Me encuentro en mi habitación, viendo el blanco techo pensando que mañana será mi boda, cualquiera estaría con los nervios a flote y apunto de vomitar, pero en mi caso, ese día especial que todos deberían disfrutar, especialmente yo, no podré hacerlo, todo será tan triste y horrendo para mí, si mi hermano estuviera aquí, esto sería más fácil de soportar, aunque si el estuviera aquí probablemente nada de esto hubiese sucedido.
Me levanto poco a poco de mi cama, tomo un baño y me visto debo ir a casa de mis desgraciados padres porque ellos tienen todo en realidad ni siquiera sé dónde será la dichosa boda, mi boda y debo hacerme algunas pruebas para el vestido
Solo me repito que debo esperar 3 años para que todo esto termine.
Una vez lista me visto y salgo con lo único que siempre llevo celular y llaves, manejé hasta la casa donde comenzó todo y donde me llevarán a cumplir mi condena como carcelera.
Una vez en esa casa, estacionó, bajo y camino hacia la puerta, tocó el timbre y Sami abre, tiene una pequeña sonrisa
— Buenos día hermana — Bueno al menos algo bueno salió de esto Samantha me habla y veo que se está portando mucho mejor con mi.
— Buenos días ¿Como estás? ¿Y los chicos?— Pregunto
— Están jugando con papá — Me dice. Ambas entramos a la casa.
Debo hacer que papá no se sienta más arrinconado y nada de esto vuelva a suceder.
—Buenos días— Les saludo a mi madre y a Henry que viene llegando con una enorme sonrisa.
Hoy sus deudas quedan saldadas.
—Buenos días hija ¿cómo amaneciste?— Papá me observa fijamente, tratando de averiguar algo ¿Que tan miserable soy el día de hoy?
—Mejor que el día anterior creo — Miró a Henry — Me gustaría hablar contigo a solas — El asiente y ambos caminamos al despacho.
— Te escucho —dice al sentarse — Solo espero que no me salgas con que no te vas a casar
A estas alturas decir eso sería idiota.
— Quiero que me des un cargo alto en la empresa, quiero manejar las cuentas — Su cara de sorpresa es inigualable
— ¿Te has vuelto loca?—Su reacción me parece exagerada —Eso no sucederá eres una mujer
Ja
Maldito machista de m****a
— ¡¡Está mujer va a salvarte el trasero así que más te vale que des un buen puesto o de verdad no me casare y te denunciaré¡¡— Grité, estaba claro que no esperaba que todo eso saliera de mi vida y sinceramente yo tampoco — ¡¡No volverás a estar a cargo y volver a hundir la empresa que me esta costando a mi!!— Afinque las manos fuertemente en la mesa haciendo que sonarán — ¡¡Yo tendré el cargo y no se va a discutir!!
— ¡¡Tu no eres tú hermano!!— Grito
— Definitivamente no lo soy— Sonreí de lado.— Pero soy quien te está ayudando ahora así que no tienes alternativa Henry
Salí de aquel despacho sin dejarle ninguna alternativa a mi padre, me rehuso a que dale la empresa de nuevo y que luego quiera vender a mis hermanos como hace conmigo.
Desayuné con mi madre en un total silencio, mis hermanos se incorporaron de igual manera en silencio sintiendo la tensión que había en ese momento.
— Tengo tu vestido, es hermoso— Al fin hablo mamá con una sonrisa que me daban ganas de matarme como si ya de verdad me estuviera pasando con el amor de mi vida ¡¡Que idiotas!! — ¿Quieres ir a verlo?
— No pero no tengo opción así que vamos — Ella asintió
Dejo a una de las empleadas vigilando que mis hermanos no fueran hacer un desastre y ambas nos levantamos, caminamos a la habitación que un día fue mi habitación y que seguía exactamente como la deje.
Tantos recuerdos. Mi hermano sonriendo y molestándome contándome que era gay y que tenía miedo de decirle a nuestro padre porque sabía que él esperaba más de el, Henry siempre espero más de Lucas que de cualquier otro.
Su primogénito, su varón. Lastima que mi hermano murió y quedé solo yo.
En mi casa estaba un señora que supongo era la modista mamá me susurró un "finge" ¿ahora debo fingir felicidad como ella lo hace?
La señora muy amable me mostró el vestido que no estaba nada feo. No tarde en probarme lo y ella en tomar mis medidas exactas.
— Hija hoy te verás con tu prometido, tienen una cena especial — M*****a sea "cena especial" seguro nos presentarán, no creo que quieran que nos conozcamos en el momento eso sería muy incómodo.
