HUGOMientras estaba revisando las oficinas buscando a Jenna, de pronto oí sus gritos de auxilio desde el otro extremo del corredor. Inmediatamente corrí hacia ese lugar y comencé a buscarla desesperadamente hasta que escuche un fuerte ruido que provino desde el interior del cuarto donde se guardan los archivos de la compañía. Me acerqué a la puerta lo más rápido que pude, y entonces, pude oír sus sollozos y la voz de un hombre que la estaba amenazando.Sin detenerme a pensar en lo que estaba haciendo, le dí una patada a la puerta y en cuanto la abrí pude ver lo que ese bastardo le estaba haciendo. Cegado por la ira, lo tomé del cuello de la camisa y lo jalé hacia atrás sacándolo de la habitación. Él cayó al suelo debido a la fuerza que emplee, pero cuando intento levantarse, yo me abalancé sobre él y comencé a golpearlo ferozmente en el rostro. Estaba fuera de mi, lo único que quería era acabar con él por haberse atrevido a lastimarla de esa manera.Al principio trató de cubrirse con
JENNAGracias a Dios, Hugo llego a tiempo y me salvó del asqueroso de Andrew; o de lo contrario, no me quiero imaginar lo que él me habría hecho. Nunca pensé que me podía pasar algo así, siempre había tenido que aguantar su constante acoso, pero jamás se me cruzó por la mente que él iba a ser capaz de llegar tan lejos. Lo único que espero ahora, es que se pudra en la cárcel para que no vuelva lastimar a nadie más.Después de beber la leche que Hugo me trajo, traté de dormir, pero debido a todo lo que había pasado no podía hacerlo porque cada vez que cerraba los ojos, la imagen de ese hombre aparecía en mis pensamientos haciendo que la angustia me volviera a invadir por completo.En una momento de la noche, logré quedarme dormida; pero incluso en mis sueños, él apareció para seguir atormentándome. Desperté de golpe en medio de una crisis de llanto y cuando sentí la voz de Hugo y su delicado toque sobre mis hombros, instintivamente me abracé a él buscando su consuelo y protección. Él me
HUGODespués de que el teniente me dijo que habían tenido que liberar a Andrew Smith por orden del fiscal, sentí una frustración e impotencia muy grande. No podía creer como el sistema judicial podía ser tan corrupto al dejar ir a un despreciable abusador como él. Lo peor de todo, es que sentía que le había fallado a Jenna al no poder poner a ese hombre tras las rejas y por eso me juré a mí mismo hacer hasta lo imposible para que vuelvan a encerrarlo.Luego de confesarle lo que había pasado y de pedirle que se quedara a vivir conmigo mientras encuentro la manera de mandarlo a la cárcel, llamé a mí abogado para que se hiciera cargo del caso y después llamé al investigador que había contratado cuando estaba en España para pedirle que investigara todo sobre Andrew Smith. Quizás haya algo que me sirva para ponerlo tras las rejas de por vida. También envié a mí chófer a recoger a Sky y le pedí que trajera todas las cosas que ellas iban a necesitar para que estén cómodas los días que estén v
JENNACuando Hugo me contó que ya habían vuelto a encarcelar a Andrew, sentí un alivio muy grande al saber que ya no iba a poder lastimarme, y también iba a poder recuperar mi vida habitual. Lo único que me dejó un poco preocupada fue ver lo triste que se puso al saber que Sky y yo íbamos a regresar a nuestra casa, al parecer, al él le gusta tenernos aquí. No sé que fue lo que pasó, pero de un momento a otro, Hugo comenzó a confesarme sus sentimientos y luego se fue acercando lentamente como si tuviera la intención de besarme. Por un momento me quedé estática sin saber que hacer, y cuando finalmente logré reaccionar, moví mi rostro hacia un costado evitando que pudiera besarme.—Hugo, no —susurré bajando la mirada.—Yo... lo siento. No debí. Te pido disculpas...Antes de que pudiera hacer o decir algo más, él salió rápidamente de la cocina dejándome sola, y entonces, solté un suspiro de frustración mientras me cubría el rostro con ambas manos. Esperé unos minutos hasta poder tranquili
