Después de horas al fin está terminando la fiesta, algunos invitados ya se han ido y el resto espera a que Hannah y yo nos fuéramos, se supone que yo tendría que ir de "luna de miel" con mi esposo, pero no viajaremos a ningún lado, nos iremos a la casa de mis abuelos, la casa está un poco retirada así que nadie notara que no salimos de viaje, lo malo es que no podré salir una semana de esa casa y peor aún, tendré que estar en el mismo lugar que ella tentandome porque si había llegado a la conclusión de que ella era era una tentación para mí, era hermosa pero no podía dejarme llevar por eso.Salimos de la fiesta en una limusina, ni ella ni yo hablamos en todo lo que va de camino, se veía aún más pensativa que antes y por alguna razón tenía la mejilla roja, decidí pasar por alto aquellos y lo ver el paisaje, me doy cuenta de que ya nos acercamos a la casa de mis abuelos, después de unos minutos llegamos llegamos, no podía decir mentiras era enorme y muy bonita, mis padres la mantenían
Y es sigo pasando vergüenzas después de aquel teatro que Ranzes había armado supe que así sería mi vida.No estaba dispuesta hacer de mi vida aún infierno solo por darle el gusto pero tampoco estaba dispuesta a dejar que el me tratara como si yo no fuese absolutamente nada porque si era y no era la persona que el pensaba que era.¡¡Yo tampoco había elegido esto!!No dije ni una sola palabra más luego de decir lo necesario, de verdad no quería pelear con el ni mucho menos hoy. Mientras subía las escaleras junto con la nana de Ranzes, pude sentir su mirada sobre nosotros, caminamos por un largo pasillo hasta una de las recámaras mas lejanas, entramos y me sorprendió un poco, mi habitación no está nada mal, me gusta, además mientras más lejos esté de él mejor, puse mi equipaje sobre la cama y comencé a sacar mi ropa para ordenarla en el closet.— ¿Quieres que te ayude a desempacar?— Dice nana acercándose a miQue linda es, ojalá existieran más personas como ella, hermosas de corazón.— N
Una jodida semana, una m*****a semana encerrado en esta casa, juro que casi me mato de la desesperación pero al fin mañana termina mi encierro.Todo este tiempo no la vi, la verdad fue perfecto no ver su cara, las pocas veces que lo vi estaba hablando con el nieto de mi nana, por algunas razón me molestó pero, obvio me hice el que no importó, yo pasé todo el tiempo en el despacho tratando de hablar con Tania que cada vez parecía más distante pero no falta su mensaje cada día.Justo ahora observo la página en blanco del correo, buscando en mi cabeza las palabras que le escribiré a Tania, siento que debo terminar con esto de una vez pero es que no puedo, alguien golpea levemente la puerta y escucho la voz de mi nana.— Hijo ¿puedo pasar?—Claro nana, adelante— Abre la puerta sigilosamente y cuando asoma su cabeza me regala una linda mirada.—Hijo, tu papá está esperándote en la sala— M****a.—De a-acuerdo nana, enseguida voy— Cerré la computadora y dejé ir un suspiro.¿Que hace aquí?—Pe
Una semana encerrado, esto es increíble, no he salido ni a tomar un poco de aire, tampoco he visto a Sofía ella aunque que me hacía falta, ni mucho menos a mis hermanos y ni que se diga regresar al trabajo ¿Que sucederá cuando esta falsa luna de miel culmine? ¿Será todo más infernal que ahora? Me sorprende no haber quedado loca por estar aquí 24/7, literal estaba a nada de comenzar con alucinaciones pero no todo es malo, al menos con nana y Soobin pudo platicar y hacer que el tiempo se fuera volando, lo que más me sorprendió es saber que Soobin no es menor de edad, en realidad tiene 21 y sólo viene en sus tiempos libres para ayudar a su abuela, a decir verdad eso me parece muy interesante, podría decir que durante estos días nos volvimos cercanos. Justo ahora nos encontramos los tres tomando un café, pero el timbre nos interrumpe, nana se levanta apresurada para ver de quien se trata, mientras yo me quedo con Soobin en la cocina, lo veo un poco nervioso y me siento curioso. —¿Te