Nunca fue mi sueño casarme pero esto si es m****a.
— Aquí le tengo el vestido indicado para eso — La señora me mostró un vestido azul suelto — Deje espectatibas para su noche de bodas
M****a, no había pensado en eso
¿Habrá luna de miel?
Al menos si la habrá no ser auna normal porque definitivamente no me acostarme con el, por muy guapo que sea me parece bastante patán.
Pase todo el día con mi madre quién me dijo quienes eran los invitados y a quienes debía de acercarme, me sorprendió ver qué me decís cuáles eran los socios de papá
¿Ella sabía del desfalco?
Porque estaba segura que toda la casa había oído que le había exigido un puesto el la empresa.
En fin, al final del día tome un baño y me arregle en casa de mis padres para ir a la dichosa cena. Me despedí de mis hermanitos y salí de ahí.
Manejé hasta el restaurante que mamá me había indicado uno bastante costoso ¿Quién pagará la cuenta? Puedo hacerlo pero sí que me dolería, normalmente no me doy ese tipo de lujos. Estacionó y bajo, no podía negar que me veía hermosa por alguna razón una parte de mi me recriminaba porque ponerle empeño en verme hermosa
¿Quería verme hermosa para el?
No, no, no definitivamente no quería verme hermosa para
M****a ¿En serio me llama la atención un patán que solo he visto una vez?
Joder estoy bien loca.
Entre al restaurante y me atiendo un hombre alto y algo viejo, doy el nombre de el y me dirige hasta la mesa más lejana a las demás, por lo que veo mí “prometido” aún no ha llegado, me parece una falta de respeto ¿Acaso no es puntual? Es un empresario, tomo asiento y un camarero se me acerca, se ve demasiado joven, pero ese no es mi asunto.
— ¿Desea ordenar algo de tomar?— Pregunta con nerviosismo, sonrió de lado es lo que suelo causar sobre todo el los jóvenes que son más expresivos.
— Por el momento no, gracias, espero a alguien y no se que le gustaría tomar a él— Le respondo amablemente y con una sonrisa
— Está bien, permiso señorita
Pronto señora de un patán atractivo.
Cuando el muchacho se retira suena mi celular avisando de un nuevo mensaje, es de Jackson.
¿Como te va en la cena?✓✓
¿Como es que el sabe? Siento que el va a meterme en muchos problemas
¿Como lo sabes?✓✓
Si soy directa
No te cases por favor, el ni siquiera te ama✓✓
Joder Jackson no me hagas esto
Ni yo a él, sabes que no lo hago por amor✓✓
El no ira✓✓
¿Por qué?✓✓
No tuve más respuestas de el ¿Que tramas Jackson?
— Disculpe la molestia, ¿ya desea ordenar?— Pregunta otra vez, me siento sumamente apenada
— Aún no, ya no tarda la persona que espero
— Está bien, permiso
El muchacho se vuelve a retirar pero a estas alturas yo mismo dudo si vendrá, no hay señas de él por ningún lado y sinceramente ya me estoy cansando de esperar, pensé que podríamos sobrellevar la situación y no fastidiarnos uno a otro, pero el no piensa lo mismo que yo obviamente, cuando veo mi reloj me resigno, él no vendrá ya pasó una hora y él ni sus luces. Levanto una mano para llamar al camarero que me atendió.
— Disculpa, me puedes traer un Whiskey
— Enseguida señor
El camarero me trae lo que le pedí, lo bebí con grandes sorbos, mi garganta arde, pero la ocasión lo amerita, estoy más estresada que nunca, como algo porque definitivamente si tengo hambre, una vez que termine pago el trago y salgo del restaurante, me monto en mi auto y manejo molesta a mi casa. Inevitablemente me siento molesta, no fue nada lindo esperar una hora a ese tipo.
Siento que mi vida de ahora en adelante no va hacer para nada sencilla, algo me dice que el va hacer mi vida miserable como seguramente es la de el. Decidí tomar. Una vez que llegue a casa marco al número de su casa ¿Como lo obtuve? Mamá me lo dio esta mañana ¿Por qué? Eos sí no lo sé, espero en la línea a que alguien responda y al tercer sonido alguien contesta.
— Casa de la familia Jeon— Una voz femenina y algo torpe responde.
— Hola buenas noches, ¿se encuentra Ranzes?
— ¿De parte de quién?
— Hannah Maikel
— El no se encuentra en estos momentos, ¿quiere dejar algún recado?
