—¿Por qué no? Yo soy una mujer adulta, saludable, millonaria y soltera, puedo iniciar una relación con quien a mí se me dé la gana, y quién mejor que el guapísimo socio de mi cuñado con el que mi familia quiere limar asperezas —Rosalin continuaba ajena a la situación real en la mesa y seguía empeñada en su impulso de provocar a Rubén—. ¿No se siente como en la realeza, señor Morelli? Usted es el rey en el reino de Oriente, yo soy una princesa en el reino de Tesalia y nuestra boda significaría la paz y alianza de nuestros pueblos.—Siempre he creído que los cuentos de hadas se pueden hacer realidad.—Supongo que yo soy cenicienta y usted el príncipe encantador.—¡Sí! Me encanta esa historia. —Violeta parecía ser la única entusiasmada, para ese momento, tanto Jazmín como Margarita ya se habían dado cuenta y tenían una expresión de miedo en el rostro porque la broma se les estaba yendo de las manos.—Tal vez seamos una versión de Romeo y Julieta, ya que nuestras familias han estado enfre
El ambiente en la mesa fue decayendo todavía más luego de la partida de los anfitriones y la salida revoltosa y enojada de Amaranta. Los señores Botero fueron enviados a su casa y los demás pasaron a la sala para beber. Lo único bueno era que Lorenzo parecía muy entretenido con las mujeres y sus anécdotas, no parecía un hombre peligroso mientras estaba sentado riendo con Jazmín y Margarita.Octavio no había dicho mayor cosa, él parecía también muy divertido observando a los jóvenes. Estaba molesto porque los líos de faldas de su hijo habían trascendido a los negocios, pero también había encontrado una manera de aprovechar el parentesco con Molina, así que al día siguiente saldría de viaje de nuevo para finalizar unas negociaciones.Rosalin fue forzada por Violeta a acompañarla a su cuarto para dormir, esa linda rutina que solían tener de bañarla, vestirla y leerle un bonito cuento para dormir, ahora dolía infinitamente, ella tuvo que hacer un esfuerzo muy grande por no soltarse a llor
—Rosalin, por favor, yo te amo, a ti, a lo que eres tú, porque eres increíble y maravillosa…—¡Eso ya lo sé! Sé que soy increíble, soy ingeniosa, linda, graciosa y más lista que tú. No necesito que me lo digas, no me importa que me adules. Yo sé perfectamente quien soy, conozco cada martillazo que me dio la vida para forjarme fuerte, brillante y filosa como una buena espada. Yo lo sé. Eres tú el que no sabes nada de mí.Esas palabras eran más pesadas de lo que parecía, traían una carga implícita que dejó a Rubén congelado.—Lo sabes… Tú… ¿Lo recordaste? ¿Todo?—Dicen que somos lo que hacen de nosotros, Rubén. Estoy muy enojada con Rosanna, con Kal, con el doctor y con la vida por todo lo que me hicieron, pero yo decidí que no me iba a sentar a llorar, abracé el daño y lo usé para hacerme más fuerte. Ellos destrozaron mi cuerpo, pero tú me arrancaste el corazón, Rubén Salazar.—Rosalin, escúchame, por favor…—Ninguno de ellos me conocía, yo no era nada más que una extraña, incluso para
Rosalin se tomó el tiempo de limpiar sus lágrimas y tranquilizar un poco sus emociones, los dos se estaban sincerando en asuntos que iban más allá de sus sentimientos. En este momento ella tenía que dejar de ser una mujer enamorada y asumir su otro rol.—Los dos sabemos que no puedes. Siempre habrá una manera, un espacio, una pequeña brecha de seguridad. Yo necesito saber que, si alguien vuelve a atacarme, me voy a poder defender. Tú no imaginas lo que se siente la total vulnerabilidad, Rubén, a ti te criaron como un guerrero, sabes pelear y usar un arma desde niño… Pero yo estaba ahí… A su merced… Y lo que me hicieron…Rubén se sintió sobrecogido al verla cerrar los ojos y temblar, sacudiendo su cabeza como si quisiera apartar esas memorias. Dios, cuánto deseaba que ella no hubiera recordado jamás.—Lo sé.—No lo sabes…—Lo sé, amor. Yo lo vi.—¿Cómo es posible?—El doctor, el maldito Pinzón grabó todo, lo documentó como parte de sus experimentos y detalló cada cosa, lo que no está e