Me encerré voluntariamente por dos días en mi habitación ni siquiera salí a desayunar, comer o cenar, no con la vergüenza que siento después de la estupidez que hice, no tengo cara para ver a mi nana o verla a ella, la verdad beber se me da fatal pero se que eso no es excusa.Hoy tendré que salir de mi habitación, es el cumpleaños de mi mamá y tanto ella como mi papá me han estado insistiendo que lleve a Hannah conmigo realmente no sé si quiera acompañarme después de lo que sucedió aquella noche y no podría culparla ¡Estuve apunto de golpearla! Que imbécil soy ¿Por qué no me puedo controlar? Me levanto de mi cama y me doy una ducha rápida, al salir elijo algo de ropa que me quede bien y bajo las escaleras sin saber exactamente qué hacer, cuando llego a la sala me encuentro a mi nana. —Buenos días Ranzes— Me saluda con indiferencia, no la había visto desde aquella noche, ella mandaba a su sobrino a llevarme la comida— Buenos días nana ¿Como ameneces? — Pregunté sintiéndome chiquito y
Dos, dos largos días y esa imagen en mi cabeza no se borra y tampoco creo lograrlo, su mirada llena de odio sigue atormentándome, yo simplemente no me lo explico. Estos dos días él no ha salido de su habitación, nana me lo dijo, además no lo he visto. He hablado con Sofía y Sam les he dicho que estoy bien, que el no e tan imbécil sus que me creen, desde lo que pasó con mi hermano nos hemos vuelto más cercanos (cosa que agradezco) y sé que querría defenderme, admiro a mi amiga porque a tratado de hacer lo que mi hermano le pidió seguir con su vida. Mientras miro por la ventana escucho que tocan la puerta. —Adelante.— mi niña, pensé que seguías durmiendo— Dice nana sonriente entrando a mi habitación.— Pues ya ves que no, ¿qué pasa nana?— Sé que quizá dirás qué no, pero... Ranzes me pidió que te digiera que te ducharas y alistaras para la fiesta de su mamá.— No pensaba ir pero el papá de el amargado tres mil se tomó la molestia de venir hasta aquí, así que no pienso hacerles una g
Después de la fiesta de mi mamá y de bailar con Hannah todo fue incómodo, salimos del lugar y enseguida nos fuimos a casa, todo el tiempo en silencio. Ella no me miraba, había algo extraño en ella pero no lo culpo yo también me sentí incómodo y extraño. Por el momento no le tomaré importancia.Para mí suerte yya pasó una semana y ahora debo irme a trabajar, antes de que se haga más tarde busco mis cosas y salgo de mi habitación, bajo las escaleras y veo a hannah a punto de salir de la casa. —¿A donde vas?— La detengo antes de que ponga un pie afuera. —Voy a ver a un amiga— Responde con seguridad aún sujetando la puerta. — Y voy a ordenas mis cosas para comenzar a trabajar esta semana ¿Acaso esta loca?— No, no harás eso, se supone que eres mi esposa no necesitas trabajar— Le digo seriamente ella comienza a reír como si todo le diera gracias.— Como siempre dices puras idioteces pero eso no está a debate, yo iré a trabajar y punto —¡Claro que si lo está, soy tu esposo! Y te digo qu
Diría que dormí muy bien pero estaría mintiendo, después de lo que sucedió ayer en la fiesta de mi “suegra” no pude dormir muy bien, sé que esta mal porque yo no puedo sentir nada por él, nada, absolutamente nada. Me miro en el espejo terminando de arreglarme, quedé en desayunar con Sofía y no quiero llegar tarde. Así que echo un último vistazo a mi reflejo y me digo algo como “Deja de hacerte ideas tontas, ni el ni yo podremos estar en paz, jamás”. Suspiro pesadamente, estos días están siendo difíciles, tomo mis cosas y salgo de mi habitación, bajo por las escaleras en silencio y mirando a todos lados, gracias a Dios no me encuentro con Ranzes, atravieso la sala y finalmente llego a la puerta. — A donde vas Hannah? — Voy a ver a un amiga— Respondo con seguridad aún sujetando la puerta. — Y voy a ordenas mis cosas para comenzar a trabajar esta semana — No, no harás eso, se supone que eres mi esposa no necesitas trabajar— me dice tan serio que por un segundo le creo pero se que me