Narra Roberto.

—Encuéntrame si quieres, pero no voy a volver contigo, no eres más que un traidor te puedes quedar con esa—. Le da una patada en el abdomen. —Ah y esto no lo necesito—. Se saca el anillo y se lo tira en la cara. —Se lo puedes dar a la sin vergüenza de mi supuesta mejor amiga, adiós Joel que tengas una vida llena de miseria, vámonos—. Me toma de la mano y me arrastra a no sé dónde, puedo escuchar el latir de su corazón.

—Dánae verdad, a donde me llevas—.

—Yo no sé, dime qué es esto que siento por ti me siento extraña jamás sentí eso por nadie—.

—No creo que sea hora de hablar de ello, pero te prometo que te lo explicaré después, podemos irnos de aquí si quieres, pero te juro que no pienso apartarme de tu lado—.

—¿Por qué?

—Porque somos parejas destinadas por eso—.

—Eso no me dice nada—.

—Para mí si dice mucho—. Me acerco a ella y la tomó por la cintura. —Y te aseguro que lo sentirás—. Me acerco a ella inclinó mi cabeza ya que ella es más baja, estampó mis labios con los