―¿Puedes mostrarme el tuyo? ―Susurró, el dolor todavía no se le ha ido. ―Vaya. ―Eir sonrió, se puede ver a una loba, pero aquel espíritu es de una Diosa. ―¿Realmente me ves de esa manera? ―Vidar asintió, no lo ha visto, pero ya se imagina qué.―Eres la única mujer a la que le soy devoto sin importar nada, eres mi Diosa. ―Eir sonrió con lágrimas en los ojos.―Lo siento. ―Sollozó. ―Lamento haberte lastimado tanto…―No te preocupes. ―La cortó, no necesita eso ahora. ―Tú también sufriste, yo también te dañé. ―Los gritos y los aplausos los interrumpieron, ambos se vieron obligados a dejar sus sentimientos de lado y prestarle atención a quienes se acercan a ellos para también celebrar esa alegría que a pesar de todo tienen.―¡Esto ha sido una locura! ―Jessi no se lo podía creer. ―¿Cómo es que ese fuego inició de la nada? ¡¿Cómo pudieron esos tatuajes aparecer de la nada?! ―Se llevó la mano a la cabeza. ―Yo tengo que ser la destinada de un lobo. ―Inició a caminar. ―Buscaré a mi amado. ―Todas
Felicidad, así se define la vida de Eir. Vidar si bien no supera todavía los malos ratos, ella se asegura de demostrarle que realmente lo ama y que es incapaz de lastimarlo nuevamente. Por supuesto su relación se hizo pública gracias a los padres de Vidar y Dark, ambos estaban realmente felices de poder hacer las paces, aclarar las cosas y ser esos aliados que eran antes. El embarazo de Eir es la parte que a todos más les gusta, menos a Savanna, la mujer siente que se muere siempre que los ve felices y 0dia el hecho de siempre estar cerca de ambos. ¿Por qué tiene ella que presenciar la felicidad que debía ser de ella? Ha sido muy paciente, ya que sabe lo que hará y cuanto los destruirá, pero no es fácil para ella. Dark por su parte no ha detenido la investigación, él siente que está cerca de encontrar al culpable de la locura y muerte de su luna. Savanna sigue en el castillo, es su esposa y por ello reina de la manada, las cosas entre ellos no volvieron a ser como antes, pero tampo
―Bien, ¿Por qué no vienes hoy al trabajo conmigo? ―Eir lo miró sorprendida. ―Vamos, sé que mueres de ganas por ir. ―Se burló. ―A mi asistente le encantaría conocer a la mujer que la ha amenazado en más de cinco ocasiones. ―Eir se sintió avergonzada, los celos y la posesión que siente no es natural, pues no tiene a su loba y no debería ser tan territorial. ―No juegues de esa manera. ―Mordió su labio. ―Todas te miran y quieren contigo, no puedes culparme. ―Vidar rio llamando su atención. ―A la única que amo y quiero es a ti, de eso no te debes preocupar. ―Acarició su enorme vientre. ―Pero no debes dejar de reconquistarme, se siente bien cuanto te esfuerzas por tener a este Dios feliz. ―Eir rodó los ojos, no puede pasar una hora sin ser ese narcisista. ―Odi0 cuando haces eso. ―Bajó de él y después de la cama. ―¿Qué dices? ―Vidar fue tras de ella. ―Obviamente, amas todo de mí, no lo ocultes. ―La abrazó por la espalda y mordió su cuello. ―¿Me vas a negar que te gusta todo de mí? ―Su ton
Esa afirmación, solo esas palabras necesitaba escuchar para que todo en él iniciara a 0diar a esa mujer con todo. Su corazón se lo gritaba con todas sus fuerzas, sabía quién era la culpable mientras la mujer le estaba contando cada detalle, pero que la culpara con todas y sus letras fue liberador para él. ―Es hora de ir por ella. ―Se puso en pie. ―En un par de días recibirá un cheque por su ayuda. ―La mujer se asombró, ella realmente no esperaba nada, solo quería que esa cruel mujer pagara todas las perversiones que había estado haciendo a lo largo de su vida. ―No se preocupe por eso, su majestad, no pido nada a cambio. ―Dark no insistió, él le enviará una fuerte suma de dinero, sin ella nada de eso hubiera sido posible. ―Quiero que le den protección. ―Miró a los policías. ―Cuiden muy bien de ella, es nuestro único testigo y algo me dice que esa zorr4 no se dejará atrapar tan fácilmente. ―¿Acaso lo hechizó? ¿Esa bruja negra la ayudó a que él fuera un ciego? ¿Tal vez el odi0 que le
