Una jodida semana, una m*****a semana encerrado en esta casa, juro que casi me mato de la desesperación pero al fin mañana termina mi encierro.Todo este tiempo no la vi, la verdad fue perfecto no ver su cara, las pocas veces que lo vi estaba hablando con el nieto de mi nana, por algunas razón me molestó pero, obvio me hice el que no importó, yo pasé todo el tiempo en el despacho tratando de hablar con Tania que cada vez parecía más distante pero no falta su mensaje cada día.Justo ahora observo la página en blanco del correo, buscando en mi cabeza las palabras que le escribiré a Tania, siento que debo terminar con esto de una vez pero es que no puedo, alguien golpea levemente la puerta y escucho la voz de mi nana.— Hijo ¿puedo pasar?—Claro nana, adelante— Abre la puerta sigilosamente y cuando asoma su cabeza me regala una linda mirada.—Hijo, tu papá está esperándote en la sala— M****a.—De a-acuerdo nana, enseguida voy— Cerré la computadora y dejé ir un suspiro.¿Que hace aquí?—Pe
Una semana encerrado, esto es increíble, no he salido ni a tomar un poco de aire, tampoco he visto a Sofía ella aunque que me hacía falta, ni mucho menos a mis hermanos y ni que se diga regresar al trabajo ¿Que sucederá cuando esta falsa luna de miel culmine? ¿Será todo más infernal que ahora? Me sorprende no haber quedado loca por estar aquí 24/7, literal estaba a nada de comenzar con alucinaciones pero no todo es malo, al menos con nana y Soobin pudo platicar y hacer que el tiempo se fuera volando, lo que más me sorprendió es saber que Soobin no es menor de edad, en realidad tiene 21 y sólo viene en sus tiempos libres para ayudar a su abuela, a decir verdad eso me parece muy interesante, podría decir que durante estos días nos volvimos cercanos. Justo ahora nos encontramos los tres tomando un café, pero el timbre nos interrumpe, nana se levanta apresurada para ver de quien se trata, mientras yo me quedo con Soobin en la cocina, lo veo un poco nervioso y me siento curioso. —¿Te
Me encerré voluntariamente por dos días en mi habitación ni siquiera salí a desayunar, comer o cenar, no con la vergüenza que siento después de la estupidez que hice, no tengo cara para ver a mi nana o verla a ella, la verdad beber se me da fatal pero se que eso no es excusa.Hoy tendré que salir de mi habitación, es el cumpleaños de mi mamá y tanto ella como mi papá me han estado insistiendo que lleve a Hannah conmigo realmente no sé si quiera acompañarme después de lo que sucedió aquella noche y no podría culparla ¡Estuve apunto de golpearla! Que imbécil soy ¿Por qué no me puedo controlar? Me levanto de mi cama y me doy una ducha rápida, al salir elijo algo de ropa que me quede bien y bajo las escaleras sin saber exactamente qué hacer, cuando llego a la sala me encuentro a mi nana. —Buenos días Ranzes— Me saluda con indiferencia, no la había visto desde aquella noche, ella mandaba a su sobrino a llevarme la comida— Buenos días nana ¿Como ameneces? — Pregunté sintiéndome chiquito y
Dos, dos largos días y esa imagen en mi cabeza no se borra y tampoco creo lograrlo, su mirada llena de odio sigue atormentándome, yo simplemente no me lo explico. Estos dos días él no ha salido de su habitación, nana me lo dijo, además no lo he visto. He hablado con Sofía y Sam les he dicho que estoy bien, que el no e tan imbécil sus que me creen, desde lo que pasó con mi hermano nos hemos vuelto más cercanos (cosa que agradezco) y sé que querría defenderme, admiro a mi amiga porque a tratado de hacer lo que mi hermano le pidió seguir con su vida. Mientras miro por la ventana escucho que tocan la puerta. —Adelante.— mi niña, pensé que seguías durmiendo— Dice nana sonriente entrando a mi habitación.— Pues ya ves que no, ¿qué pasa nana?— Sé que quizá dirás qué no, pero... Ranzes me pidió que te digiera que te ducharas y alistaras para la fiesta de su mamá.— No pensaba ir pero el papá de el amargado tres mil se tomó la molestia de venir hasta aquí, así que no pienso hacerles una g