—¿Por qué hiciste eso en la mesa? Sabes perfectamente que Rosalin no está libre, en algún momento Rubén la va a traer de vuelta. —inquirió Sergio a Lorenzo en tono hosco.—Si no la matan primero. —respondió el hombre con cinismo ganándose un bufido molesto de Alexander.—Primero te mato a ti, maldito Morelli.—Como si pudieras. No estarías jugando al buen perro si no tuvieras la correa apretada.—Te voy a enseñar que tan buen perro soy.Alexander se lanzó furioso a golpear a Lorenzo, pero Sergio alcanzó a detenerlo, lo último que necesitaban era enojarlo más.—¡Basta! Parecen niños. Este asunto es importante para todos así que contrólense.—Yo no gano nada, Seiji, y sí puedo perder bastante metiendo mi nariz en asuntos que no son míos.—A ti no te conviene que esa gente se quede con el negocio.—Venderles a ustedes, venderles a ellos, me da igual. Todos necesitan mis armas y ellos son buenos clientes, pagan por los juguetes más costosos.—Rubén ya te dijo que te puede conseguir contra
—¿Le dijiste todo? —preguntó Alexander a Rubén.—Sí.—¿Por qué? Acordamos que…—Porque él me quiere mostrar el mínimo de respeto que tú no.—Rosalin, tú…—Yo soy una mujer adulta, Alexander. No soy una niña a la que debas proteger del mundo oscuro y cruel, créeme que lo conozco mejor que tú, lo he sufrido en mi pellejo.—Lo lamento, yo solo quiero que estés a salvo. No podría perdonarme si permito que te vuelvan a dañar de nuevo. Antes yo no estaba en tu vida y no puedo cambiar eso, pero sí puedo hacer algo ahora.—Yo sé que me amas; pero necesitas entender que esa ilusión de mí en tu cabeza no es real. Yo no soy una chica inocente que pueda tener una vida tranquila y feliz alejada del peligro. Me pasaron más cosas malas de las que quieres saber cuando era joven y sobreviví. Sufrí cosas peores cuando Rosanna me encontró y sobreviví. Ahora soy la menor de los Molina, siempre voy a tener que cuidarme. Tienes que entender eso.—De acuerdo. Me siento muy orgulloso de ti.—Dímelo cuando so
Los planes iban de maravilla y, luego de recibir una foto de sus bebés muy temprano en la mañana, que lo llenó de motivos para luchar, Rubén llegó a los calabozos de los Soto, un lugar desagradable debajo del Lotto que servía para escarmentar a los infractores.El jefe entró con su porte elegante en la sala de tortura, que no era tan bonita como la de Víctor, pero que daba más miedo, porque en las paredes colgaban herramientas oxidadas que, si no mataban a sus víctimas por el daño, seguramente lo harían por una gangrena. El olor también era asqueroso, una mezcla de orina, sangre, algo descompuesto y limpiador.Su presa estaba acomodada para el espectáculo, habían atado a Kal una gran silla metálica muy rustica que parecía salida de una película de terror. El tipo era un desastre, desde el momento en el que encontraron los videos de Pinzón, tanto Rubén como Sergio y Víctor habían tenido su turno con él, desquitando un poquito de su ira. Si no fuera quien era, Rubén sentiría pena por él
Rubén le hizo un gesto a Sergio y él se posicionó detrás de Magnolia, sosteniendo sus hombros con fuerza contra la silla, acto que despertó un ataque de pánico en la chica, gritaba como loca y realmente no le estaban causando daño físico, pero parecía que la estuvieran quemando viva, ella sacudía la cabeza de un lado a otro y se desgarraba la garganta gritando con todas sus fuerzas. Intentaba patalear, pero no conseguía más que lastimar su piel con las correas.Cuando empezó a sacudir con demasiada fuerza su pelvis, Rubén se preocupó, si jodían a la chica Enzo iba a estar muy enojado, romper la promesa de Rosalin podría costarles la alianza recién forjada, necesitaban calmarla, sin embargo, si Sergio la soltaba, ella iba a sacudirse más y seguramente se causaría alguna lesión ella misma. Rubén no encontró una acción más rápida que amenazar a Kal.—¡Quédate quieta o le voy a cortar la garganta a tu noviecito!El gigante se posicionó detrás de Kal, con la punta de la espada pegada a su