*—Darren:
Soltó una risita. La chica se había desmayado. ¿Tan bueno era que la había hecho tocar el cielo con las manos? Volvió a reírse mientras salía de ella una vez más, esta vez Darren no había conseguido llegar al clímax. Miró su miembro aun endurecido. Maldición. Había estado loco por venirse dentro de ella, pero para su desgracia Darren no había utilizado un maldito preservativo, simplemente se le había olvidado, pero…
Le dio una mirada a la rubia desmayada sobre la cama. Su cabello rubio estaba derrapado sobre la almohada, sus ojos estaban enrojecidos de tanto llorar y sus labios… Darren se relamió los suyos mientras miraba los labios de la chica. Estaban tan hinchados, Darren deseaba tomar sus labios una vez más en los suyos y no tan solo sus labios. Paso rápidamente la mirada por todo su cuerpo, desde sus pechos igual de hinchados que sus labios, su vientre plano hasta sus regordetes pliegues.
Darren movió una mano hacia estos y con
*—Alice:Una semana después…Su vida estaba hecha un caos.Desde que pasó la fiesta hace una semana y fue reclamada por Darren para después ser dejada abandonada, en un hotel sin dinero y con su ropa destrozada, su vida se había sumido en una vorágine de caos y chismes. No entendía cómo era que las chicas que eran seleccionadas como «Afroditas» seguían con su vida luego de que dejaban el título o peor aún, no entendía cómo es que una chica podía desear ser una Afrodita. Una semana después y Alice aún no se había acostumbrado a los estudiantes de la universidad llamándola Afrodita y tampoco no se había acostumbrado al acoso que recibía por parte de los chicos y las burlas de algunas chicas envidiosas. Si ellas supieran que Alice darí
*—Alice:Habían pasado varios días desde que Alice se encontró con Darren. Se había alejado de él corriendo como loca por el campus hasta el dormitorio que compartía con Melody, sabía que Darren podía encontrarla allí, pero estaba más segura dentro de aquellas paredes que fuera donde el demonio podía raptarla.Lo había visto varias veces en su línea de visión y Alice había escapado de esta cada vez. Es que no podía ponerse en peligro. Alice andaba como si estuviese teniendo algún acosador detrás, aunque Darren era un acosador, con miedo y andando rápidamente. Alice incluso no quería ir a sus clases por miedo de que Darren apareciese allí. No podía confiar en nadie más que sus amigas.Ahora Alice se dirigía a la seguridad de su cuarto en el dormitorio de la universidad. Camin
*—Alice:Los días habían pasado un poco rápido, pero al menos Alice estaba más tranquila, Darren no había aparecido desde la última vez. Esto ponía un poco feliz a Alice, ya que quizás eso significaba que se había hartado de ella o… Hizo una mueca. Quizás quería hacerle lo mismo de la otra vez, dejarla que ella se pusiera feliz para después arruinar su diversión apareciendo después para tomarla una vez más.Bueno, la única noticia buena es que ya sabía dónde estaba Natalie, la chica que se había librado del título de Afrodita. Su nombre era Natalie Taylor. Cabello lacio de color negro y corto, ojos de color del ámbar, tez blanca y muy alta. Además de su físico, tenía la información de donde trabajaba. En una galería de arte. Alice tenía ya la direcci&oac
*—Alice:Una semana después…Siempre se dijo que no tenía las agallas suficientes para hacer algo. Era una chica tranquila y seria. Sacaba buenas notas, no salía a festejar y se quedaba en casa siempre estudiando. Era la niña buena y seria de sus padres y entonces fue a esa estúpida fiesta y todo se volvió un lio. Pero hoy tenía que ser valiente. Alice Saunders de 19 años miró al chico de cabellos azabaches sentado frente a ella. Estaban en su dormitorio. La primera había citado a Darren Black, «El Príncipe Negro» en su dormitorio luego que se decidió en iniciar aquel «Plan de Seducción/Obsesión» Si, así era que sus amigas y Alice le llamaban a aquella loca idea que Natalie le había dado.Fijo su verdosa mirada en Darren quien arqu
*—Darren:Acarició su barbilla lentamente mientras sonreía con malicia.Alice Saunders en verdad era una chica tonta.Darren la miró correr desde lejos. La chica se pasaba los días de esa manera. Desde aquel día en que ella lo citó en su habitación e intentó drogarlo con el afrodisiaco, Alice Saunders había estado huyendo de él. La entendía. Su plan había fallado y ahora ella tenía miedo de que Darren hiciera algo. Si, lo haría, pero a su debido tiempo. La iba a dejar en paz por un tiempo, así como la primera vez, dejando que se tranquilizara y que luego se sintiese segura para después atacarla.Claro, iba apagarle el que ella intentara drogarlo. ¡Qué idea más idiota aquella! O sea, era el líder de la hermandad, sabia quien tocaba el asuntito aquel de la sustancia poderosa. El chico encargado de
*—Alice:Tragó nerviosa y miró la figura frente a ella.No podía ser.Matthew lo había conseguido.Alice abrió la boca sorprendida y recordó algunos minutos atrás, cuando había recibido un mensaje de Matthew Bryant en el que este le decía que el «pez gordo» había sido atrapado en la red. Se había quedado confundida por un momento hasta que cayó. Darren había caído. Había soltado un grito y luego recibió otro mensaje, pero esta vez de Kelly diciéndole que había preparado a la presa, diciéndole que este estaba excitado y medio sedado.Alice no lo entendió, pero ahora que lo veía, sabía a lo que Kelly se había referido. Matthew y Kelly habían hecho un magnífico trabajo. Cerró la puerta a su espalda y vio como Darren la miraba at&
*—Alice:Estaba reunida en la cafetería de la universidad con sus amigas y el nuevo miembro de su grupo, Matthew Bryant, quien ahora era novio de Melody. Alice estaba feliz por su amiga y no tan solo por ella, también por él porque se veía que ambos se gustaban mucho. Pero el punto era otra cosa. Se habían reunido para hablar de Darren.Alice se había dado cuenta de que no podía tener a Darren amarrado a su cama por mucho tiempo. Él tenía necesidades fisiológicas. Además, como él decía, alguien se daría cuenta de que él no estaba. A pesar de que Matthew dijo que las ayudaría con todas sus fuerzas, sabía que no había crimen perfecto. Aun así, no iba a dejarlo ir por el momento, quería torturarlo antes.Le echo una ojeada a sus manos y sintió las mejillas calientes. Algo extraño se hab&iacu
*—Darren:Abrió los ojos y se quedó mirando el techo blanco sobre él.No puede ser.Darren se movió incomodo en la cama y miró hacia atrás, lo suficiente que le daba el cuello, hasta las ventanas de la habitación. Debía de estar amaneciendo. Volvió la vista hacia el frente y se quedó confundido. ¿Por qué sentía aquel ardor de antes danzar por su cuerpo? Tosió y bajo la mirada hacia su entrepierna. No, no podía ser.Tenía una erección y no era la de la mañana. Esta era mucho más potente.Miró hacia la cama a su lado, donde Alice Saunders dormitaba plácidamente. ¿Acaso ella lo había drogado otra vez? No, no era posible. Ella había tomado del mismo zumo que él y el grupo no podía ser tan maquiavélico para joder los emparedados también.