Los días pasaron para ambos, mientras que para Alessia se han tornado más exigentes, porque no solo debe practicar, sino que también debe trabajar en la melodía que el ogro exigió en el trato. Sin embargo, a pesar de eso, casi ni piensa en el hombre, puesto que ha quedado en una parte alejada de su memoria y tal vez es lo mejor… o no.En cambio, para Amaro, el asunto es por completo distinto.No deja de pensar en la muchachita, que no tiene novio, que no ha besado a nadie en su vida y que en verdad es inocente. Porque puede ser traviesa, desafiante, decidida y segura de sí misma, pero eso no le quita la inocencia que carga.Recuerda una y otra vez la conversación con ella, en donde le dice que estaba pensando en él y en la mujer con quien dejó la gala, de la cual ya ni se acuerda del nombre.—No entiendo… ¿por qué no dejo de pensar en ella? ¿Será
Esa mañana particularmente Alessia estaba de muy buen ánimo, por lo que decide que es una excelente idea bajar para salir a dar un paseo, antes de su clase con la señorita D’Angel.Pero cuando llega abajo se da cuenta que ha llegado Zoe, la exesposa de Daryl, y lo peor es que va con su actual esposo del brazo. Pero a ella se le ocurre la mejor de las ideas para ayudar a su amigo, y es hacerse pasar por su novia para despertar los celos de la mujer.No se cree eso de que lo dejara de amar, luego de amarlo toda su vida.—Hola, cariño —mientras ella se cuelga de su brazo, él la ve como si fuera una alienígena, pero Alessia no se queda solo con eso, por lo que se para de puntitas y le da un beso en la mejilla.—¡Alessia! —le susurra Daryl por completo espantado y ella le guiña un ojo.—Lo siento, no me presenté —le dice a la pareja pasando por alto q
Los días han pasado, ya solo queda un día para que Alessia se tenga que ir.—Oye, yo te dije que no te dejaré ir, no quiero —le dice Daryl, mientras la muchacha guarda su violín.—Y yo le digo que no tiene nada de malo, eso solo podría ayudarla a ser reconocida como una violinista diferente… —dice la señorita D’Angel, pero Daryl la detiene.—No, no estoy de acuerdo, por algo el señor Musk fue despedido. Eso solo le dirá a los otros que pueden tener a Alessia como un objeto o una mascota, y eso no me parece correcto.—Como sea, quiero ver mañana quién llega por mí y cómo evitarás que me lleve.—Mientras, quiero llevarte por un helado…Sienten unos pasos acercarse, Daryl se gira y ve que tanto Zoe como Robert se acercan, pero en lugar de aceptarle el saludo, Robert le estampa un puñetaz
Al abrir sus ojos, Alessia siente los brazos de su amigo rodeándola. Sonríe porque aquella sensación se siente tan bien, como cuando era una nena de cinco o seis años y le daba miedo en la noche, pero su padre se la llevaba a su cuarto, para poder dormir segura entre sus brazos.Se remueve con cuidado, sale de la cama sin que Roger se entere y se mete al baño, en donde se da una ducha, sin dejar de pensar que probablemente ahora deberá saber de Daryl solo a través del teléfono.Al salir, ya vestida, Roger está sentado a la orilla de la cama, pensativo mirando al suelo, ella se para frente a él y Roger la abraza por la cintura, enterrando su cara en el abdomen de la chica.—No quiero que te lleven.—Y yo no quiero irme, justo ahora ese tonto tenía que ser valiente… los dos sabemos que la única persona que podía hacer algo, ya no está.
—Gracias por lo que acaba de hacer, pero yo no soy de nadie.—Ahora mismo me perteneces…—No, yo no le pertenezco a nadie, porque no soy una propiedad, un objeto ni una mascota. Soy una persona, independiente y que no le responde a nadie.—No me mientas —le dice acercándose a ella, pero Alessia no se inmuta—. Deja de decir que no eres de nadie, porque anoche mismo dormiste con tu «amigo», el pintor.—Sí, como muchas veces —le dice ella sin titubeos—, pero a diferencia de usted, seguramente, yo puedo dormir con alguien del sexo opuesto sin quitarme la ropa. Eso para mí no tiene sentido, es una distracción a mis propósitos.—¿Distracción? ¿Alguna vez lo has hecho?—¿No acaba de oír que para mí es una distracción? —le dice ella de malhumor, solo quiere terminar esa est&uac
Los días van pasando rápido, más de lo que Alessia pensaba, y así ya había pasado una semana. Una muy interesante, por cierto, en donde se había establecido una rutina muy divertida, al menos para ella.La mañana siguiente de llegar a la mansión de Amaro, se duchó y vistió muy linda. Puede que le dijera a Amaro de cierta manera que no tenía ropa para vestirse bien, pero no era del todo cierto, aunque eso de los vestidos sí que era verdad, porque no son de su completo agrado.Pero, esa mañana se le antojó vestirse con un pantalón de tela de corte recto, con un lazo delicado a la altura de la cintura, una blusa con vuelos semitransparente de color blanco, perfecta para el pantalón beige. Zapatos bajos, una coleta alta y maquillaje suave, se veía hermosa, de unos veinte y con esa sonrisa que no se borraría ni cuando Amaro quiso pelear con ella porq
Tras el almuerzo, Alessia se sentía cansada de estar encerrada allí en la habitación, por lo que tocar en el balcón no era suficiente, así que al ver el claro que la invitaba a tocar en medio de los árboles, se le ocurrió que sería una muy buena idea ir allí.Por eso no dudó en salir, decir que daría una vuelta en el jardín para buscar un lugar cómodo en dónde tocar y sin perder la posición de su ventana, caminó directo a donde se suponía que iba. Y llegó.—Este lugar es… es mágico.La hierba estaba baja, había una roca en medio, en donde ella se podía sentar e incluso podría dormir. Pero primero, era tocar.Sacó su violín, tocó un lindo La de cuatro tiempos y sonrió satisfecha, porque era mejor de lo que esperaba. Sacó su libreta, su lápiz y comenz&
Cuando Alessia abre los ojos a la mañana siguiente, se sienta en la cama y se ríe en lo que se levanta.—Sí, él… el CEO de uno de los conglomerados más importantes del mundo se iba a quedar cuidándome toda la noche… ni que fuera tan valiosa…Pero la puerta de su habitación se abre, dejándola callada cuando ve quien está entrando por ella.Luego de salir de la habitación, la noche anterior, Amaro bajó a comer algo rápido y luego corrió a su cuarto para bañarse, colocarse algo cómodo e irse a cuidar de Alessia. Veló su sueño toda la noche, mientras estaba sentado al lado de su cama en una silla incómoda leyó todo un balance de su empresa y le hizo algunas objeciones.Alessia tuvo un sueño tranquilo, sólo un par de veces se quejó y arrugó el ceño, como si algo le dol