••••••••••6: 00 pm. El Barón Jones veía por la ventanilla de su carruaje el paisaje de la ciudad bajo ese atardecer. Hace solo media hora había salido del territorio Real. Su expresión totalmente seria, sus brazos y piernas cruzadas, en su mente los recuerdos más recientes. Virginia Wiztan declarando amar al Rey Lance. El amor de su vida, diciéndole de frente que se había enamorado de otro. Ese otro que para ese Barón fue su mejor amigo y ahora, era su mayor enemigo. "Una parte de mí, siempre temió que Lance se enamorara de ella, sabía que era una probabilidad…""Por que sé lo encantadora que Vini puede ser, lo inteligente, esforzada, arriesgada y a su vez, dulce, frágil y cariñosa. Cualidades que me permitieron amarla rápidamente cuando fue cautiva en Maita la primera vez" "Lo sabía… Aún así, confíe en ella""Confíe en que ella me amaba a mí, en que no se lanzaría fácilmente a los brazos de otro hombre" "Mucho menos si ese hombre es el que comenzó la masacre a los Wiztan"
— Habla, ¿Qué es lo que tienes que decirme? — Pidió el Rey Lance, viendo fijamente a su Reina. Virginia tragó en seco. No estaba segura si era el momento apropiado para hablar de ello, pero debido a que salió el tema de los hijos de ambos, sentía que tenía que decirle. No soportaría más seguir con esa presión. — Yo sí quiero tener hijos contigo… Te amo, Lance y me gustaría tener muchos bebés… — Sonrió ella avergonzada, desviando su mirada azul de la dorada de ese hombre. — Tantos como nos sea posible. — Añadió. — No veo nada malo en ello como para enfadarme contigo. — Comentó él sin entender las palabras anteriores de su esposa. — Bueno… Es sobre el primer hijo varón… Quiero que sea de Gorian… — Susurró ella nerviosa. El silencio reinó en el salón comedor por unos segundos que parecieron eternos después de que ella dijera esas palabras. — Espera… A caso tú… — Susurró Lance. Virginia asintió. — Pienso quedarme un año en Gorian ayudando a Raynold a prepararse para ser un digno
— No voy a negociar a mis hijos… Es algo que nunca seré capaz de hacer. — Lance se acercó a su esposa y apoyó sus manos enguantadas en los brazos de ella. La mirada dorada de ese Rey Maitano, veían a Virginia dolorosamente, casi somos si estuviera suplicando. — Así me guardes rencores toda tu vida por esto. — Continúo el Rey hablando. — Temo que debo negarme; no me importa si en un futuro hay una división en el Reino como pasó en Gorian, por la decisión que estoy tomando ahora… Mientras siga, no… Mientras sigamos con vida, es algo de lo que nos podemos encargar. Virginia negó lentamente con su cabeza. — Lo estás viendo con demasiado positivismo, Lance… Ví con mis propios ojos, viví en mi propia carne el caos interno ocasionado por la división de un Reino, es algo que tú jamás has experimentado… ¿Cómo puedes exponer a tu nación y a Landel? — ¡Por que no vas a querer dejar ir a ese niño al nacer, ni yo tampoco! — Exclamó él exaltado. — ¡Sé que dices eso por que estás bajo presión!