Vidar no podía respirar, los gritos de su mujer lo estaban enloqueciendo, ella grita tan fuerte que su lobo aúlla en su interior. ¿Por qué tiene que sufrir tanto? ¿Por qué su amada debe sufrir de esa manera? ―Si sigues así, te dará un infarto. ―Cosmo apretó el hombro de su hijo. ―Tranquilo, muchacho, esto tardará un poco más. ―Vidar lo miró con ojos grandes. ―Qué recuerdo me da tu cara de terror. ―Carcajeó al recordarse a sí mismo. ―Ella está bien. ―Kora sonrió, está emocionada. ―Está dilatando lentamente , pero no hay complicaciones. ―Vidar no lo entendió. ―Si no hay complicaciones, ¿Entonces por qué grita de esa manera? ―Porque está en labor de parto. ―Dark llegó con una sonrisa. ―Y vaya que si grita. ―Miró la puerta abierta. ―Creo que las ganas de matarte ahora son incluso más grandes, por tu culpa mi hija sufre. ―Kora rodó los ojos. ―Jessi, cariño, vamos. ―Le tendió la mano. ―A ella le gustará verte. ―Jessi se dejó hacer, esa mirada de Dark sobre ella la pone nerviosa. ―¡Pued
―¡Santo cielo! ―Una de las enfermeras que iba a investigar si todo estaba bien, vio a la mujer tirada en el suelo. ―Oye, ¿Estás bien? ―Se arrodilló para ayudarla, pero el cuerpo frío de la mujer la sorprendió, ¿Por qué está tan fría como si estuviera en un congelador? ―No puede ser. ―Se llevó la mano al pecho, no tiene pulso. ―¡Ayuda! ―Chilló poniéndose en pie. ―¿Qué sucede? ―Uno de los guardias que custodian el castillo se acercó a la mujer. ―¿Qué pasa? ―La miró con el ceño fruncido por como tiembla. ―Es… está muerta. ―Señaló el suelo, el hombre al ver a la chica se sorprendió, ¿Cómo había pasado aquello? ―Es la ayudante de la partera, ella está muerta. ―El hombre rápidamente llamó a sus compañeros, ¿Qué estaba pasando ahí? Eir por su parte no dejaba de sentir dolor, ella ni ninguna comprendía que estaba pasando, al parecer la abundante sangre no se detenía y los gritos de Eir incrementaban más y más. Jessi estaba aterrada por como se ve su amiga, Kora no dejaba de pedirle a los d
Una vez llegó a un lugar desierto, con bosque a ambos lados de la carretera y poco transitado, tomó al bebé en brazos y se bajó del coche dispuesta a acabar con la vida de lo que uniría de por vida a Vidar y Eir, ella acabará con eso que ellos desesperadamente esperaban y sabe a la perfección que esa felicidad terminará con la desaparición de ese bebé. ―Tu madre me robó mi felicidad. ―Dijo mirando al bebé que se remueve en sus brazos, él calló una vez ella lo tomó en brazos. ―Él debió ser mío, pero por ser yo una simple criada no me miró. ―El odi0 en su voz fue mucho. ―Ahora yo acabaré contigo. ―Alzó el puñal, pero esa mirada perdida, la manera tan cómoda en la que él se encuentra entre sus brazos y que haya dejado de llorar al sentir su calor movió el corazón de Savanna. El bebé es realmente hermoso y le ha hecho sentir un calor único. ―¡Mierd4! ―Maldij0 al no poder hacerlo. ―Te quedarás aquí, entregué absolutamente todo en este pacto. ―Sonrió burlándose de ella misma. ―Di mi poder c
―Señor. ―Uno de los policías se acercó. ―Me han notificado de un accidente en un área poco concurrida. ―Dark lo miró al instante, con el corazón acelerado. ―Mis hombres traen a su exesposa. ―Dark asintió, finalmente la habían encontrado, interminables horas buscándola, le habían dado vuelta al reloj unas dos veces y hasta ahora obtienen resultados.―Bien, la traen directo aquí. ―Empezó a caminar. ―Quiero interrogarla cuanto antes.―Su majestad. ―Dark paró en seco. ―Ella está en muy mal estado. ―Le informó. ―No creo que aguante tanto.―No me interesa, tráiganla aquí, de todos modos, no pienso dejarla viva. ―Él tiene la certeza de que fue ella quien se llevó a su nieto, por esa mujer su hija está deprimida en un momento tan feliz como el que debería ser tener hijos.Eir lloró al alimentar a su bebé, ella no puede dejar de pensar en su hijo, ese que le arrebataron de la nada, ¿Por qué alguien querría robarle a su bebé? ¿Por qué debe ella pasar por algo tan duro? Vidar que no se había apa