Charlotte HuxleyDescribir la manera en cómo me siento ahora no es posible, sencillamente no encuentro las palabras para hacerlo. Jacob me ha demostrado que sabe lo que hace, que la intimidad no tiene nada que ver con la edad sino con la experiencia.Siento cómo acaricia mis nalgas que están expuestas, debería tener vergüenza de estar así, pero esa parte liberal que escondí para no parecer una cualquiera se está soltando poco a poco y es que con este chico creo que no hay otra manera para aguantar el ritmo.—¿Alguna vez te lo hicieron así, preciosa? —me pregunta mientras deja un reguero de besos en mi espalda y luego se estira para sacar otro preservativo.—No…—Te advierto que de esta manera puedo llegar más adentro, así que si te duele… sólo dímelo.—¿Acaso vas a detenerte?—¡Claro que no! Pero podemos intentar otra posición.—¡¿Cuántas más conoces?! —me río mientras él se alista para volver a invadirme.—Las suficientes para estar toda la noche, pero no será hoy, porque me imagino
Charlotte HuxleyAbrir los ojos y no verlo a mi lado es… raro. Sobre todo porque no he pasado ni una sola noche con él jamás. Han pasado unos días de nuestro encuentro y quise llamarlo, pero por Lily supe que se había ido a la universidad nuevamente por unos asuntos pendientes y no quise intentarlo.Birmingham no está lejos, pero tampoco es como que yo vaya a caerle por allá.De pronto, me cae una llamada de mi padre y le respondo rápido, porque no suele llamarme tan temprano.—Papi, buenos días, ¿cómo estás?“Extrañándolas, ¿cuándo vendrán de nuevo?—¿Te parece que me vaya hoy? Sólo tengo citas en la mañana y el resto de la semana la tengo libre.“¿Vas mal con tu trabajo?—No, papi, sólo esta semana quedó así de libre, pero voy bien, no te preocupes.“Bien, las espero por la tarde.Salgo de la cama para alistarme, levanto a mi pequeña Charisse y mi madre nos ha preparado el desayuno. Nos sentamos las tres a la mesa y le digo a mi madre.—Luego de mi cita del mediodía me iré
Charlotte HuxleyMiro de reojo a Jacob y camino fuera de su alcance, aprieto el teléfono con rabia antes de contestarle a Louis.—En primer lugar, deja de llamarme esposita, porque hace años que dejé de serlo. Y en segundo lugar, no tienes por qué pedirme explicaciones de dónde estoy.“Si te llevas a mi hija, sí. Creí que eso había quedado claro.—Tuve una emergencia, no tuve tiempo de llamar a nadie y créeme, tú eres el último al que llamaría para algo como esto.“¡No me provoques, zorra!—OK, hasta aquí llega la conversación —le corto y apoyo mi sien en la ventana para refrescar mi cabeza, que repentinamente comienza a dolerme. Una manos me abrazan y estoy a punto de mandar al demonio a Jacob, pero no es su perfume el que me llega.—¿De nuevo ese tipo?—S&
Charlotte HuxleyDebo decir que nunca me puse la playera o alguna prenda de un hombre, pero por alguna razón me siento sumamente sexi con la ropa de Jacob. Tal vez por la mirada oscura y lujuriosa que me dedica sin apartarla de mi cuerpo.—Deja de verme así —le digo algo nerviosa mientras me siento a los pies de la cama con las piernas cruzadas.—¿Así cómo? —y más encima se hace el desentendido.—Como si fueras el lobo que se comerá a la caperucita.—Tal vez hay algo de cierto… quién sabe —se encoge de hombros, pero le dejo claro lo que no pasará.—Nada de sexo para ti por hoy, no te entusiasmes… —hace un puchero adorable y estoy segura de que cedería sin protestar, así que cambio la conversación—, mejor dime si puedo sacarte ropa interior para colocarme.—Mejor te quedas así, más fácil de comer por la noche —¡¿es que sólo piensa en sexo?!—Debo ir a recibir la comida y no creo que quieras que salga con las pompas al aire.—En el closet… revisa allí, hay… sólo mira —me dice apresurado