••••••••••Dulce semana. Última noche. 9: 30 pm. — ¿Tenías que usar el traje de un guardián de alto rango? ¿No llamaras mucho la atención? — Preguntaba Virginia viendo a Lance disfrazado, mientras ambos Reyes caminaban en las afueras del castillo principal. — Así tendría más sentido que estemos merodeando por el castillo del príncipe heredero. No cualquiera puede andar libremente por ahí. — Comentaba el Rey, caminando en dirección al territorio del príncipe heredero. Virginia por otra parte, iba disfrazada como una guardiana femenina de bajo rango, ella no pudo evitar reírse en ese momento. — Es gracioso que te obliguen a encerrarte en una habitación con tu esposa~ jaja~ y para colmo debes salir disfrazado de tu propio castillo~ jaja~ — Se reía ella de Lance. — Es tu culpa. Hubiésemos podido ir mañana, pero tú quisiste que fuera esta misma noche. Ella sonriente se acercó aún más a Lance y se aferró al brazo de él. — Siiii~ y tú como un buen esposo me has complacido~ — Solo
….. Una vez Virginia y Lance se encontraban en la sala con el príncipe heredero. — Mamá Vini, mi tío me contó del evento que hay en la noche de mañana. — Decía el pequeño niño preocupado. Virginia sintió su corazón conmovido al escuchar que él le dijo "mamá Vini" con tanta naturalidad. La mujer Gorianita le sonrió con dulzura al pequeño niño. — Sí, así es Lan… Hay un evento mañana, es de mi presentación oficial que me incluye a tu Linaje. — ¿Po qué no me invitaon? — Preguntaba él cabizbajo. — ¿Eh? — Virginia volvió a ver a Lance. — ¿Él no va a ir? Pero es un Lamparth… — Por su seguridad, es mejor que no se haga presente. — Decía Lance seriamente a Virginia. — ¡Pero yo quiero que esté! — Exclamó ella reprochando a ese Rey. — No. — Contestó él tajante. — Está bien mamá Vini… No pelees con papá. — Pedía el niño cabizbajo. — ¡No, no está bien! — Exclamó ella levantándose del sofá individual en el que se encontraba sentada. Virginia posó con molestía sus ojos azules en ese Rey
••••••••••— ¿Seguirás enojada conmigo? — Preguntó Lance caminando de regreso al castillo principal, junto a Virginia. — No estoy enojada, hasta te pedí disculpas por como me comporté frente a Landel… — Decía la joven Reina quien caminaba desde hace rato unos dos metros por delante del Rey. — Sabes que no podía permitirle asistir… — Lo sé, ¿Sabes lo que me dijo? — Preguntaba Virginia hablándole a Lance aún sin volverlo a ver hacia atrás.— ¿Qué te dijo? — Que me enviaría un lindo obsequio y que él entendía que no podía hacerse presente… ¡Es un pequeño niño encantador! Me derrite el corazón cada vez que hablo con él. — Contaba ella haciendo un puchero que Lance no podía ver. El Rey sonrió mientras veía a su esposa caminar a pasos rápidos por delante de él. — Sí, ya noté cuan bien se llevan, pero aún sí— — ¡Tienes razón! — Lo interrumpió la mujer Gorianita. — Yo lo sigo queriendo ahí, aunque entiendo perfectamente la situación de Landel… — Virginia detuvo sus pasos cuando ambos y
Cuando el Rey de Maita abrió sus ojos, se encontraba solo en la cama. Lance se sentó de inmediato asustado volviendo a ver a su alrededor. Sus ojos dorados se posaron en el glamuroso reloj de pared. 8: 45 am. Él suspiró aliviado, aún era temprano. Aunque su esposa no se encontraba a su lado, la puerta del baño a distancia se encontraba semi abierta y él supuso que ella estaría ahí. Lance se levantó de la cama y se dirigió al baño, al ingresar, efectivamente Virginia se encontraba ahí, bajo el agua de la amplia tina, tomando su relajante baño matutino. — ¡Lance! — Exclamó ella sonriente. — Buenos días~ — No me despertaste. — Reclamó él. — Parecías dormir bastante cómodo… — Decía ella ruborizada evitando ver más abajo del pecho de ese Rey desnudo. — Sí, lo hice. — Contestó él ingresando a la tina junto a su Reina. — Huele a rosas… — Es la fragancia que agregué en el agua tibia, es mi favorita~ — ¿Acaso te preparaste el baño sola? — Preguntó él sorprendido. — Siii, no podía
Tiana sonrió al notar la curiosidad de Virginia. — El Rey Lance no tenía problemas en acostarse con otras mujeres aunque estuviera casado con la Reina Cassandra. — Contaba la guardiana. — Sé eso, pero Lance amaba aún así a Cassandra. — Recalcó Virginia. — Quizá, no soy una experta en el amor, aún sigo soltera jaja~ — Rió Tiana. — Pero es distinto… La Reina Cassandra nunca se quedó en la habitación del Rey y se sabe que él no le era totalmente fiel. Hubo un tiempo que si estuvo con ella nada más, pero después del nacimiento del príncipe Landel, el Rey se volvió cada vez más distante hasta que nuevamente comenzó a estar con otras mujeres. "Sé muy pocos detalles de lo que fue la relación de Lance y Cassandra…""Quería preguntarle de eso a Lance, aprovechando que le puedo pedir lo que sea en compensación a que rompió su palabra por tocarme" Pensó la joven Gorianita. "Sin embargo… Ahora siento que eso sería como cobrarle por algo que después de todo… Me hizo sentir bien y una parte