Después de la fiesta de mi mamá y de bailar con Hannah todo fue incómodo, salimos del lugar y enseguida nos fuimos a casa, todo el tiempo en silencio. Ella no me miraba, había algo extraño en ella pero no lo culpo yo también me sentí incómodo y extraño. Por el momento no le tomaré importancia.Para mí suerte yya pasó una semana y ahora debo irme a trabajar, antes de que se haga más tarde busco mis cosas y salgo de mi habitación, bajo las escaleras y veo a hannah a punto de salir de la casa. —¿A donde vas?— La detengo antes de que ponga un pie afuera. —Voy a ver a un amiga— Responde con seguridad aún sujetando la puerta. — Y voy a ordenas mis cosas para comenzar a trabajar esta semana ¿Acaso esta loca?— No, no harás eso, se supone que eres mi esposa no necesitas trabajar— Le digo seriamente ella comienza a reír como si todo le diera gracias.— Como siempre dices puras idioteces pero eso no está a debate, yo iré a trabajar y punto —¡Claro que si lo está, soy tu esposo! Y te digo qu
Diría que dormí muy bien pero estaría mintiendo, después de lo que sucedió ayer en la fiesta de mi “suegra” no pude dormir muy bien, sé que esta mal porque yo no puedo sentir nada por él, nada, absolutamente nada. Me miro en el espejo terminando de arreglarme, quedé en desayunar con Sofía y no quiero llegar tarde. Así que echo un último vistazo a mi reflejo y me digo algo como “Deja de hacerte ideas tontas, ni el ni yo podremos estar en paz, jamás”. Suspiro pesadamente, estos días están siendo difíciles, tomo mis cosas y salgo de mi habitación, bajo por las escaleras en silencio y mirando a todos lados, gracias a Dios no me encuentro con Ranzes, atravieso la sala y finalmente llego a la puerta. — A donde vas Hannah? — Voy a ver a un amiga— Respondo con seguridad aún sujetando la puerta. — Y voy a ordenas mis cosas para comenzar a trabajar esta semana — No, no harás eso, se supone que eres mi esposa no necesitas trabajar— me dice tan serio que por un segundo le creo pero se que me
Un sonido molesto me hizo despertar, cubrí mi cabeza con las sábanas para no escucharlo más, pero desperté por completo al darme cuenta de que se trataba de mi celular, observé la pantalla y era de la oficina. —Si, ¿diga?—¡Oh!, señor lamento despertarlo pero su padre convocó a una junta urgente y me pidió que le informara para que asista— Suspiré pesadamente, no necesito esto ahora. —Esta bien Sarah en un momento voy para alláSe supone que hoy no es mi día de estar en esa empresa hoy iré a la mía para dejar todo al día.—Está bien señorMe levanté y de inmediato entre al baño para tomar una ducha, al salir busqué un traje, me vestí tratando de ser rápido, pero lo único que logré fue hacerlo torpemente, salí de mi habitación baje las escaleras y entre a la cocina, es algo raro ya que muy pocas veces lo hago, pero hoy no podré desayunar entonces sólo buscaré una manzana. Me sentía bien.Al entrar me encontré a Hannah estaba sentada frente a la barra con una taza de café, aún vestía
Miro el reloj que reposa en mi mesa de noche son las 7:30 am. Me levanto cubriéndome con mi bata, mi estómago me pide alimento, así que me dirijo hasta la cocina, es muy temprano, con una taza de café me basta. Salí de mi habitación y bajé las escaleras lentamente y sin hacer ruido, no quiero despertar a los demás, entré a la cocina, me preparé el café y me senté en la barra de la cocina para beberlo. Mi cabeza es un lío, recordar el accidente con mi hermano fue demasiado para mí, revivir el momento y verlo morir una vez más es algo que me destrozó el alma, además, llegar a "casa" y tener que soportar a Ranzes aunque veo que su actitud a cambiado un poco es algo raro. Aún no dejo de pensar en que lo mejor es el divorcio o vivir separados, puedo proponerle eso, no creo que le desgrade sol debo ver cómo hacerlo, tal vez hacerle una cena. Borro aquellos pensamientos por unos segundos al sentirme observado, levanto la mirada y me encuentro con Ranzes trato de evitarlo y veo el café bus