojado capas de timidez y dudas, dejando al descubierto una confianza qu
◢ Justin ◤ La mañana había llegado más temprano de lo habitual para mí. Aunque solía ser conocido por mi habilidad para dormir poco, esta vez, un impulso inexplicable me había sacado de la cama antes de lo previsto. La ciudad aún estaba envuelta en las sombras de la madrugada cuando me dirigí a Turner Legal Group, listo para adelantar algunas tareas pendientes. Al llegar a mi oficina, me sumergí en la revisión de documentos y en la planificación de estrategias legales para el juicio que tendría en unas horas. La sensación de productividad me envolvía, y la mañana avanzaba rápidamente. Decidí tomarme un breve descanso y bajar a la cafetería de la esquina, disfrutar de un café y así mantenerme alerta y enfocado. Caminé pensativo por los pasillos hacia los elevadores, mi mente repasaba la lista de tareas pendientes y las estrategias para enfrentar el caso de esta mañana. Apreté el botón de llamada y las puertas del ascensor se abrieron, mi concentración fue interrumpida abruptamente. E