—Dígale que con solo cancelar la cena era más que suficiente, no había necesidad de dejarme esperando que fue algo sumamente irrespetuoso y espero que no vuelva a suceder
Ni siquiera dejé que me respondiera, corté inmediatamente la llamada.
Me desvistió y camino a la ducha para olvidarme del mal rato y de la pena que pase con todos, por alguna razón sentía que todos me observaban, nunca había pasado tal vergüenza en mi vida y lo peor es que algo me dice que está no será la primera
—¿Listo hijo?, ya es hora— La emoción en las palabras de mi mamá me hicieron sentir más molesto que hace unos momentos. —¡No! — Por más que traté no levantar la voz, no pude, me siento como un maldito crío de 15 — No me siento listo — La baje —Vamos hijo esto no puede ser tan malo— Me dio una sonrisa— Ella es un chica muy lindo ay según supe también es muy trabajadora como tú Si, y donde firmó que me creí tantas mierdas—¿Cómo que no puede ser tan malo?, mamá...— Un nudo en la garganta apareció, haciendo más difícil el seguir hablando. —Me estoy casando por un contrato, no por amor, yo esperaba casarme con alguien que me gustará al menos no con alguien que he visto un sola vez en toda mi vida, que no se absolutamente nada de ella apenas su primer nombre— ¿Por qué estás siento tan melodramático?— Pregunto y si tal vez lo estaba siendo — Solo debes aguantar tres años y ya luego vas a divorciarte, no es que no te quiera apoyar pero todos debemos hacer sacrificios y si quieres la empr
Después de horas al fin está terminando la fiesta, algunos invitados ya se han ido y el resto espera a que Hannah y yo nos fuéramos, se supone que yo tendría que ir de "luna de miel" con mi esposo, pero no viajaremos a ningún lado, nos iremos a la casa de mis abuelos, la casa está un poco retirada así que nadie notara que no salimos de viaje, lo malo es que no podré salir una semana de esa casa y peor aún, tendré que estar en el mismo lugar que ella tentandome porque si había llegado a la conclusión de que ella era era una tentación para mí, era hermosa pero no podía dejarme llevar por eso.Salimos de la fiesta en una limusina, ni ella ni yo hablamos en todo lo que va de camino, se veía aún más pensativa que antes y por alguna razón tenía la mejilla roja, decidí pasar por alto aquellos y lo ver el paisaje, me doy cuenta de que ya nos acercamos a la casa de mis abuelos, después de unos minutos llegamos llegamos, no podía decir mentiras era enorme y muy bonita, mis padres la mantenían
Y es sigo pasando vergüenzas después de aquel teatro que Ranzes había armado supe que así sería mi vida.No estaba dispuesta hacer de mi vida aún infierno solo por darle el gusto pero tampoco estaba dispuesta a dejar que el me tratara como si yo no fuese absolutamente nada porque si era y no era la persona que el pensaba que era.¡¡Yo tampoco había elegido esto!!No dije ni una sola palabra más luego de decir lo necesario, de verdad no quería pelear con el ni mucho menos hoy. Mientras subía las escaleras junto con la nana de Ranzes, pude sentir su mirada sobre nosotros, caminamos por un largo pasillo hasta una de las recámaras mas lejanas, entramos y me sorprendió un poco, mi habitación no está nada mal, me gusta, además mientras más lejos esté de él mejor, puse mi equipaje sobre la cama y comencé a sacar mi ropa para ordenarla en el closet.— ¿Quieres que te ayude a desempacar?— Dice nana acercándose a miQue linda es, ojalá existieran más personas como ella, hermosas de corazón.— N
Una jodida semana, una m*****a semana encerrado en esta casa, juro que casi me mato de la desesperación pero al fin mañana termina mi encierro.Todo este tiempo no la vi, la verdad fue perfecto no ver su cara, las pocas veces que lo vi estaba hablando con el nieto de mi nana, por algunas razón me molestó pero, obvio me hice el que no importó, yo pasé todo el tiempo en el despacho tratando de hablar con Tania que cada vez parecía más distante pero no falta su mensaje cada día.Justo ahora observo la página en blanco del correo, buscando en mi cabeza las palabras que le escribiré a Tania, siento que debo terminar con esto de una vez pero es que no puedo, alguien golpea levemente la puerta y escucho la voz de mi nana.— Hijo ¿puedo pasar?—Claro nana, adelante— Abre la puerta sigilosamente y cuando asoma su cabeza me regala una linda mirada.—Hijo, tu papá está esperándote en la sala— M****a.—De a-acuerdo nana, enseguida voy— Cerré la computadora y dejé ir un suspiro.¿Que hace aquí?—Pe
