Kaiser le dio un empujón a Portia, Alexey gruñó a Kaiser dándole un manotón para defender a Portia. Portia aprovechó verse libre para saltar en contra de Aziza con renovadas ganas y Aisha reaccionó creando un hechizo protector para su hermana, pero en cuanto Portia dio contra el escudo cayó hacia atrás temblando en el suelo como quien recibe una potente descarga de energía. Todos estaban muy impresionados, incluyendo a Aisha. —El escudo de Perseo —murmuró Aziza—. ¿Qué clase de demonio es esta mujer? —Es obvio que es una loba —dijo Kaiser en voz baja para no perjudicar más a las hechiceras. —Pero quedó afectada como demonio por el hechizo —insistió Aziza. —Esto es inaudito —reclamó Dominic furioso—. Solo por celos la atacan. —Aisha, qué has hecho —se lamentó Leonid y se arrodilló junto a Portia. Ella sangraba por todo el cuerpo y tenía cortes en toda su piel. Leonid no pudo evitar arrugar la cara ante el hedor y la fealdad del cuerpo de la exuberante mujer
Lars hizo un portal en la puerta del hospital y en vez de atravesar y llegar al estacionamiento lo hicieron al bosque Siberiano. Frente a ellos estaba el lago Baikal, Lars dio un paso al frente y llamó a Alexey para que se acercara con Portia al agua del imponente lago parcialmente congelado —Este es el portal de magia más grande que hay en el mundo, por aquí ingresó la diosa Selene al mundo mortal embarazada de su hijo Costel, el primer vampiro, si mi hija puede curarse lo hará con la magia más fuerte de los lobos. Lars tomó a Portia de los brazos de Alexey y la sumergió en el lago quedando él a su lado con el agua a la cintura. —Se va a ahogar —indicó Dominic y caminó mareado como si estuviera ebrio, era un efecto por haber atravesado un portal mágico y tropezó con Aziza, ella ayudó a estabilizarlo. —Por favor, ten cuidado con ese hombre, la magia que puede canalizar en el lago puede ser capaz de dañarte. Dominic retiró el brazo de su agarre. —No me toques, o
Como Boris ya lo había vaticinado, el pueblo de la manada Selenials no lo amaba, de hecho todos se presentaron en la casa principal de la manada y le exigieron salir para que se enfrentara a Leonid. Boris desesperado debía hacerlo y sin Lars para que le proporciona poder del inframundo. En la manada Selenials, Boris había ocultado sus tratos con Lars, solo los más fieles a Boris y su familia lo conocían. Ya que aunque no era extraño que en las manadas de licántropos los Alfas acordaran con un hechicero proporcionar su territorio para canalizar las fuerzas de la naturaleza y así establecer una relación simbiótica, no era el caso de la manada Selenials. Aquí el orgullo más grande era ser la manada original, los seres que estaban en tanta armonía con sus dones por ser puros que no habían tenido cruce con ninguna especie de sobrenaturales. Y no era cuestionable, para comenzar el primer Alfa de Selenials y también de la historia consiguió ser un licántropo por benevolencia de
La lucha por el poderío se dio en el centro de la manada. El círculo de entrenamiento y mitin, el lugar donde la misma diosa Selene en persona otorgó dones especiales a los primogénitos Taylan. Este lugar sin duda era simbólico, el patio de entrenamiento donde Leonid debió recibir a su lobo, donde jugaba con su padre y fue feliz. Boris tenía su propia apreciación de las cosas y creía tener la razón al querer ser el legítimo Alfa por derecho, luchaba con la destreza que le da su experiencia y aunque Akron es notablemente más fuerte, su inexperiencia le ha pasado factura sin poderlo vencer de la manera que debería. Los lobos de Alexey y Kaiser están atentos para entrar en batalla contra los Beta y Delta de Boris, y eso estaba por ocurrir si Akron no se quitaba del cuello los colmillos de Boris. Con las patas traseras, logró quitárselo de encima y cayó sobre él, pero entonces escuchó el gimoteo y llanto muy cerca. Para Leonid fue terrible escuchar el llanto infantil,