Jacob LloydDespertar con ella a mi lado es de otro nivel. Si acaso un par de veces me desperté con alguna de las chicas con las que tuve sexo fue sólo porque estaba pasado de copas y el cansancio me ganó.La respiración de Charlotte es lenta, tranquila y su cuerpo cálido se acomodó perfectamente al mío. No puedo evitar que la excitación me recorra y se despierte esa parte de mí que quiere reclamarla otra vez.Trato de pensar en otra cosa, pero ella se remueve un poco y se pega más a mí, dejando sus nalgas justo ahí.—¿Hasta qué hora tengo que esperar a que hagas lo que tienes en esa mente sucia tuya? —susurra y me río.—Lo siento, mi ama… ya le cumplo —no hay tiempo para preámbulos, entro de una vez y ella deja salir el primer grito de placer.Un rato después estamos los dos en la ducha, ella con su cabeza apoyada en mi pecho mientras mis manos le lavan el cabello. Cuando salimos limpios y sonrientes, nos vestimos sincronizados como si viviésemos juntos desde hace mucho tiempo.Salim
Charlotte HuxleyLos días han pasado lentos, toda la familia Lloyd está en una incertidumbre terrible acerca de lo que pasará con Samara. Me muerdo las uñas en mi consulta, porque tuve que regresar para cumplir con mis obligaciones.Miro el teléfono a cada momento para ver si Jacob me cuenta qué les dijo el doctor, sólo me avisó que los llamó para darles noticias y ha pasado un rato de eso.—Soy la peor terapeuta del mundo, es que ni siquiera a mí me sirven las técnicas de relajación para evitar la ansiedad…Me pongo de pie, le rocío agua a las plantas que tengo en mi oficina, miro la hora y me falta media hora más para atender a la siguiente persona, así que decido irme por un buen chocolate caliente y algo de comer que me quite esta ansiedad.—Por supuesto, con chocolate.Voy saliendo del edificio y mi t
Charlotte HuxleyLos días se nos pasaron lentos y hermosos, compartimos con Charisse un largo paseo por Londres y mi hija cayó rendida en los brazos de Jacob, quien no quiso soltarla hasta no dejarla en su cama.Al día siguiente mi niña me preguntó si Jacob podía ser su padre, lo que nos dejó sorprendidos, pero gracias al teléfono no tuve que responder. Luego de eso, nos despedimos y regresamos a Oxford en donde no me estoy sintiendo segura para nada, porque la sombra de Louis cada vez se hace más oscura para mí.Estoy en mis cosas, preparando un informe médico para uno de mis pacientes y recibo la llamada angustiada de mi padre.“¡Charlotte, debes venir de inmediato!—¡Padre, ¿qué pasó?! —le pregunto en el mismo tono mientras ordeno mis cosas para seguir con todo allá.“¡Tu hermano, hija…! ¡Tu hermano tuvo un accidente!El mundo se me movió en dos segundos, Jake para mí lo es todo y lo que le suceda repercute en mi vida, por muchos años prácticamente fuimos los dos solos, ya que mi p
Charlotte HuxleyLos días se fueron pasando agradables, llenos de noticias buenas para la familia y Jacob cada vez estaba más desatado con eso de demostrarme su amor. Yo voy y vengo entre Londres y Oxford, pensando seriamente en que ya no es muy práctico y que debo decidir dónde me quedo definitivamente a hacer mi vida.Salgo por la tarde con una sonrisa de mi oficina, el día ha sido bueno a pesar de atender a seis pacientes, pero todos van bien con sus vidas y se les nota en toda su actitud. No hay nada más gratificante que eso.Me acerco a mi auto, dejo mis cosas en el asiento trasero, cierro la puerta y cuando voy a abrir la mía, una mano se abre sobre ella impidiéndome que lo haga, me giro y quedo entre el cuerpo de Louis y el auto.—Louis, déjame…—Hola, esposita —me dice con rabia y una sonrisa que me da terror, trato de controlarme porque ahora no puedo dejarme llevar por ese sentimiento—. ¿Hoy no vino el mocoso a buscarte?—¿De qué hablas? —le pregunto tratando de hacerme la d