Una semana encerrado, esto es increíble, no he salido ni a tomar un poco de aire, tampoco he visto a Sofía ella aunque que me hacía falta, ni mucho menos a mis hermanos y ni que se diga regresar al trabajo ¿Que sucederá cuando esta falsa luna de miel culmine? ¿Será todo más infernal que ahora? Me sorprende no haber quedado loca por estar aquí 24/7, literal estaba a nada de comenzar con alucinaciones pero no todo es malo, al menos con nana y Soobin pudo platicar y hacer que el tiempo se fuera volando, lo que más me sorprendió es saber que Soobin no es menor de edad, en realidad tiene 21 y sólo viene en sus tiempos libres para ayudar a su abuela, a decir verdad eso me parece muy interesante, podría decir que durante estos días nos volvimos cercanos. Justo ahora nos encontramos los tres tomando un café, pero el timbre nos interrumpe, nana se levanta apresurada para ver de quien se trata, mientras yo me quedo con Soobin en la cocina, lo veo un poco nervioso y me siento curioso. —¿Te
Me encerré voluntariamente por dos días en mi habitación ni siquiera salí a desayunar, comer o cenar, no con la vergüenza que siento después de la estupidez que hice, no tengo cara para ver a mi nana o verla a ella, la verdad beber se me da fatal pero se que eso no es excusa.Hoy tendré que salir de mi habitación, es el cumpleaños de mi mamá y tanto ella como mi papá me han estado insistiendo que lleve a Hannah conmigo realmente no sé si quiera acompañarme después de lo que sucedió aquella noche y no podría culparla ¡Estuve apunto de golpearla! Que imbécil soy ¿Por qué no me puedo controlar? Me levanto de mi cama y me doy una ducha rápida, al salir elijo algo de ropa que me quede bien y bajo las escaleras sin saber exactamente qué hacer, cuando llego a la sala me encuentro a mi nana. —Buenos días Ranzes— Me saluda con indiferencia, no la había visto desde aquella noche, ella mandaba a su sobrino a llevarme la comida— Buenos días nana ¿Como ameneces? — Pregunté sintiéndome chiquito y
Dos, dos largos días y esa imagen en mi cabeza no se borra y tampoco creo lograrlo, su mirada llena de odio sigue atormentándome, yo simplemente no me lo explico. Estos dos días él no ha salido de su habitación, nana me lo dijo, además no lo he visto. He hablado con Sofía y Sam les he dicho que estoy bien, que el no e tan imbécil sus que me creen, desde lo que pasó con mi hermano nos hemos vuelto más cercanos (cosa que agradezco) y sé que querría defenderme, admiro a mi amiga porque a tratado de hacer lo que mi hermano le pidió seguir con su vida. Mientras miro por la ventana escucho que tocan la puerta. —Adelante.— mi niña, pensé que seguías durmiendo— Dice nana sonriente entrando a mi habitación.— Pues ya ves que no, ¿qué pasa nana?— Sé que quizá dirás qué no, pero... Ranzes me pidió que te digiera que te ducharas y alistaras para la fiesta de su mamá.— No pensaba ir pero el papá de el amargado tres mil se tomó la molestia de venir hasta aquí, así que no pienso hacerles una g
Después de la fiesta de mi mamá y de bailar con Hannah todo fue incómodo, salimos del lugar y enseguida nos fuimos a casa, todo el tiempo en silencio. Ella no me miraba, había algo extraño en ella pero no lo culpo yo también me sentí incómodo y extraño. Por el momento no le tomaré importancia.Para mí suerte yya pasó una semana y ahora debo irme a trabajar, antes de que se haga más tarde busco mis cosas y salgo de mi habitación, bajo las escaleras y veo a hannah a punto de salir de la casa. —¿A donde vas?— La detengo antes de que ponga un pie afuera. —Voy a ver a un amiga— Responde con seguridad aún sujetando la puerta. — Y voy a ordenas mis cosas para comenzar a trabajar esta semana ¿Acaso esta loca?— No, no harás eso, se supone que eres mi esposa no necesitas trabajar— Le digo seriamente ella comienza a reír como si todo le diera gracias.— Como siempre dices puras idioteces pero eso no está a debate, yo iré a trabajar y punto —¡Claro que si lo está, soy tu esposo! Y te digo qu