Aisha llegó junto a Leonid y de los pocos que se habían transformado en hombres, muchos tomaron de nuevo su forma animal, de esa manera demostraron su rechazo. Leonid tomó la mano de Aisha, ella se mantuvo a su lado y Leonid ignoró la actitud de todos. —Lleven a los hombres de Boris al calabozo, deben dar muchas respuestas. — ¿No darás explicación del por qué esta hechicera es nuestra Luna? Por la diosa, es una hechicera del Oriente —emitió Indira. “Abominación” “Lo ha hechizado” Eso se escuchaba claramente entre los cuchicheos de los presentes. Aisha no resistió más el rechazo, aquello era peor de lo que imaginó, se soltó de Leonid y corrió lejos de todos ellos. Leonid quiso correr detrás de ella, pero Indira se atravesó en su camino. —Haz reclamado esta manada, debes hacer lo mejor por ella. —Tú lo has dicho, es mi manada, a quién no quiera aceptarme puede irse. Leonid dio un paso junto a Indira y vio a Dimitri amarrado, lo traía un joven que acababa
Leonid corrió siguiendo el rastro de Aisha, el efluvio le indicaba que se había metido en una cueva. Leonid se encorvó para entrar y avanzó de rodillas. Aisha estaba sentada metida entre las rocas bastante atrapada, tapaba su rostro y lloraba amargamente. —Aisha, no les prestes atención, soy su Alfa, ellos deben aceptarte porque yo lo digo, además, nuestro vínculo nos los otorgó la diosa. —Te pidieron rechazarme ¿cierto? Te lo advertí. —Tú eres más importante para mí que ellos, tú has estado para mí, ellos nunca lo hicieron. Leonid trató de sentarse, pero no cabía en la estrecha cueva, solo podía ver porque sus ojos con poder de lobo se lo permitían. —Tienen razón, nuestra relación está condenada, eres un Alfa y yo hechicera. —Aisha, por la diosa… ¿Por qué te metiste aquí? No quepo, salgamos ya. —Solo terminemos con esto Leonid, recházame y regresaré a mi aquelarre, cuando sea sacerdotisa enviaré a buscar a Aziza. —Lloras porque no quieres dejarme —m
Leonid se quedó en silencio, estaba sorprendido y no se sentía seguro de qué decir. «Al parecer nuestra racha de meter la pata no termina, ambos somos par de tontos, tal para cual, nos quedaremos solos con una camada de gatos, sin manada ni Luna» Akron andaba en plan dramático y pues Leonid empezaba a ver que era algo en lo que ponía empeño su lobo, al menos lo dijo solo para él. Aisha se sintió rechazada y quiso levantarse, entonces pegó la cabeza del techo de la pequeña cueva. — ¡Auch! Que torpe soy… Leonid la atrajo hacia él y quiso quitarle el hiyab, Aisha se aferró a la tela. —Estoy bien, solo quiero salir. —Déjame revisarte… —No me pasó nada. Leonid pudo detectar todos los sentimientos de Aisha, se sentía herida y él más idiota. —Aisha, no quiero seguir metiendo la pata, hoy en especial me siento muy mal y es contigo la única persona con la que quiero estar, no te alejes de mí. —Eso no me da respuesta a lo que te pregunté, o bueno lo mismo te ocur
Aisha no sabía qué decir. ¿Dar su aprobación? ¿Responder que sus labios aún no tenían nada que les negara sentir como cualquier mujer? ¿O debía decirle que se moría porque él la besara? ¿Quizás solo debía decirle sí? La mente de Aisha era un torbellino, pero Leonid no tenía prisa, seguía observándola con ojos de deseo y Aisha no era capaz de decir absolutamente nada. Ella podía sentir los latidos rápidos de Leonid, sentía el calor que emanaba de él y no por primera vez deseó no llevar todas las capas de tela que la cubren. Leonid rozó sus labios con los de ella, sacó apenas su lengua para humedecerlos. —Creo que estamos muy apretados aquí —emitió Aisha con una risa nerviosa. —Ajá —respondió Leonid y aprovechó que ella abrió la boca y la besó. Este beso era más melancólico, más intenso y Aisha pensó que quizás era por la cercanía, él aspiraba por la nariz y soltaba bocanadas de aire que le hacían vibrar su piel fría. Las manos de Leonid se