JENNAVarios días pasaron después de que acepté regresar a mí antiguo puesto como asistente de presidencia, y durante todo ese tiempo, Hugo cumplió con su palabra de tener una relación estrictamente laboral conmigo. Además, dejando a un lado nuestras diferencias, él y yo hacemos un excelente equipo de trabajo ya que nos complementamos muy bien en esa área.Por otro lado, debo admitir que lo mejor de regresar a este puesto, es volver a trabajar junto a Dina, aunque hay momentos como éste, que me dan ganas de asesinarla.—Jenna, cariño, ¿Ya terminaste de organizar la agenda de Hugo? —me preguntó por milésima vez.—Si, ya terminé —le respondí dejando a un lado la laptop mientras rodaba los ojos de la molestia.—¡Al fin! Creí que ya no iríamos a la cafetería.Ni bien me levanté del asiento, ella comenzó a jalarme en dirección al ascensor, casi llevándome a la rastra.—¿Se puede saber porque estás tan desesperada por ir a la cafetería? —le pregunté entre risas.—Porque necesito contarte al
JENNADebo admitir que las palabras de esa mujer me dejaron desconcertada, puesto que, yo no la conozco y ni siquiera recuerdo haberla visto antes.—¿Se puede saber de dónde me conoce?, ¿Será que nos hemos visto en algún lugar?—No. Esta es la primera vez que nos vemos personalmente, pero yo sé muy bien quien eres tu —volvió a mirarme despectivamente y a mí ya se me estaba acabando la paciencia.—¿Y se puede saber quién soy para usted? —me crucé de brazos sin dejar de mirarla.—Tu eres la mujerzuela que se acostó con Hugo hace seis años atrás, y también eres la madre de esa bastarda, por la cual, él regreso a América. Al escuchar la manera en la que habló de mí hija, la ira me nubló la mente y sin pensar en lo que estaba haciendo, le dí vuelta la cara de una bofetada.—¡No vuelvas a hablar así de mí hija o te mato! De mí puedes decir lo que quieras, pero de mí hija no. —¡Maldita mujerzuela! ¿Cómo te atreves a golpearme? Esta me la vas a pagar, ya lo verás...—me dijo amenazándome mie
HUGODesde aquella vez que fui al bar con David y le conté todos mis problemas, él se ha vuelto un buen amigo para mí. Incluso me ha aconsejado que vaya con calma con respecto a Jenna, ya que él al igual que yo, sabe que ella es una excelente mujer, de esas que no suelen encontrarse fácilmente..Con respecto a los negocios, él ha demostrado tener un gran interés en llevar a nuestra empresa a un nivel superior y por eso, necesito a una persona así a mí lado. Alguien con una mente tan brillante para los negocios, necesita ser mucho más que un simple accionista y justamente por eso, decidí nombrarlo director ejecutivo de la compañía.—Y entonces, ¿que respondes? ¿Aceptás el puesto? —David aún no salía de su asombro, al parecer no esperaba recibir tal propuesta de mi parte.—¡Por supuesto que acepto!. Para mí será un honor trabajar a tu lado —me respondió entusiasmado.—Estoy seguro que haremos un gran equipo —le extendí la mano y él no dudo en estrecharla.—Te prometo que daré mí mayor es
JENNANo podía creer lo que este hombre estaba diciendo tan abiertamente en medio del estacionamiento y a la hora en que todos los empleados salen de la compañía. Mi rostro parecía un tómate maduro de lo colorado que estaba mientras un sudor frío humedecía mi frente, y es que para ser sincera, esta es la primera vez que alguien se me confiesa de esa manera.—¿Que dices? ¿Estás loco? —giré mi rostro hacia un costado para que no notara mi evidente sonrojo.—Por supuesto que lo estoy —tuve que mirarlo de nuevo ya que no entendía a qué se refería —. Estoy loco por ti.Esa respuesta fue tan tonta y cursi que no pude evitar reír.—Al menos te hice sonreír. Si supieras lo hermosa que te ves cuando sonríes.—Hugo, ya para por favor —le dije en voz baja al ver que se acercaban unos empleados.—Volvi a ser Hugo y no el señor Montenegro. Creo voy avanzado —me sonrió de lado sin dejar de mirarme —. Espero que algún día puedas llamarme de otra forma más íntima.—¡Ay por dios! ¿qué te pasa hoy? ¿Te